Querido alumno que estás haciendo las pruebas de acceso a la universidad,
En primer lugar quiero desearte mucha suerte. Si estás tranquilo todo saldrá bien y dentro de poco te convertirás en un miembro más de la comunidad universitaria. Para que alcances el éxito que mereces, y siempre desde el cariño y el respeto máximo, permíteme que te dé unos pequeños consejos que te ayudarán en el presente… y en el futuro:
1) No conviene venir a examinarte equipado con la camiseta de ningún club de fútbol, sobre todo si es blanca y lleva un 7 y el nombre de un tal Ronaldo escrito en la espalda. Podría ocurrir que un profesor te pregunte qué carrera vas a cursar y no sólo sea la que él dirige sino que, además, sea del Barça. O incluso podría ser peor. Cuenta la leyenda que entre el profesorado de la universidad hay gente del Atleti. Son peligrosos. Estando en Murcia un polo rojo es fácil de conseguir y no corres riesgo alguno.
2) Por favor, no dejes tu coche, moto o bicicleta “esparcido” por los parkings. Hay unos sitios, marcados con unas líneas blancas en el suelo, donde estoy seguro que tu medio de transporte se puede aparcar sin molestar al resto. Se llaman aparcamientos. Búscalos.
3) Las cafeterías no son las barras de la plaza de toros donde se celebra un festival de música alternativa. Tenemos una forma de organizarnos. Funciona así: el que llega antes tiene prioridad. Pide, paga, come y se va. Mientras no te toque esperarás pacientemente tu turno. Los codazos, gritos y demás están mal vistos en la universidad. Bueno, hay otro tipo de codazos que son habituales entre miembros de la comunidad universitaria pero esos, por ahora, no te interesan.
4) Si alguien con una camiseta de Gandalf entra en la cafetería que has invadido no es buena idea descojonarte. Es posible que sea un profesor friki que un día te dé clase. Ese día, si llega, desearás ser un Hobbit y que te trague la tierra. Hazme caso. Sé de lo que hablo.
5) Si en la puerta del aula hay un cartel con el siguiente texto “De González Nieto a Nicolás Sánchez” y tus apellidos son López Martínez no empieces a pegar gritos, no pongas ninguna reclamación y mucho menos montes un pollo en conserjería culpando a todo quisque de ineptos. La letra “L” se encuentra entre la “G” y la “N”. Entra en ese aula y haz tu examen. Sí, esto ha ocurrido. Incluso quien lo hizo luego se intentó excusar diciendo que es “de ciencias”. Sin comentarios.
6) A los exámenes de acceso a la universidad se viene con los deberes hechos. ¿A qué me refiero? A que cada tres minutos no debes levantar la mano para pedir permiso para hacer pis, ni para pedirle la calculadora al compañero ni para solicitar un bolígrafo porque te has quedado sin tinta. Ven preparado… y meado.
7) No copies. Llevas muchos años esperando este momento y no es bueno tirar por la borda el trabajo hecho. A estas alturas en la universidad lo hemos visto casi todo. Desde la típica chuleta hasta los más sofisticados auriculares que te permiten estar en contacto con alguien que se encuentre fuera del aula. Bolígrafos tuneados, chips prodigiosos, móviles camuflados. Sí, ya lo sé, tu método es infalible y nunca te han pillado… pero no te puedes imaginar la cantidad de políticos que dicen eso todos los días y luego se ven en la trena. No lo hagas.
8) Al salir de tu examen debes ser agradable con tus padres que, nerviosísimos, te están esperando. Ellos no solo llevan todo el año sufriéndote sino que estos días se pasan horas sentados en un coche esperando que tu acabes tu examen mientras se muerden las uñas. Cuando los veas no les digas con malos modos que “no quiero hablar del examen”…porque es posible que algún día un mal profesor te repita esas mismas palabras cuando tú vengas a reclamar tu nota. No lo olvides.
9) Importante. Tras finalizar el último examen de acceso a la universidad y cuando te dispongas a abandonar el campus universitario no creas que estás en la Rúa del Barça festejando el triplete. No hace falta que te quites la camiseta, pegues gritos, lo celebres descorchando cualquier brebaje…piensa que te puede estar viendo cualquier futuro profesor y esa imagen jamás se le olvidará. Espera a estar lejos de la universidad para perder la cabeza. Luego, piérdela. Probablemente será la última vez que tengas algo que festejar en años.
10) Como comprenderás, querido futuro alumno, todas estas normas tendrán vigor hasta la fecha en la que le toque hacer las pruebas de acceso a la universidad a mi hija. Ese año valdrá todo y pobre de ti si te quejas o le pones mala cara.
Me despido volviendo a desearte mucha suerte y, aunque no debería reconocerlo ya que tengo fama de profe duro, te aseguro que uno de los días más bonito del año para un profesor de universidad es hoy, cuando se os ve nerviosos, desubicados pero tremendamente ilusionados por acceder a la que durante muchos años será vuestra casa.
Con cariño,
Jose
SCIENTIA 
Magnífico y divertido post. Comparto entre amigos y alumnos. Gracias
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Leí este post y uno que se titulaba «La elección de la carrera y la pérdida del espíritu universitario» e indudablemente recordé cuando llegué aquí a España desde un sistema educativo sustancialmente diferente. Vine de Venezuela hace 7 años, había iniciado una carrera allí y por cosas del destino preferimos mudarnos.
Mi primer año en la Universidad(e) española conocí la burocracia y el desdén de la institución, finalmente me pude matricular en febrero en Economía (carrera que inicié en Vzla). Hice un par de materias ese año, con antagónico un profesorado, uno con metodología arcaica de interacción cero y otro cuyo dinamismo asustaba al alumnado.
Del primero, bastaba con estudiar de la wikipedia para aprobar, no había merito alguno salvo soltar en el folio lo que él deseaba leer, lo sufrí en carne propia durante mucho tiempo. En economía hay varías «teorías del valor», pero para ellos existía solo una, la de Marx. Pero yo soy bastante heterodoxo, respondía lo que deseaba según los autores que consideraba, peor no, eso no valía, querían sus respuestas, dos años después me cansé y dejé a otros autores de lado, respondí lo que querían y me libré de 4 estructuras económicas en menos de un mes. Impensable que en una carrera donde hay múltiples visiones (sobretodo cuando se pregunta sobre teorías del valor a secas como verdad única) y solo se adoctrine en una, pero en fin.
Del segundo, wikipedia no bastaba, había que leer mucho, ¿sobre qué? sobre todo. Sociología fue de lo mejor, exposiciones, debates, confrontación de ideas… ideas. Cosas a la que estaba más acostumbrado (hice mi primera exposición con 10 años y desde allí 5 o 6 por año), era mi campo. El profesor no tenia (ni tiene) un alto nivel académico, pero le sobraba divulgación de conocimientos y motivación. Cuando expuse mi trabajo sobre exportaciones mis compañeros quedaron extrañados, claro no habían visto que un alumno hablase sin un folio durante una hora sobre un tema especifico. Al terminar escucho a lo lejos «joder, habló una hora sin leer». (Había puesto el listón alto, expuse de primero)
En ese momento pensé que sacar la carrera sería relativamente fácil, pero no, nueve de cada diez profesores fueron como el primero, fue toda una experiencia llena de frustración, debí admitir que debía escupir en los exámenes teorías dos generaciones más atrasadas de forma permanente hasta el fin de la carrera, con sus excepciones.
Mi penúltima defensa se saldó con una matricula (la única que tengo), hice una exposición técnica sobre «Derechos de propiedad en bienes públicos: Sector pesquero.» Me halagó mucho que el profesor dijese que tenia «calidad docente» a lo que respondí que no tenía notas, ni calidad suficiente.
Una vez propuse a un profesor realizar un debate entre tres paradigmas económicos: mercantilistas, fisiócratas y liberales. Le argumenté que nos forzaría a estudiar ventajas y desventajas de cada teoría, reforzaríamos nuestra capacidad de argumentación y de expresión en público y la capacidad de asumir papeles. Su respuesta fue un no, el examen bastaba.
Esto es un poco mi experiencia en el grado de economía en una universidad(e) de más de 500 años. No puedo decir que todas las universidades españolas pasan por una crisis (mi hermana estudia una carrera en ingles en una universidad pública española), pero sí hay cierto atraso en algunos núcleos que desmotiva tanto a los alumnos como a profesores.
Ánimo en su labor divulgadora.
Saludos.
ESTUPENDO
reunes tres cualidades,el orden cada uno es libre de considerar
– eres riguroso con la ciencia
– tienes sentido del humor
-eres del Barça
🙂
No se si afortunada o desafortunadamente, mi hija empieza este año 1º de bachillerato y no tendrá que hacer la PAU, tendrá que hacer frente a una reválida, como en los viejos tiempos.
Genial, genial, y menos exagerado de lo que algunos puedan pensar (fui profesor de física y química, con inmerecida fama de durillo, juro por mis muertos que nunca fui duro, que los blandos de mollera eran ciertos discípulos míos, y comparto plenamente los diez consejos. Gracias por hacerme reír escribiendo simplemente la verdad.
La norma que más me ha gustado ha sido la 10. Di que sí!!!
Maravillosos consejos, dados con buen humor.
Importantes consejos, con muy buen humor.
Llevo años siguiéndole, pero hoy he estado a punto de no pasar del primer punto. Esa velada amenaza (pseudohumorística) a los que son «del Madrid» me parece fuera de lugar con respecto a las otras nueve, que son de sentido común. Mezclar forofismo (pulsiones personales e irracionales) con aprendizaje universitario me parece fuera de lugar y desde luego no científico. Me parece una magufada de órdago, similar en nivel a los anuncios de actimel, etc, que tan magistralmente retrata en el blog.
Patinazo grave en ese punto según mi modesta, o, molesta opinión.
Un saludo, y le seguiré leyendo como hasta ahora
John Smith
¿Un poco de humor lo entiendes como una magufada? ¿Amenaza? EN fin…
Jamas habria sospechado que me eliminaran un comentario en este blog.
Triste.
Un saludo.
¿SABES? Trabajo y no puedo estar pendiente del blog todo el día. Lo he aprobado en cuanto lo he visto (sólo unas horas más tarde de tu envío).
Estimado Don José Manuel:
Le ruego acepte mis más sinceras disculpas por este comentario. No he estado afortunado y me he equivocado completamente, por lo que le solicito, si tiene a bien, borrar este comentario, y si no es así, dejarlo como está para mi vergüenza.
Un saludo, y perdone que me haya comportado así.