Cuando empecé con esta maravillosa aventura bloguera me propuse como principal objetivo, además de divulgar la Ciencia, pasarlo bien. Aunque lo estoy consiguiendo con creces, y con el pretexto de la proximidad de estas fechas navideñas donde se estrenan un gran número de películas en los cada vez menos cines que quedan en España, voy a darle una vuelta de tuerca al Blog cometiendo un disparate cinematográfico/científico/divulgativo (léase frikez).

Uno de mis mayores aficiones es el cine y, sin duda, la trilogía cinematográfica de El Señor de los Anillos, basada en la novela titulada El Señor de los Anillos del escritor británico J. R. R. Tolkien, ocupa un puesto de honor dentro del Top Ten de mis películas favoritas… qué se le va a hacer.

Pues bien, en mi afán de relacionar mis aficiones divulgativas, mis hobbies y mi trabajo diario en el laboratorio, hoy inauguramos una nueva serie en Scientia, “La Comunidad del Anillo y los Ejércitos Encapsulantes”, donde vamos a descubrir no solamente la verdadera realidad de todo lo ocurrido sino también lo que falta por venir… porque J. R. R. Tolkien nos tenía una sorpresa guardada.

En esta serie analizaremos, siempre desde un “punto de vista científico”, la auténtica razón de la amistad entre Frodo Bolsón de Bolsón Cerrado y Sam Gamyi, su fiel amigo jardinero; descubriremos al hijo del Thain de la Comarca, más conocido como Pippin, como el gran héroe de la historia; sabremos el por qué de la fuerza de los Ents, los Pastores de Árboles procedentes de los pensamientos de Yavanna, la Reina de la Tierra, y hasta nos enteraremos de lo que realmente ocurrió con el Anillo…porque desde luego no se quemó en el fuego como todos pensáis.

Polifenoles, vitaminas, ácidos grasos, estilbenos, hormonas y, sobre todo, ejércitos de cientos de unidades de glucosa unidas formando troncos cónicos serán protagonistas de nuestros relatos cuyo episodio piloto pudisteis leer en el post titulado “La noche que Gollum atrapó al más capullo de los antioxidantes”.

Y todo esto os lo contaré yo, el que todo el mundo piensa que murió en la batalla de Mordor, el que dais por finiquitado…pero el que, si recordáis, solamente desapareció entre las tinieblas… y ya ha llegado el momento en el que un servidor, el gran Sauron, el Señor Oscuro de Mordor, ponga las cosas en su sitio.

Si los seguidores de esos malditos Hobbits pensáis que la felicidad que reina en la Comarca está justificada tras la presunta victoria en la Batalla de Delagua, la última de la Guerra del Anillo, obtenida por el pardillo de Frodo Bolson y los suyos sobre mis fuerzas, es que no os habéis enterado de nada.

Querido Aragorn, hijo de Arathorn heredero de Isildur, llegó el día de mi venganza. Destrozaste a mis Orcos en la batalla ante la Puerta Negra, pero si tú tienes como aliados a Elfos, Hobbits, Enanos, Hombres, Árboles y demás gentuza…yo, el verdadero Señor de los Anillos, tengo a mi disposición a mi nuevo ejército de moléculas complejantes. Ciclodextrinas, Alginatos, Almidones, Ceras, Maltodextrinas, Gomas, Liposomas y demás ejércitos encapsulantes darán buena cuenta de vosotros…me dais pena queridos habitantes de la Tierra Media.

 Próximamente: «El Bosque de Fangorn y la termodinámica de la encapsulación».

Muy friki…pero con mucha Ciencia.

Jose