Aunque el principal objetivo de este blog es la divulgación de los principales avances que se producen en la Ciencia, no es menos cierto que Scientia no debe, ni quiere, mantenerse al margen de otras noticias relacionadas con el campo de la Ciencia más allá de los descubrimientos científicos.
Debido a ello, hoy en el Blog quiero dar mi opinión personal de la gran noticia acaecida esta semana en nuestro país acerca de la desaparición del Ministerio de Ciencia e Innovación y la sorprendente integración de la nueva Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación en el flamante Ministerio de Economía y Competitividad.
A pesar de que la noticia de la supresión del Ministerio de Ciencia e Innovación ya fue adelantada el pasado 16 de Diciembre en CincoDias.com, el hecho de que la palabra Ciencia haya desaparecido del nombre de cualquier Ministerio ha causado un gran revuelo en la comunidad científica.
Durante el día de ayer diversas iniciativas surgieron, como la de la de la edición digital de la Revista Quo, para que científicos, investigadores y divulgadores opinasen acerca de la conveniencia o no de la adscripción de los temas de investigación al recién creado Ministerio de Economía y Competitividad dirigido por Luis de Guindos.
Además, y a título personal, esta noticia fue la desencadenante de un gran debate que se produjo en el aperitivo de Navidad celebrado en el departamento universitario en el que trabajo… y en el que di una serie de opiniones, absolutamente independientes de cualquier tendencia política, que hoy resumo en Scientia.
En la situación de crisis total en la que se encuentran inmersos la gran mayoría de los países de nuestro planeta, muchos países han apostado decididamente por impulsar la Ciencia para que ésta sirva como el verdadero motor de arranque que nos permita dejar atrás este delicadísimo momento de una vez por todas. De hecho, en nuestro país y durante la pasada campaña electoral, hemos oído a todos los candidatos proclamar a viva voz que el apoyo a la investigación, el desarrollo y la innovación, y por tanto a la Ciencia en general, es fundamental para el desarrollo de España. Por este motivo, y aun a sabiendas que puedo parecerles un iluso científico, reconozco que no estaba del todo intranquilo.
Sin embargo la semana pasada las luces rojas se encendieron en toda la comunidad científica debido a algo más preocupante que el nombre del dichoso Ministerio…el discurso de investidura del nuevo y flamante Presidente de nuestro país. Si durante su intervención Mariano Rajoy hubiese dado muestras de apoyo incondicional a la Ciencia, tanto a la básica como a la aplicada, presentándola como uno los pilares imprescindibles para salir de la profunda crisis en la que estamos inmersos, la asignación de la Ciencia a un Ministerio u otro serían irrelevantes. Sin embargo, el hecho de que prácticamente no se hablara de ella en ningún momento de la sesión de investidura provocó que todas las alarmas se disparasen.
Personalmente la ausencia ese día de un guiño por parte del futuro Presidente hacia la comunidad científica no fue de mi agrado. El mensaje que se esperaba de él por parte de los miles de investigadores que están pasando momentos muy duros en sus centros de trabajo, no llegó en ningún momento. La situación de los investigadores del Centro de Investigación Príncipe Felipe, la de muchos becarios de investigación a los que se les ha dejado de pagar sus contratos a mitad de etapa predoctoral, la de tantísimos científicos que están fuera de España y que ven como las posibilidades de regreso son cada vez menores, merecía algo más que el silencio.
Y como confirmación de ese significativo silencio, hace dos días la gran noticia saltó a los medios…la Ciencia se quedaba sin Ministerio propio. Es cierto que el desarrollo de la Ciencia en nuestro país no tiene por qué depender de la existencia o no de un Ministerio específico, ya que hay otros órganos, como la propia Secretaría de Estado, que pueden llevar a cabo la labor necesaria… pero la actitud mostrada por el Presidente en su discurso de investidura no nos permite ser optimistas.
Personalmente pienso que, en estos momentos, la Ciencia sí que tendría que tener un Ministerio independiente… aunque no sea lo determinante. El hecho de que la gestión realizada por el extinto Ministerio de Ciencia e Innovación haya fracasado en muchos de sus objetivos debido, por una parte, a su evidente querencia hacia la innovación industrial en perjuicio de otros aspectos de la investigación y, por otra, a los intereses personales de algunas relevantes personas del Ministerio, no es razón suficiente para desconfiar de la importante labor que puede realizar un Ministerio de Ciencia bien gestionado.
Además, y aunque es evidente que la correcta acción de una Secretaría de Estado de Investigación debe ser crucial para el desarrollo de la Ciencia, nunca tendrá el mismo peso ni político, ni administrativo, ni económico en el Consejo de Ministros que un Ministerio bien gestionado y que se haga de respetar entre el resto de carteras gubernamentales. Por supuesto que estoy de acuerdo con aquellas voces que reclaman que es preferible una buena secretaría de investigación a un mal Ministerio, pero me resisto a pensar que es imposible que coexistan un buen Ministerio de Ciencia acompañado de una importante secretaría de investigación.
Antes de acabar me gustaría reflejar un último dato. En la nueva organización de Ministerios llevada a cabo, hay uno que me ha llamado la atención: el Ministerio de de Educación, Cultura y Deporte. Ya que no se ha creado un Ministerio de Ciencia individual, pienso que la opción más correcta hubiese sido que Educación (sin deportes añadidos) y Ciencia hubiesen compartido cartera… con lo que además se podría resolver un problema añadido que se repite gobierno tras gobierno.
La mayoría de los profesionales pertenecientes a las Universidades, los centros donde se realiza un gran porcentaje de la investigación en nuestro país, son Personal Docente e Investigador. Siempre se nos ha enseñado que la docencia y la investigación deben ir cogidas de la mano. Sin embargo, y con la nueva distribución de carteras y secretarías, la docencia se encuadra dentro de la Secretaría de Educación, Formación Profesional y Universidades que cuelga del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte… y la investigación de la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación que cuelga del nuevo Ministerio de Economía y Competitividad…como diría “Papuchi”; “raro, raro, raro”… por no hablar de las curiosas transferencis a determinadas CCAA.
En fin señores, personalmente pienso que, a pesar del negro panorama, debemos dar un voto de confianza a los nuevos gestores de la Ciencia en nuestro país aunque no hayan conseguido convencer al Presidente para que les otorgue Ministerio propio. A pesar de que tengo serias dudas, espero que consigan tener el suficiente peso específico para obtener el respaldo presupuestario suficiente por parte de su Ministerio de Economía y Competitividad. El partido no ha empezado bien… pero espero equivocarme.
Jose
La idea de un Ministerio de Educación y Ciencia es de lo mejor que he leído últimamente y apoyo totalmente la moción. Como el Gobierno tendrá que ser reestructurado en marzo no se nos puedo olvidar hacer «ruido» para que en Moncloa escuchen la creación de este Ministerio.
Un saludo
Pues muchas gracias aunque la idea no es nueva…al final siempre se vuelve a aquellas cosas que funcionaban pero que, por razones que no llego a entener ( o prefiero no entenderlas), fueron modificadas.
Un saludo
Estoy muy de acuerdo con tus argumentos. Educación y Ciencia (MEC) ha sido, es y será la mejor opción. Que no aparezca el nombre de Ciencia en niungún ministerio es significativo. El gobierno mismo le quiere dar significado a las palabras, y por eso han cambiado Ministerio de Trabajo por Ministerio de Empleo. Si Ciencia hubierá colgado de industria no hubierá sido igual de bueno que un MEC, pero que culege de Economia…. Que mal presagio para la Ciencia Basíca. Y sobre todo, que hace Ciencia en algo que se ha demostrado sobradamente que no es ciencia (economia…)
Un saludo
Pensamos lo mismo.creo que la opción elegida no es la mejor, ni mucho menos.Gracias Héctor por tu comentario.
Un saludo
Hombre, precisamente por aquí la coña era que como antiguamente estábamos dentro del Ministerio de Educación y Ciencia, ahora podemos reutilizar los sobres que todavía llevan esas siglas; vamos, que seguimos estando en el «MEC».
En fin, a mí el tema me preocupa bastante, ahora no tengo tiempo de explayarme mucho pero creo que esta «ausencia» es bastante significativa. Veremos.
Pues no tiréis aquellos sobres…desde mi punto de vista fue, es y será siempre la mejor opción. Como tu dices…veremos.
Gracias Doc!!
El debate no debería de ser si existe o no existe Ministerio porque el debate debería de ser si va a existir financiación. ¿Alguien se acuerda de qué sirvió el Ministerio de la vivienda entre 2004-8 (sin financiación real y sin competencias reales)? Pues lo mismo podríamos decirlo ahora
Lo importante es que exista dinero porque al final y al cabo… las políticas se desarrollan desde la Secretaría de Estado de turno
Está claro que el presupuesto asignado va a ser quien dirija las acciones a seguir… al igual que la elección de las personas adecuadas para estar al frente de la ciencia, dependan de quien dependan.
Sin embargo pienso que no es lo mismo que exista un Ministerio de Ciencia ( o Educación y Ciencia) que uno de Economía y Competitividad donde haya una Secretaría de Estado que albergue los temas relacionados con la ciencia…sea cual sea el presupuesto asignado.
Un Ministerio fuerte y con peso de ciencia jamás podrá ser sustituido por una secretaría…o de verdad creemos que en la situación crítica en la que estamos inmersos esta secretaría va a ser un peso fuerte dentro de un Ministerio de Economía?
Espero equivocarme y muchas gracias por el comentario.
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Considerando nuestros innumerables e interrelacionados males, surdidos desde la revolución industrial, cuyas verdaderas causas ni el anterior Ministerio ni otros Organismo Oficiales ni Organizaciones Particulares han tratado adecuadamente, de cuyos solución no menos que nuestra futura subsistencia dependerá, anular este tipo de Ministerio, cuyo principal papel tendría de ser la búsqueda de correspondiente solución para resolverlo, encuentro muy erróneo, y espero que este papel va a realizar El Secretaria de Estado de Investigación y Desarrollo e Investigación.
Para mi no es el nombre o categoría que se dará al Ministerio de Ciencia e Innovación sino la eficacia con lo que se realizara su correspondiente papel de este importante tema, y que no sería como el anterior Ministerio, justificando mi opinión sobre sus principios y objetivo, con mi adjunMIS OBSERVACIONES SOBRE LOS PRINCIPIOS Y OBJETIVOS DEL MINISTERIO DE CIENCIA E INNOVACIÓN
Ministerio: La ciencia y la innovación son elementos cruciales en la sociedad de nuestro tiempo. Son, quizá, las actividades que nos dan más capacidades reinventar nuestras complejas sociedades para crear bienestar y riqueza. (Lantos: Como nuestro bienestar y riqueza esta empeorando cada año es la demostración que el programa de Ciencia e Innovación del Ministerio es errónea y mal enfocado, por lo que en lugar de contribuir a mejorar nuestra situación es la causa de su empeoramiento.)
Ministerio: Con esta convicción, el Gobierno de España ha venido impulsando desde 2004 la transición hacía una economía más intensiva en conocimiento y más diversificada e innovadora en todos los sectores. (Lantos: La crisis económica mundial y especialmente la española es la demostración que desde el año2004 que existe el Ministerio de Ciencia e Innovación su programa de investigación esta mal enfocada.)
Ministerio; La creación del Ministerio de Ciencia e Innovación supone un impulso adicional y definido a ese compromiso. Contamos para ello con una comunidad científica, tecnológica y empresarial preparada y un amplio consenso social y político en torno a la necesidad de hacer del conocimiento el eje desarrollo social y económico del país. (Lantos: Sin existir un programa que estudia la causa de nuestros nuevos tipos de males surgidos desde la revolución industrial, sino aceptando estos como unos hechos dados y casuales, y basada en este erróneo enfique los programas de investigación de las ciencias, aunque los resultados son muy significados y por ello engañosos, nuestros males continúan aumentándose, y sólo sirven para buscar soluciones para intentar satisfacer las enfermizas demandas materialistas del hombre contemporáneo. Este conocimiento sin conocimiento filosófico sobre el mundo y de la vida y la verdadera naturaleza de la especie human es una bestia incontrolada.
Ministerio: Queremos mirar al futuro. Un futuro en el que España estará incorporada al grupo de países líderes en Investigación Desarrollo e Innovación.Un porvenir en el que nuestro país será capaz de afrontar, en mejor situación, los retos económicos, sociales y medioambientales de un mundo en continuo cambio, con una ciudaddanía más procliva a la actividad científica y al espíritu emprendedor, con instituciones de investigación más fuertes y dinámicas y con un tejido empresarial más innovador. (Lantos: SI el Ministerio de Ciencia e Innovación quería que España tendrá “Un porvenir capaz de afrontar, en mejor situación, los retos económicos, sociales y medioambientales de un mundo en continuo cambio, con una ciudadanía más procliva a la actividad científica y al espíritu emprendedor con instituciones de investigación más fuertes y dinámicos y un tejido empresarial más innovador”, no tendría de intentar incorporarse al grupo de países en lideres de Investigación, que también están basada en erróneo enfoque de investigar nuestros nuevos tipos de males y problemas, sino centrar e incluir en su programa de investigación la búsqueda de la causa de nuestros innumerables e interrelacionados males, evitar con ello a contribuir a sus progresivos empeoramientos.
Ministerio: España ha comenzando ya a construir ese futuro. El Ministerio de Ciencia e Innovación contribuye a hacerlo realidad día a día, desarrollando políticas efectivas al servicio de la ciencia, la tecnología y la empresa. Pero también generando la confianza necesaria en los agentes y en la ciudadanía, reforzando la convicción de que somos capaces de ser un país de referencia en ciencia e innovación.(Lantos: En este apartado, parece que el Ministerio está contento de los resultados “desarrollando políticas efectivas al servicio de las ciencias, la tecnología y la empresa”, sin darse cuenta de que estos resultados no sirven las verdaderas necesidades del hombre, y el justo y perfecto desarrollo de nuestro planeta del que depende el bienestar de todas las vidas que la componen.
Ministerio: Éstas son nuestras señas de identidad: la cooperación, la internacionalización, el espíritu emprendedor y la eficiencia. (Lantos: Para obtener el espíritu emprendedor y la eficacia El Ministerio de Ciencia e Innovación no tendría que buscar la cooperación y la internacionalización cuyos resultados tampoco sirven las justas necesidades de la naturaleza especial de la especie humana, sino centrar su programa de investigación en la causa de nuestros innumerables e interrelacionados males y con este nuevo y justo tipo de enfoque, enseñar el camino para el mundo la verdadera Innovación para el desarrollo de las ciencias.
Ministerio: Ésta es nuestra página Web. (Lantos: Este nuevo tipo de enfoque tendría que ser la página Web del Ministerio de Ciencia e Innovación para justificar la palabra de Innovación.
Madrid 19 de Septiembre de 2011
Francisco Z. Lantos Dr. Arquitecto
to ensayo, expuesto en el numero 19 de la revista anual MENSAJE de mi Centro de Investigación.
Cuánta razón tienes en tus palabras José Manuel. Como diría aquél, «con la Iglesia hemos topado amigo Sancho»… El horizonte no parece muy prometedor, ojalá nos equivoquemos aunque lo dudo mucho.
Un saludo
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SI MIRAMOS LOS TEMAS QUE TRATABAN EN EL ANTERIOR MINISTERIO DE CIENCIAS E INNOVACIÓN Y TAMBIÉN EN EL NUEVO GOBIERNO, DE PROBLEMAS QUE NO EXISTÍAN EN LA ÉPOCA DEL RENACIMIENTO Y QUE ALLÍ NADIE INTENTABA MEJORAR EL INMEJORABLE DESARROLLO Y FUNCIONAMIENTO, TANTO EN NIVEL PARTICULAR DE CADA CASO, COMO EN EL CONJUNTO DE NUESTRO PLANETA, QUE HOY POR LA INTERVENCIÓN DE NUESTROS “CIENTÍFICOS” ESPECIALIZADOS EN ESTUDIOS DE LOS NEGATIVOS MANIFESTADOS EFECTOS, CAUSADOS POR SUS INTERVENCIONES, INTENTAN BUSCAR SOLUCIONES PARA MEJORAR NUESTRA SITUACIÓN, PERO COMO NO HAY NINGÚN DEPARTAMENTO QUE BUSCA LA CAUSA DE ESTAS CONTRADICCIONES, ES SÓLO SI HUBIERA EXISTIDO JUSTIFICARA LA PALABRA “INNOVACIÓN”, QUE FIGURA EN NOMBRE DE ESTE MINISTERIO.
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