Durante el mes de agosto estuve planificando los cambios de diseño y contenido que va a sufrir el blog en este nuevo curso. Hoy les presento uno de ellos. Se trata de la serie “Ciencia y palomitas” en la que escribiré, una vez al mes, sobre la ciencia que se puede ver en un grupo muy selecto de películas, series, etc. Sí, ya sé que no tiene nada de original… pero no se equivoquen.

Soy enemigo acérrimo de aquellos que se echan las manos a la cabeza, se les hinchan las arterias carótidas y se les salen los ojos de las órbitas cuando una película tiene un “fallo científico” que no ha tenido en cuenta el director. ¿Estamos locos o qué? Es cierto que el cine o la tele son los canales más vistos y hay que tener un poco de rigor sobre los conceptos que se transmiten… pero tampoco hay que ponerle una denuncia al director de una película porque no haya tenido en cuenta la tercera ley de Maxwell en una escena. Bueno, a veces sí.

Sin embargo, hay un grupo de pelis a las que es tengo especial manía o cariño por la transcendencia que han tenido (o están teniendo) en mi vida. A ellas les voy a dedicar “Ciencia y Palomitas”, la nueva serie de este blog que se estrenará el lunes con un post que tiene como protagonistas a dos de las mujeres más importantes de mi vida, una para bien y otra para mal.

Me despido. Espero que les guste la serie de la misma forma que espero que entiendan el único objetivo de la misma: divulgar el máximo de conocimientos científicos empleando herramientas cercanas al público. Una vez al mes mezclaré películas, series o dibujos animados con disciplinas como las matemáticas, la física, la química, la biotecnología, la geología y muchas otras.

Eso sí, les advierto que aunque por “Ciencia y Palomitas” pasarán personajes muy conocidos para el gran público, la talla científica de la serie no será la pequeña…toca estudiar.

Jose