Queridos lectores, hoy Scientia cumple dos años. Comparado con otras de la blogosfera, esta bitácora solamente está dando sus primeros pasos así que tampoco tiene tanto mérito el haber llegado a esta fecha tan señalada. Sin embargo, y aprovechando que en los “cumpleblogs” se suelen dedicar unas palabras al respetable, yo no voy a ser menos que el resto de mis compañeros y les voy a contar un secreto.

Podría hablarles de lo mucho que supone el blog para mí, pero eso ya lo saben ustedes; podría decirles cuáles son las razones por las que divulgo la ciencia, pero eso ya lo hice hace un año y aquel decálogo sigue totalmente vigente; podría dedicarme a darles las gracias a todos y cada uno por seguir leyendo los posts que publico en Scientia cada semana, pero no acabaría nunca porque no se pueden imaginar lo agradecido que les estoy…. así que hoy voy a contarles cuál es la mayor satisfacción que me ha dado Scientia en estos dos intensos años.

Hace poco menos de un año, en mayo de 2012,  en el marco del seminario titulado “Instituciones científicas: producción y comunicación de la ciencia” que se celebró en Bilbao, acabé mi conferencia con una diapositiva en la que se podía leer la siguiente frase “La mayor satisfacción que me ha dado el mundo del 2.0 ha sido mejorar personal y profesionalmente mi vida en el 1.0”… y eso, lo que aporta Scientia a mi vida en el 1.0, es lo mejor de este “viaje inesperado”.

Por este motivo en este post en el que celebro los dos años del blog no les voy a hablar ni de ciencia, ni de divulgación, ni de nada por el estilo, sino de los responsables de esta mejora que un servidor cree haber sufrido, ustedes.

Por un lado están todos los lectores anónimos que han pasado al menos una vez por este blog y que lo han ayudado a crecer. Nada hubiese sido posible sin sus comentarios, sin sus palabras de ánimo, sin sus constantes sugerencias. Ustedes siempre han estado ahí, aguantándome tal como soy, meneando mis posts cuando les doy la vara, votándome para ganar premios. A la gran mayoría no los conozco personalmente pero me han demostrado que son cojonudos. Pero si los lectores anónimos me han ayudado a crecer, hay un grupo de personas que tienen una responsabilidad tremenda en todo lo que me está ocurriendo: la gran cantidad de amigos que he conocido personalmente durante estos dos años.

Hoy he decidido hablar de ellos, de los que antes eran mis amiguitos de internet y ahora ya son amigos en el 1.0. Sin haberles pedido permiso les voy a mostrar las caras de muchos de los que me han ayudado estos dos años a mejorar en todos los sentidos. Sin ellos nada de esto hubiese sido posible y por ello les voy a dedicar este día tan especial. Siento no poder poner a todos ya que de muchos no tengo fotos, pero les aseguro que aunque no están todos los que son, sí son todos los que están.

Es posible que a muchas de las personas que van a ver no las reconozcan por su nombre o por su rostro pero hoy este post se va a centrar en el 1.0 así que no van a leer ni una sola cuenta de twitter, solo sus nombres y apellidos. Como diría un tal López, de nombre César, el orden de aparición que he escogido no ha sido aleatorio sino que como hilo conductor he elegido los diferentes eventos en los que he participado este año y donde he tenido contacto directo con todos ellos.  Allá voy.

Junto a J.M. Mulet en la presentación de su libro.

Recuerdo cuando conocí  a José Miguel Mulet, en la presentación de su libro en la FNAC de Murcia. Me habían hablado mucho de él. Bioquímico, del Barça, trollero, políticamente incorrecto, irreverente…¡¡mi otro yo!! Aquel día del mes de Agosto del año 2011 comenzó una amistad especial. Hablamos continuamente y en esas delirantes conversaciones aprendo muchísimo de José Miguel. Es un fenómeno. Como siempre repite otro gran amigo “dios los cría y ellos se juntan”.

A José Miguel me lo presentó la persona que, como él dice, mueve los hilos de Scientia. Fuimos compañeros de clase en la vetusta Facultad de Químicas de la Universidad de Murcia. Hoy, al contrario de lo que he hecho otras veces, y aunque se lo merezca, he decidido no criticarlo. Dani Torregrosa es la persona que me inició en todo este mundo y a la que le debo muchísimo… pero no solo por el blog. A pesar de que durante mucho tiempo estuvimos sin vernos porque la vida nos llevó por distintos derroteros, Dani siempre aparece en los momentos cruciales de mi vida… así que hoy me gustaría darle las gracias a mi antiguo compañero de clase (que no de promoción porque como todos ustedes pueden observar en la fotografía se nota que yo soy más joven que él).

De izquierda a derecha: Javier Peláez, Dani Torregrosa, Sergio Palacios y un servidor.

En Enero de 2012 organizamos juntos las Jornadas “Los blogs como medio emergente de divulgación de la ciencia”, más conocidas como #MurciaDivulga. Fue algo que no olvidaremos nunca. Nos costó sangre, sudor y lágrimas sacarlas adelante pero el esfuerzo mereció la pena. Fueron muchos los amigos que conocí allí y con los que ahora mantengo una estrecha relación. En la fotografía pueden vernos a Dani y a mí junto a dos de ellos. Dicen que un genio es aquel al que se le ocurren cosas que a nadie más le pasan por la cabeza, se atreve a ponerlas en práctica y, además, le salen a la perfección.  Pues bien, yo solo conozco a un genio. Se llama Sergio Palacios, un hombre excepcional en todos los sentidos y un amigo con mayúsculas. No tengo nada más que decir de él. Javier Peláez, el cuarto hombre de esa mítica fotografía, es uno de los tipos más arrolladores con los que me he tropezado en la vida y cada vez que hablo con él me transmite su pasión por la divulgación como nadie lo ha hecho hasta ahora. Están perdiendo el tiempo si no lo conocen. #MurciaDivulga fue una cita que me marcó especialmente.

Participantes en #MurciaDivulga

En Mayo acudí por primera vez a Bilbao, invitado por una persona con la que la divulgación científica de este país estará siempre en deuda… y yo también. Me refiero a Juan Ignacio Pérez, Iñako. Con Iñako me pasa algo que no me ocurre con nadie. Me encanta discutir con él. Sobre muchos temas pensamos de forma diametralmente opuesta pero tiene una forma de exponer sus posturas que ha hecho de él uno de mis referentes.

Iñako

Además me ha hecho cambiar mi punto de vista sobre muchos temas proporcionándome una perspectiva que no tenía antes. Este vasco-salmantino ha podido conmigo. No se lo digáis.

En Bilbao participé en diferentes eventos junto a dos personajes muy especiales, Natalia Ruiz Zelmanovich y Cesar Tomé, de los que sigo aprendido cada día. Natalia y César siempre me sorprenden, cada uno en su estilo, nunca me dejan indiferente. En aquella cita tuve también tuve el honor de compartir mesa y mantel con mi amigo Julián Estévez…un crack que siente la divulgación como nadie y una excelente persona.

Con Javier Peláez, César Tomé, Natalia Zelmanovitch y Julian Estévez

En ese mismo mes de Mayo el editor jefe de Journal of Feelsynapsis, uno de los primeros que apostó por mí sin apenas conocerme, Quique Royuela, me volvió a convencer para uno de sus inventos: dar una surrealista y descojonante charla en la puerta del Corte Inglés de Alicante en un acto enmarcado dentro del StAS Alicante. La gente del #Jof merece mención aparte. Ilusión, ganas, sabiduría… son savia fresca y habría que ponerles un altar.

Parte del equipo de Journal of Feelsynapsis

Son muchos, no puedo nombrarlos a todos, pero sé que no se van a enfadar si hago una mención especial a Bernardo Herradón, desgraciadamente madridista pero que me ha devuelto mi amor por la química pura y dura, y a Carlos Romá, cuyos comentarios en los artículos publicados en Scientia son más valiosos que los propios posts.

Carlos Romá

Jamás había dado una charla en los bares… y en este último año lo he hecho en dos ocasiones. La primera vez fue en Madrid, donde los amigos de ARP-SAPC me invitaron a participar en Escépticos en el Pub. Coincidí por primera vez con tres tipos que van siempre de cara, que te dicen las cosas tal y como las piensan y que jamás me han fallado cuando los he necesitado. Me refiero a Txema Campillo, Mario Herrero y Miguel García. Aquel día solo faltó otro de la misma calaña,  Héctor Vives, la única persona que públicamente ha osado atacar a mi hija… y aun vive.

En Septiembre tuve el honor de participar en el mayor evento de divulgación científica que se ha celebrado en este país, Naukas Bilbao 2012, donde ¡¡hasta me dieron un premio!! Aquellos días coincidí por primera vez con muchos de los grandes divulgadores de este país… pero sobre todo con excelentes personas. Naukas.com lo componen más 100 divulgadores por lo que ellos me perdonarán que no los cite a todos. Sin embargo si quiero dejar escrito en este post que ante sus fundadores, José Cuesta (un gran tío desde los pies a la cabeza), el citado Javier Peláez, Miguel Artimé y Antonio Aberrón, me quito el sombrero por su labor diaria en pro de la divulgación científica… y por haber tenido la valentía de meter a un pirómano como yo entre los divulgadores que forman parte de su equipo.

Cena Naukas 2012

Del que no puede disfrutar como me hubiese gustado en Bilbao fue de mi gran amigo Yanko Iruin porque salió corriendo dejándome tirado. Yanko es especial. A pesar de que soy lector asiduo de sus grandes posts, lo que más me impacta de Yanko es su forma tan especial de ver la vida y su manera de disfrutarla. Cada conversación cara a cara con él es un verdadero lujo.

Con Alvaro Bohórquez

Pero en el mismo momento que Yanko huyó a su Donostia apareció una de las  personas que más me han impactado desde que aterricé en este mundo, Álvaro Bohórquez. Este bilbaíno es especial y les aconsejo que lo sigan de cerca. Amante de la ciencia y de la cultura como pocos, Álvaro no te deja impasible en ninguno de sus comentarios y además conoce los mejores bares de pinxtos del casco viejo bilbaíno… un figura.

Hay dos tipos a los que quiero mucho, Miguel Ángel Morales y Mamen Fernández, con los que he coincidido varias veces este año. Murcia, Madrid, Bilbao han sido ciudades donde he podido charlar profundamente con ellos y me han dado una visión muy particular de todo este mundo. Una de esas conversaciones se produjo en la final de los Premios Bitácoras allá por el mes de Noviembre. No ganamos la estatuilla pero lo celebramos como si lo hubiésemos hecho porque en el fondo triunfamos… o al menos no perdimos.

Cena Premios Bitácoras

Al último evento al que acudí en 2012 me invitó alguien muy especial para mí. Se trata de Tito Eliatron. Este sevillano de pro me puso delante de sus alumnos de química para que les hablara de matemáticas, y su santa esposa me hizo contarles a sus alumnos de matemáticas mis affaires con Danone, L’Oreal y demás “amigos” de Scientia. Con Tito comparto muchas cosas. Su pasión por la docencia universitaria, por sus alumnos, por la divulgación a todos los niveles… y por otros secretos inconfesables.

Tito Eliatron

Bueno señores, creo que ahora entenderán por qué les digo que el mundo del 2.0 me ha ayudado a mejorar en el 1.0. Como han podido comprobar son muchas las personas con las que he coincidido en estos dos años y que me han ayudado a mejorar como divulgador, como científico, como profesor, como escritor y quiero creer que también como persona.

Sin embargo me he quedado un poco preocupado tras escribir estas líneas porque sois muchos los que no he citado y que habéis compartido conmigo momentos muy especiales. María Docavo, Fernando Frías, Guillermo Clemares, J.J. Gallego, Manuel Collado, Paco Bellido, Santiago Campillo, JAL, Iñaki Gorostidi, Carlos Lobato, Eugenio Fernández, Patricia Rodríguez, Galiana, Rafael Medina, Javier Armentia, Antonio J. Osuna, Alfred López, Alex Fernández, Jesús Espí, Fernando del Alamo, Javier Ruiz, Aurora Ferrer, Joaquín Sevilla, Marisa Alonso, Gaizka Ortiz, Rosa Porcel, Manuel Hermán, Javier Pedreira, Ramón Ordiales, María Fernández, José Ángel Murcia, Rosmari, Francis Villatoro, Daniel Martín Reina, Arturo Quirantes, Esther Samper, Xurxo Mariño, Lorena Sánchez, Oscar Menéndez. Luis A. Gámez, J. C. García-Bayonas. Clara Grima, Mauricio J. Schwarz, Lucas Sánchez, Alberto Márquez… ¡¡que hartazón!! Espero sinceramente que todas aquellos a los que no he nombrado me perdonen pero o no tengo fotos de ellos o esta memoria, que cada vez falla más, me ha jugado una muy mala pasada.

Mis ex-amiguitos de internet.

¿Y a partir de ahora qué? La divulgación se ha convertido en uno de los ejes principales de mi vida, como bien sabe mi personal blogger y mi piratilla (Rhut y Ruth, nótese el baile de letras…) que la sufren y la disfrutan conmigo, por lo que no pienso renunciar a ella.

Durante el próximo año pienso seguir disfrutando del 2.0 con Scientia. Divulgaré la ciencia, denunciaré los abusos de ella y escribiré sobre todo aquello que pase por mi cabeza y que crea que es relevante. Pero, sin lugar a dudas, el 1.0 seguirá estando presente. Espero volver a ver a todos los amigos que he conocido en estos dos maravillosos años y estoy seguro de que conoceré a muchos otros que pasaran la débil frontera que separa al 2.0 del 1.0. Reiremos, beberemos, conspiraremos… les aseguro que nos lo vamos a seguir pasando pipa.

Eso sí, Joselito el Gallo, que no el pequeño ruiseñor, seguirá haciendo todo eso de la única forma que sabe, a su manera, o como dicen en su tierra, al «murcianico style».

Gracias a todos.

Jose