Es de sobra conocido que en este blog son muchos los posts que dedico a desmontar lo que en su día bauticé como “Marketing pseudocientífico”, término con el que me refiero al mal uso del lenguaje científico en la publicidad de muchísimos productos con el objetivo de confundir al consumidor.
En dichas entradas intento dejar claro qué hay de cierto y qué de falso detrás de alimentos, cosméticos, terapias, etc. que abusan de la terminología científica para reivindicar propiedades sin ningún rigor científico.
Si ustedes son seguidores de Scientia tendrán claro que siempre enfoco dichos posts desde el punto de vista de la bioquímica, la biotecnología, la nutrición o la química ya que esas disciplinas son las únicas en las que puedo defenderme medianamente.
Sin embargo hay un área de la ciencia que está íntimamente relacionada con el marketing pseudocientífico y de la que aun no he hablado, la neurociencia, y ya va siendo hora de que aterrice en el blog… pero no seré yo quien les hable de marketing y neurociencia.
Mi querida abuela, que el próximo jueves hará un año que decidió que a sus 95 tacos y con 15 hijos a sus espaldas ya era hora de irse a descansar, siempre repetía aquello de “zapatero a tus zapatos”… así que yo seguiré haciéndole caso y para hablar de marketing y neurociencia les voy a presentar a una neurocientífica.
En la charla TED que pueden ver a continuación Molly Crockett nos deja claro que los cerebros están omnipresentes en el marketing moderno: los titulares declaran que los sándwichs de queso ayudan a la toma de decisiones, mientras que una «neurobebida» dice reducir el estrés. En esta charla directa al grano, Crockett explica los límites de interpretar datos científicos, y por qué todos tendríamos que estar al tanto de ellos.
Son solo 11 minutos pero no tienen desperdicio. Espero que les guste.
Jose
Nota: Se me olvidaba. Tuve conocimiento de esta charla gracias al gran Dani Torregrosa, responsable del mítico blog «Ese Punto Azul Pálido». Gracias, amigo.
Pingback: Marketing y neurociencia: cuidado con las neurotonterías
Gracias a ti, maestro. 🙂
😉
Hay una cosa que mucha gente parece no entender: una misma molécula (un neurotransmisor) no tiene por sí misma un efecto, sino que depende de en qué lugar actúe, a qué receptores se une y qué cascada de transducción de señal active. Y un mismo neurotransmisor puede ser utilizado por distintas neuronas en regiones muy distintas del cerebro, con efectos muy distintos.
Esto lo digo a raíz de lo de la oxitocina y porque me recuerda a aquella señora que iba por los programas afirmando que, como en nuestro sistema entérico (una parte del sistema nervioso que inerva el sistema digestivo) se libera serotonina, la clave de nuestra felicidad está en comer bien. Por esa regla de tres, también podría usarse para el Párkinson en lugar de suministrar L-dopa, porque al comer también se libera dopamina.
Por otro lado, a mi padre le entrevistaron para un periódico, para hablar sobre su investigación sobre adaptación de plantas de cultivo a incrementos de CO2 atmosférico. Se le ocurrió comentar algo sobre propiedades del trigo para lavar la ropa. El titular fue: el trigo lava más blanco
Muchas gracias por tu aportación 😉
!Genial¡ Gracias por compartir 😉
Gracias 😉
http://www.mujerhoy.com/salud/consulta/alimenta-cerebro-chocolate-739287082013.html
Este enlace es de un artículo del 16 de agosto de Mujer.hoy, y lo tiene todo: Neuromarketing, chocolate para alimentar al cerebro, la referencia de la revista ‘Neurology’ (en vez la imagen de un cerebro)…, en definitiva, que no tiene desperdicio. Se puede incluso dejar entre ver, que en breve comercializarán el chocolate como producto funcional (a cuento del post de los esteroles)…
Un saludo
Interesantísimo. Me lo guardo como posible post 😉
Al fin de cuentas el consumidor tiene la última decisión si adquiere o no los «sándwichs de queso» o las «Neurobebidas», por medio de Marketing primeramente se da a conocer la marca, el producto o el servicio, para después crear una relación con el cliente.
Sin olvidar si el producto es de calidad y utilidad.
Este tío no dijo nada
Parece que este tío no ha entendido el engaño sin base científica de los métodos que Neuromarketing emplean para vender sus falsos productos al consumidor con los productos que compra.
Muy interesante la charla y muy real, Jose. Hace poco recibí unas llamadas de una empresa publicitaria para colaborar en una campaña internacional. Tenían muchos medios y eran amabilísimos pero querían una respuesta cerebral limpia a un producto y eso es prácticamente imposible, pero me di cuenta de la fuerza de esa «imaginería» neurocientifica para apoyar la campaña mediática. Gracias por el post.
Pingback: Leer la mente vs. leer el cerebro. | Psicoloquio