Aunque dicen que el Viernes Santo es uno de los peores días del año para publicar, no he podido resistirme a enseñarles este vídeo que me ha enviado el gran Pablo Toledo (amigo y aunque no lo parezca buena persona). En él se juntan dos de mis grandes pasiones: la ciencia y el deporte.
Cuando nos hablan de ciencia en el ciclismo solemos asociarla a dos situaciones. Por un lado al desarrollo de nuevos materiales con los que fabricar bicicletas, cascos, maillots, etc. que permiten al ciclista ganar en velocidad y seguridad. Por otro lado al maldito dopaje, ya que la ciencia ayuda tanto al desarrollo de nuevas sustancias dopantes como a la elaboración de nuevos métodos analíticos para la lucha contra el doping. Sin embargo, poca gente sabe que los equipos ciclistas tienen muy en cuenta a la hora de preparar el final de una carrera fenómenos físicos tan importantes como la aceleración, la velocidad, la fuerza de rozamiento o el gasto energético.
Pues bien, observen este maravilloso vídeo que me mandó Pablo y en el que les ruego aprecien dos cosas: i) nada de lo ocurrido en un sprint ciclista es al azar; ii) la ciencia tiene un papel fundamental en el resultado final de un sprint ciclista. Alucinante.
Pero por si se han quedado con ganas de más les voy a enseñar otro vídeo donde se aprecia con exactitud como un equipo ciclista no solo se protege del viento de costado formando los famosos abanicos sino que se aprovecha de ellos para atacar a los rivales.
Jose
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