¿Influye el etiquetado “ECO” en nuestra percepción sensorial y económica de los alimentos?

Logo de alimentos ecológicos

Logo de alimentos ecológicos

Llevo tiempo sin escribir sobre uno de los grupos de alimentos que más polémica levantan: los ecológicos. Sin embargo, ayer noche ocurrieron dos hechos que me han obligado a volver a las andadas. Por una parte cayó en mis manos un artículo científico publicado en PLOS One que viene a respaldar una de las teorías que defiendo en el campo de los alimentos ecológicos y que está relacionada con la percepción que tiene el consumidor sobre sus características sensoriales. Por otro lado, mis amigos @elbuhodelblog y @DaniEPAP me enviaron una fotografía que tomaron en la puerta de una “curiosa” tienda de alimentación en Donostia que me dejó helado. Empecemos por el final.

A pesar de que el tema de la quimiofobia ha sido objeto de diferentes posts-denuncia en Scientia, estoy plenamente convencido de que hay que seguir luchando contra esta peligrosa moda que no solamente se ha instalado en la publicidad de muchos productos, sino que ya ha llegado a las tiendas de alimentación… y si no me creen observen la siguiente fotografía muy detenidamente.

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¿Sin transgénicos? Desgraciadamente me lo creo. Debido a razones sin ningún fundamento no hay productos transgénicos en estas tiendas. ¿Sin químicos? No me lo creo… y si es cierto preferiría no comprar nada de lo que se venda en esa tienda por riesgo a intoxicarme.

Sin embargo, el post de hoy aborda el tema de los alimentos ecológicos así que centren su mirada en la parte izquierda de la imagen. Junto al surrealista mensaje que aun estoy intentando descifrar de “alimentos con vida” se puede ver una caja de “naranjas bio” al módico precio de casi dos euros el kilogramo… más del doble de lo que cuesta un kilo de naranjas no ecológicas. Por si faltaba poco en la fotografía se puede leer que son “naranjas ecológicas recién cogidas de Xátiva”… a pesar de que se vendan en una tienda de San Sebastián a cientos de kilómetros. No entiendo nada.

Logotipo-y-etiquetado-alimentos-ecologicosPues bien, esta fotografía que ustedes han visto está íntimamente relacionada con una teoría que mantengo desde hace años sobre los alimentos ecológicos pero de la que nunca he escrito en Scientia. Como ya hemos comentado varias veces no existe ninguna evidencia científica de que los alimentos ecológicos sean de mejor calidad nutricional o más saludables que los alimentos convencionales. Debido a ello los defensores de este tipo de productos a menudo recurren a justificar su elevado precio agarrándose a su mejor sabor en comparación con los alimentos tradicionales… o al respeto al medio ambiente (cosa que tampoco está demostrada).

Sin embargo, siempre he pensado que la opinión de las personas que consumen alimentos ecológicos sobre sus características sensoriales está profundamente sesgada por diferentes variables, entre las que se encuentra el precio… ¿o me van a decir ustedes que si pagan por un producto ecológico que no tiene especial valor nutricional o sanitario más del doble (a veces el triple o el cuádruple) que lo que cuesta su homólogo tradicional van a decir que sabe o huele peor en el caso de que sea así? En mi opinión, no.

Pues bien, mi particular y discutible teoría acaba de recibir un espaldarazo por parte de un grupo de investigadores suecos de la Universidad de Gavlë que acaban de demostrar la gran influencia que tiene el etiquetado ecológico en la percepción sensorial que el consumidor tiene del producto alimenticio…aunque éste no sea ecológico. Les cuento.

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Los responsables del artículo  publicado en Plos One seleccionaron a 44 consumidores entre los que habían personas muy involucradas en el respeto por el medio ambiente (definidas extrañamente como grupo de “alta sostenibilidad”) y otras a las que no les importaba tanto (definidas como de “baja sostenibilidad”)… los conejillos de indias estaban servidos.

Pues bien, en un primer experimento los investigadores dieron a probar a ambos grupos de consumidores dos tazas de café… pero les mintieron asegurándoles que una de las tazas llevaba café ecológico y la otra no ecológico cuando en realidad las dos tazas llevaban la misma composición. Los resultados fueron sorprendentes… o no tanto.

Taste ratings of coffee called ‘eco-friendly’ and ‘not eco-friendly’, respectively, by participants classified as high and low sustainability consumers in Experiment 1.

Taste ratings of coffee called ‘eco-friendly’ and ‘not eco-friendly’, respectively, by participants classified as high and low sustainability consumers in Experiment 1.

Todos los participantes encontraron diferencias entre los “dos tipos” de café. 27 de ellos escogieron el ecológico y 17 el no ecológico… pero esto no fue lo que más me impactó del estudio.  El 74% de los consumidores de “alta sostenibilidad” preferían el sabor del café ecológico ante el  no ecológico … incluso estaban dispuestos a pagar un 25% más por él. Mientras tanto, los voluntarios menos preocupados por la sostenibilidad se decantaron prácticamente al 50% por las “dos alternativas”… y por supuesto no estaban dispuestos a pagar más por uno que por el otro si no apreciaban diferencias sensoriales.

The price participants (classified as high and low sustainability consumers) were willing to pay for coffee called ‘eco-friendly’ and ‘not eco-friendly’, respectively, in Experiment 1.

The price participants (classified as high and low sustainability consumers) were willing to pay for coffee called ‘eco-friendly’ and ‘not eco-friendly’, respectively, in Experiment 1.

Antes tales resultados los investigadores suecos diseñaron un segundo experimento. Era exactamente igual que el anterior pero a los catadores no se les dio información previa sobre si la taza era ecológica o no ecológica (en realidad volvía a ser la misma). Tras probarlas escogieron cuál de las dos preferían (preference condition) y a continuación se les informaba (engañándoles) qué tipo de café habían elegido. A la mitad se les dijo que habían elegido el ecológico y a la otra mitad que habían escogido el no ecológico. En ese momento los puntuaban tanto en preferencia sensorial como en lo que estarían dispuestos a gastar en ambos tipos de café… y los conejillos de indias cayeron en la trampa.

Una vez que se les dijo qué café era el que habían preferido lo puntuaron mejor desde el punto de vista sensorial con diferencias muy significativas respecto al que habían descartado… no iban a ir en contra de sus decisiones anteriores. Al menos eran coherentes con ellos mismos. Sin sentido, pero coherentes. Fíjense en la siguiente figura.
Taste ratings of coffee called ‘eco-friendly’ and ‘not eco-friendly’, respectively, by participants classified as high and low sustainability consumers in Experiment 2, who either took part in an eco-preference condition wherein participants were told that their preferred coffee is the ‘eco-friendly’ alternative or in a non-eco-preference condition wherein participants were told that their preferred coffee is the ‘not eco-friendly’ alternative.

Taste ratings of coffee called ‘eco-friendly’ and ‘not eco-friendly’, respectively, by participants classified as high and low sustainability consumers in Experiment 2, who either took part in an eco-preference condition wherein participants were told that their preferred coffee is the ‘eco-friendly’ alternative or in a non-eco-preference condition wherein participants were told that their preferred coffee is the ‘not eco-friendly’ alternative.

Pero las sorpresas no acababan ahí. Los voluntarios de “alta sostenibilidad” que habían preferido claramente el café no ecológico dijeron que seguían estando dispuestos a pagar más por el café ecológico… ya que anteponían el respeto por el medio ambiente a sus preferencias gustativas. El caos en las respuestas era total. Me estoy imaginando las caras cuando se les informase de que las dos tazas eran iguales.

Para comprobar la veracidad de estas afirmaciones en las que anteponían los argumentos medioambientales a los sensoriales, y descartar que las hiciesen para “dar una respuesta políticamente correcta”, el equipo de investigadores llevó a cabo un tercer experimento.

En esta ocasión la prueba era exactamente igual a la primera (se les dijo previamente a la cata que estaban ingiriendo una taza de café ecológico y otra de no ecológico) pero con una pequeña variación. Ante la pregunta de cuál preferían un grupo de catadores escogidos al azar respondió públicamente mientras que otro lo hizo de forma anónima. De esta forma se intentaba saber si aquellos catadores que habían expresado una mayor preferencia por las características sensoriales del café ecológico cambiaban de opinión al no hacer público su veredicto. La hipótesis que barajaban los investigadores era que, a veces, el “quedar bien” ante el resto de la población puede hacer que cambiemos nuestra opinión sobre un producto alimenticio relacionado supuestamente con responsabilidades sociales o medio ambientales.

cafe-ecologico-peru-18007Pero esta hipótesis no se confirmó. Los resultados se reprodujeron lo que significaba que todos aquellos que habían manifestado públicamente una mayor preferencia por el café ecológico (o que creían que era ecológico) lo volvían a hacer en privado… a pesar de que no había diferencia entre ambos tipos de café.

Estimados lectores, en este trabajo se muestra que las etiquetas ecológicas no sólo promueven la disposición a pagar más por un alimento, sino que también sorprendentemente parecen mejorar la experiencia perceptiva del gusto del producto.

Los resultados presentados hoy en Scientia demuestran que la percepción no es un simple resultado del registro sensorial de colores, sabores, aromas, etc sino que está modulada por factores cognitivos... pero esto no es nuevo.

En los últimos años se han publicado resultados que demuestran que mentir a la gente acerca de las características de un producto puede influir muy significativamente en su opinión acerca de las características sensoriales de los alimentos.

Un estudio de la Universidad de Cornell Food and Brand Lab. en el que se le dio a probar barritas nutritivas a un grupo de consumidores mostró que estos rechazaban aquellas en cuya etiqueta ponía que la soja era uno de los ingredientes… aunque en realidad no llevaba soja. En otro trabajo realizado por científicos de Caltech y Stanford los voluntarios dieron calificaciones más altas de sabor al vino que ellos pensaban que era más caro… aunque no lo era. Son las cosas del neuromarketing.

brain-neuromarket1-2Como pueden ver hay muchos estudios que demuestran que el consumidor es muy fácilmente manipulable a la hora de declarar sus preferencias por un producto u otro. Solamente hay que emplear adjetivos como eco, bio, sostenible o encarecerlos significativamente.

Concluyo, pero antes les voy a pedir un favor. Vuelvan a mirar la caja de naranjas “bio” de la primera imagen y respondan sinceramente. Después de lo que han leído… ¿creen ustedes que la opinión de los consumidores sobre las características sensoriales de naranjas bio “recién recogidas en Xátiva y vendidas en Donostia” a 2 euros el kilogramo podría estar sesgada tanto por el prefijo «bio» como por el precio? Yo creo que sí… sin duda.

Jose

Nota: Si crees que hay que difundir esta información puedes hacerlo pinchando en este enlace. GRACIAS.

Bibliografía:

Who Needs Cream and Sugar When There Is Eco-Labeling? Taste and Willingness to Pay for “Eco-Friendly” Coffee. Plos One, 2013. DOI: 10.1371/journal.pone.0080719

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63 respuestas a ¿Influye el etiquetado “ECO” en nuestra percepción sensorial y económica de los alimentos?

  1. Está claro…el bioecopostureo funciona y nos hace creernos sostenibles SIN necesidad de reflexionar si eso es cierto o no..
    Buen post.
    Un saludo

  2. Pingback: ¿Influye el etiquetado “ECO” en nuestra percepción sensorial y económica de los alimentos?

  3. Lo cual demuestra que el eslogan «el turrón más caro del mundo» fue un acierto. Muy buen post, como siempre

  4. Creo cada vez más que el nivel de cultura y sobre todo él de curiosidad esta por los suelos, hay una gran cantidad de borregos que siguen las indicaciones del pastor de turno o de moda.
    Y si se te ocurre pensar por tu cuenta o cuestionar algo te señalan al estilo de los Ladrones de cuerpos, cada día estoy más seguro de que esto va a terminar muy mal.
    Lo que tu cuentas es sólo una parte, yo la conozco de cerca y puedo asegurar que la diferencia que encuentran entre los mismos productos con distinto nombre es el precio, más caro = mejor.

  5. Vicente R. dijo:

    Es una herramienta de marketing, el consumidor debe informarse y elegir. A veces también nos gusta comprar en el corte ingles jejeje

    Otra perlada:
    http://ecocosas.com/eg/enganos-verdes/

  6. Ko dijo:

    Interesante artículo, pero me abre más dudas que respuestas. ¿La agricultura ecológica es, por lo tanto, una estrategia de marketing? ¿No es deseable intentar producir nuestros alimentos sin dañar el medio ambiente? ¿Son recomendables los fertilizantes y plaguicidas industriales? Sinceramente, me estoy armando un taco con este asunto.

    • Clara V dijo:

      Evidentemente es marketing. La etiqueta bio, eco o natural, sale de los mismos que producen con pesticidas y químicos, para así abastecer todo el mercado con el mismo producto. Dirigiendo el mismo producto a todos los sectores de la población mediante estrategias comerciales. Somos manipulables al 100% y tontos por no cuestionarnos las cosas.
      Prefiero tener mi huertecito hurbano y saber lo que como, aunque por desgracia sea dificil ya que no puedo producir para abastecerme todo el año.
      Me rio porque una de mis compañeras de piso paga por productos «bio» lo que no está escrito, y hoy me he dado cuenta que estaba consumiendo el mismo Kiwi que yo, (Zespri Gold) Sin etiqueta BIO, solo en la típica pizarrita de la tienda lo declaraban como bio. Lo más interesante es que ni se fijan el la pegatina que acompaña al producto. (Zespri Gold 3279 New Zealand).
      me declaro fan del efecto placebo!

      Muy interesante el post!

  7. javier dijo:

    Esto me recuerda un artículo de Investigación y Ciencia de hace muchos años en el que a un grupo de estudiantes les preguntaban su signo del zodíaco y les daban a cada uno un papel con las características personales atribuídas a ese grupo del zodiaco. Luego les preguntaban si consideraban que la descripción que habían leído reflejaba su carácter. La mayor parte respondió que lo que habían leído efectivamente correspondía con lo que ellos creían que era su carácter, el carácter de las personas que compartían ese signo del zodíaco. Ni que decir tiene que las descripciones que contenían eran idénticas para todos los signos del zodíaco…

  8. ccasanueva dijo:

    A) Que vivan los suecos 😉
    B) Me encanta el resultado: que sea tema psicológico (se lo creen) y no sociológico (están enrocados fardando)
    C) En el caso de las naranjas, la producción es más local que traerlas de sudamérica, por ejemplo. Y en mi opinión eso sí que influye en el sabor.

    Últimamente me ha dado por comprar cestas de productos ecológicos y locales porque en mi familia hemos llegado a la conclusión de que saben mejor. Objetivamente. Los niños las comen mucho mejor, no hay mejor prueba que eso, creo. Y aquí en Suecia, entre comprar fruta y verdura mala a partir de 2€ el kilo o comprar la eco a 3€ el kilo pues ya no hay tanta diferencia.

  9. gatameiga dijo:

    Pues a mi me pasa al contrario, es el precio a pagar por ser una estudiante pobre. Lo caro me sabe peor porque además me lo como con congoja pensando en todo lo que he gastado en X alimento, cuando podría haber comprado uno mucho más barato… Quizá cuando tenga una economía estable esa percepción cambie, pero de momento estoy encallada en «la comida barata está igual de buena» xD

    De todas maneras es un tema interesante, no me gusta la comida ecológica porque he leído mucho sobre ella y no solo una etiqueta ecológica ya no te asegura que esos productos hayan seguido una línea de producción determinada (por el increíble número de salvedades que existen), sino que además, dichas líneas de producción, incluso si se cumplen, tampoco aseguran una protección del medio ambiente, ya que la agricultura, por definición, daña el ecosistema, y todavía hay poco avance en los medios para evitar el desgaste de suelo, y todavía ninguno para salvar los problemas que son las grandes extensiones de monocultivo y la consiguiente pérdida de biodiversidad derivada de ello. Eso conduce finalmente a pagar más por un producto que no asegura ni mejor calidad, ni mejor seguridad (ya que, por algún motivo desconocido, los controles de sanidad de esta comida no son tan rigurosos), ni un menor impacto ecológico.
    Están jugando con las ganas de la gente de ayudar, y su ignorancia en estos temas, para venderle un producto irreal… Aunque bueno, eso es marketing, por desgracia pasa con la mayoría de productos que llegan a nosotros.

  10. Jose Manuel dijo:

    Hola, comparto casi todo lo que se ha dicho tanto en el post como en los comentarios. Sin embargo y al hilo de lo que menciona «ccasanueva» si que es cierto que la fruta (sobre la verdura no estoy seguro) que se compra en hipermercados, o más bien, que se compra envasada en bandejas, si bien tiene una presencia atractiva en términos de tamaño, formas y color, adolece de una falta de sabor importante e incluso a veces tiene «texturas extrañas». Entiendo que debe ser debido a una alteración de lo que podríamos llamar «ritmos naturales» de producción (crecimiento, recolección, etc) y no se si aquí, existe la contribución de productos que alteren dichos ritmos. Reconozco que no se nada al respecto, pero sin haber hecho ningún experimento, algo hay.

  11. Como siempre, interesante artículo.

    Sobre tu comentario respecto a que no está demostrado que los productos orgánicos respeten más el medio ambiente, la APA (Academia Americana de Pediatría) disiente. Sostiene que se ha demostrado que la agricultura ecológica tiene un menor impacto ambiental que la tradicional, como se comenta en este artículo (http://comeronocomer.es/rumores/alimentos-organicos-son-mas-nutritivos) escrito por Julio Basulto y Antonio Ortí.

    Un saludo

    • wer wer dijo:

      Es tan obvio que creo que es perder el tiempo argumentarlo. En fin, que viva la quimiofilia.

    • gatameiga dijo:

      Bueno, una vez leído el trabajo al que remite el artículo que has puesto ya estoy en disposición de comentar.
      Lo primero, veo que sí, se ha demostrado que la agricultura que emplea métodos tradicionales, el más interesante, bajo mi punto de vista, el de rotación de cultivos, que ayudan a recuperar suelo, y el menor uso de pesticidas sintéticos que se pueden filtrar a aguas subterráneas, que viene siendo un problema.
      Pero como ya dije, el problema es que esa etiqueta, no siempre asegura de que esto ocurra y que se sigan esos métodos en concreto.
      Además, el propio documento muestra cómo esta agricultura es mucho menos eficiente que la intensiva, y eso podría ser un problema a largo plazo.
      Soy de la opinión de que el modelo de agricultura actual tiene que cambiar, y mucho. Pero no con una regresión. Hay técnicas tradicionales que considero viables y muy recomendables, como tratar ciertas plagas mediante insectos que las controlen o rotar cultivos, pero debido a la cantidad de gente que somos y a lo recomendable que sería que cada país tuviera independencia alimentaria y pudiera tener una producción sostenible para no depender de otros, esto queda en insuficiente.
      Plantas que produzcan más frutos con menos agua, plantas no leguminosas que sean simbiontes con bacterias fijadoras de nitrógeno, plantas resistentes a heladas o a sequías… Y plantas que sin tener producción puedan, siendo plantadas en un terreno, ayudar a recuperar más rápidamente el suelo…
      Creo que cosas así sí serían realmente útiles, ya que lo que hay actualmente se queda corto. El hecho de que sea mejor que otra tampoco la hace buena, la agricultura sigue teniendo grandes problemas en cuanto a pérdida de suelo y biodiversidad, ambas opciones, aunque una tenga menos que otra, y eso, es preocupante, y mucho.
      Idear técnicas mejores para explotar recursos del suelo y aguas, es lo que deberíamos ponernos de objetivo.

      Pero bueno, reconozco que si pudiera fiarme del etiquetado de productos ecológicos, quizá me plantearía el esfuerzo económico, pero queda el último punto no comentado de seguridad alimentaria… No es la primera vez que saltan en las noticias intoxicaciones por productos ecológicos. Y sí, será egoísta, pero no voy a poner en riesgo mi salud a cambio de un supuesto beneficio ecológico del que no puedo estar segura.

  12. Miguel dijo:

    Hola.
    Lo primero que quiero es felicitarte por el merecido premio que has recibido recientemente.
    Por otro lado, recuerdo que hace unos meses leí, en prensa poco sospechosa de querer promover determinados tipos de productos, que frutas y verduras orgánicas presentaban mayores concentraciones de vitaminas y menores de bacterias resistentes a determinados antibióticos. ¿Sabes algo al respecto?
    Un saludo.

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  15. Muy interesante, y en cierta manera previsible (aunque siempre hay que hacer estudios y confirmar las hipótesis). Eso sí, una muestra de n=44 me parece a todas luces insuficiente, así como algo controvertido el asunto de las clases en las que se divide la muestra. Me gustaría ver un estudio con un tamaño muestral significativamente mayor.

    Por otra parte, es el mismo proceso de reafirmación que cuando compramos algo caro, un «capricho». Escribo desde un MacPro, y sí, sé que los componentes son de lo más normales, y que el precio está hinchado en un 30%, y justamente por eso lo «disfruto» más. Es decir: me empeño en sacarle virtudes, aún cuando sea complicado hacerlo. Ídem con un mueble o chaqueta que posea alguna cualidad que valoremos: aunque sea idéntico a otro, nuestra percepción será significativamente mejor si la piel procede de una curtidoría con una RSC rigurosa y transparente, o si para la fabricación del mueble se ha utilizado madera certificada con el sello FSC (aún cuando una explotación forestal sostenible y próxima a la fábrica puede ser más respetuosa a nivel ambiental).

    En definitiva, creo que debemos separar dos cosas: el disfrute del uso o consumición de la satisfacción por nuestra decisión de compra. ¿Está más buena la naranja? ¿Es más nutritiva, mejor alimento? Me la juego a que no. De hecho, ¡qué demonios!, no hace falta jugarse nada: está ya demostrado. ¿Estamos nosotros más contentos por haber escogido una opción de compra que se adapta más a nuestro estilo de vida -«high sustainability- o que, en cualquier caso, pensamos que es correcta, y proyectamos esa sensación sobre la naranja? Sí. Sin estar más buena, ni ser más sana, ni contaminar menos, la naranja nos proporciona más satisfacción. Y ahí la pregunta es: ¿debemos cuestionar que alguien pague más por sentirse más satisfecho?

    Mi opinión: quizás no, pero sí debemos ofrecer toda la información al respecto (ambiental, nutritiva y de seguridad alimentaria). Y entonces, si uno es feliz con sus manías, que se gaste el dinero en lo que quiera.

    ¡Ah! Y que hagan otro estudio. O hagámoslo nosotros, y sacamos un Plos ONE 😉

  16. maria dolores dijo:

    para mi, donde se ponga el sabor de un fuerte pesticida que se quite la agricultura ecológica.
    Yo tengo un huerto y cada 15 dias tengo que fumigar y a Dios gracias no tengo ni una plaga porque si vienen otras más, fumigo y las fulmino, nuevamente. Nada como los herbicidas para comer zanahorias. Si la vierais la zanahoria, grande, sin hierba al rededor ¡¡es maravilloso!!!. No solamente el sabor del herbicida que impide que salgan «malas hierbas», nunca mejor dicho. Sino el sabor del pesticida propio para la zanahoria, porque afortunadamente, tenemos un pesticida par cada ocasión, para cada época y para cada plaga y para cada alimento. Nada tan fascinante como el mundo de los pesticidas , plaguicidas. os invito a que no falte nunca en vuestra mesa.
    ¡¡QUE VIVAN LOS DISRUPTORES HORMONALES, QUE VIVIAN TODOS LOS VENENOS QUE MATAN TODO BICHO VIVIENTE Y DOLO DEJA EL TOMATE GRANDE Y HERMOSOS. Se puede saber para qué quiero yo en mi huerto, mariquitas, saltamoentes , y demás insectos asquerosos!!!!!!!!. Este articulo me ha gustado. Cientifico,desapasionado y muy informativo.
    ¿Por cierto? ¿A ti no te pagan las empresas fitosanitaria? pues hijo, estas perdiendo un dinerito estupendo.
    Gracias por estos saludables consejos

    • ccasanueva dijo:

      Hija, tranquila, que te va a dar un telele. Tanto sarcasmo junto no puede ser bueno para la salud. Luego decís de los pesticidas, pero el odio acumulado… eso sí que es malo. Te corroe por dentro, te carcome y te gangrena el alma. Igual que los disruptores hormonales esos. O peor.

    • Nanaki dijo:

      Me parece que no has entendido el artículo. No critica la agricultura ecológica, critica que te vendan como ecológico algo que no lo es

  17. biel dijo:

    Produzco agricultura eco y el primer sorprendido en el buen sabor y propiedades fui yo; también hay gente que no hace buenos productos eco y tb gente que vende caro lo «eco», pero en general los productores eco suelen ser más honestos y comprometidos con el medio ambiente.
    La prueba hubiera estado mucho mejor con alimentos eco y con características más gustativas y nutricionales.
    El articulo tiene poco conocimiento de los productos eco, lo cual es una verdadera lástima en un articulo de divulgación y cientifico

  18. Toñi Lopez dijo:

    Por dios Mª Dolores despues de leer tu comentario se me han quitado las ganas de comer verdura para siempre….

  19. Fran dijo:

    Soy un consumidor habitual de productos agroecológicos desde hace unos tres años. Cada mes he añadido más y más a mi cesta y personalmente, estoy mucho más contento con mi compra. Sus cualidades me gustan mucho más…pero lo que más me agrada es poner cara a quien produce mi comida, saber que mi dinero va para personas con las que me identifico en su filosofía de vida. Evitando en la medida de lo posible (que aún es poco) fomentar que lo que aquí sale barato se convierta en condiciones muy caras de explotación en otros países periféricos (los llamados subdesarrollados). Me encanta apoyar a gente que lucha por un mundo rural, por conservar una vida campesina, por las relaciones de comunidad… y sobretodo y en la gran mayoría de los casos por una alimentación suficiente y adecuada culturamente en todo el mundo, porque luchan por la Soberanía Alimentaria.
    Con todo esto quiero decir que no se puede pretender simplificar agricultura ecológica con una etiqueta. Además, teniendo como es mi caso también un contacto muy cercano con el mundo científico, creo que mi opinión de que se podrían enumerar cientos (o miles) de artículos dudosamente fiables no es muy desacertada. Por lo tanto, cada uno que opine lo que quiera y es lo bueno, pero cuanta más cercana es la información o la relación, más sencillo puede ser.

  20. perlita1 dijo:

    Tienes razón en que los consumidores en general nos dejamos influir por bellas palabras…pero ¿podrías explicarme por qué son más caros los alimentos sin procesar como las harinas integrales, el azúcar rubia, el arroz integral, por ejemplo? Se gasta menos en el producto y se cobra más?

  21. bea dijo:

    Sin entrar en huevos ecológicos del 0… ¿me estás diciendo que los huevos del 1 saben igual de mal que los huevos del 3…? Yo flipo.

  22. bea dijo:

    Estás comparando el café, que es de gusto amargo de por sí, y muy fuerte, donde es muy dificil establecer sutilezas, con todo lo demás… Me parece un poco falaz, ¿no? Sería, en todo caso, una falacia material. Ahora me acusarás de quimiofóbica o algo así, y te reirás de mi por comprar cosas ecológicas (según tú, y no según mi carrito de la compra, donde hay transgénicos). ¿Es lo mismo la escasa diferencia gustativa de un café frente a otro que la diferencia infinita entre un huevo campero y un huevo del 3? No me digas que es psicológico: la alimentación de las gallinitas influye hasta en el color de la yema (con lo que los huevos ecológicos del 0 salen perdiendo por especialmente insípidos). Además, las jaulas son crueles (motivo ético… ¿te molesta? Supongo que sí, ¿verdad?), casi tan tan crueles como los cebaderos de vacas del centro de España…donde la carne es casi casi tan mala como en EEUU (aunque eso es difícil de superar). ¿Te molesta también? Hay frutas ecológicas que saben mejor, porque con el precio algo más elevado (chico, yo no se en Madrid… pero en Asturias hay una diferencia de unos 0.20€…para fardar no llega), es lógico y supongo que cuidarán más algunos detalles, como el punto de maduración… antes de que me atribuyas algo que yo NO he dicho: lo importante en el sabor de la fruta es el punto de maduración, sea eco, sea transgénica, sea «convencional» y el empaquetado. Si lo envuelves en plástico, mal: se conserva mejor, y eso puede ser un plus dependiendiendo de situaciones concretas. Pero si una manzana Granny Smith transgénica (desconozco si existe) estuviera en el cajón de manzanas «normal», y se recogiese en su punto, sin madurar en cámara, sabría igual: SÍ. ¿Se hace así? NO. Ya está

  23. flagellum dijo:

    Efectivamente lo ECO no es sino otra forma de marketing, pero no es, ni la más peligrosa ni la más extendida. El estudio no es la mar de concluyente con esos Test Ratings y esa muestra, creo yo. No obstante si tanto influye la etiqueta ECO en nuestras mentes por qué los cafés más vendidos no la llevan. No será que influye más a la hora de vender la etiqueta ‘Famoso friendly’. La ilusión de coherencia y el autoengaño no es nuevo en psicología. Todos intentamos justificar nuestro gustos y hábitos, y amoldarlos a nuestras ideas. En vinos, por ejemplo pasa mucho, el precio de un VegaSicilia no se corelaciona con su taste rating, seguro, o con el placer que proporciona si es que se puede diferenciar de un vino bueno mucho más barato.

  24. José J. dijo:

    Me gusta que se ponga en duda y se reflexione sobre la agricultura ecológica, la cual creo que está muy sobrevalorada.
    Lo que no me gusta es que el artículo está basado en un estudio más, de los que ya sabemos que hay de todo tipo e intencionalidades.
    Pero bueno, con el nivelazo de entradas que se maneja aquí, normal que alguna no me guste tanto jeje
    Saludos! Y enhorabuena por el Bitácoras, de sobra merecido.

  25. Gerardo dijo:

    Sinceramente creo que hay que diferenciar entre la bondad o calidad de los alimentos ecológicos del marketing que se hace ofertándolos…
    Pertenezco a una grupo de consumo de ecológico de hortalizas y el agricultor que la fundó lo hizo después de la indignación que sintió al enterarse de que El corte inglés vendía las patatas ecológicas que él les vendía por 70 ptas a 700…
    Por eso digo que una cosa son las propiedades de los productos y otra diferente la manipulación al venderlos.
    Un saludo

  26. Realmente es complicado comprobar si los productos con etiqueta ecológica cumplen o no las cualidades que se les suponen, dentro de ese grupo habrá muchos que solo aprovechen para poner una etiqueta verde y triplicar el precio, por supuesto, pero realmente estoy de acuerdo con que hay productos naturales tradicionalmente agrícolas, que han perdido su sabor y el que piense que no que vaya a Mercadona y se coma un tomate de ahí que tiene sabor a plastiquete y otro recién cogido de una tomatera de Muchamiel! jejeje.

    blog.weareroamers.com

    • Facu dijo:

      Eso es cuando lo sacan de la planta antes de que madure completamente.
      Tengo entendido, y corrijanme si me equivoco, que así aguantan más el viaje hasta el supermercado. Si lo hicieran estando maduros, para cuando lleguen a destino (si éste esta lejos) lo harían podridos.

  27. Facu dijo:

    Lo mismo pasa con el papel higiénico, todo el mundo quiere limpiarse el culo con el papel más caro, dibujado, texturado y blanco del mercado, como si así se les limpiara mejor.

  28. raquel dijo:

    La publicidad, el engaño en el marqueting publicitario está en todo aquéllo que se puede vender, ¿por qué no iba a aparecer esta estrategia en los denominados productos eco?. De igual manera que hay empresas que no venden leche eco y hacen una publicidad sana y no engañosa hay también quién vende leche eco con publicidad sana y no engañosa. Tenemos que ser listos y saber quién vende y hacerciorarnos del origen del alimento, sino, no nos queda más que confiar, pero… ¿no lo hacemos ya con los productos que no son eco? Gustativamente habrá quien no encuentre la diferencia entre un pollo alimentado con maiz por ejemplo y libre en el corral con un pollo criado en una semana, medicado con antibióticos, alimentado con pienso transgénico y que beben agua a la que se le han metido también químicos para que no enfermen. Esto además de estar las pobres en un estrés extremo por no tener sitio ni para estornudar.
    Igual hay quién no note la diferencia, pero quién sí lo va a notar es tu organismo que se queda con todo los trans, químicos y antibióticos que se le ha dado al pollo.
    Esto es un ejemplo claro… lo mismo pasa con otros animales, con las verduras y todo lo demás.
    No sé hasta qué punto está justificado el alto precio de los productos bio, y en algunos casos pienso que abusan, pero es indiscutible que sí hay una diferencia y abismal. Muchos no ven la diferencia en el paladar, xq todo está tan industrializado ya, que pocas veces han comido algo auténtico de verdad. Pero tu cuerpo si nota esa sobrecarga de tóxicos (químicos, antibióticos, aditivos, etc..) que naturalmente sus consecuencias tiene. No pasan de rositas no…

  29. Daryl dijo:

    Diria más respecto a las naranjas. Ecologico se debe entender (como afirma Mulet y otros) a aquello que se ha cultivado conforme al reglamento y resto de normas de la UE. Todo lo demás son milongas. Lo «natural» no existe. ¿donde ecuentras naranjos que crezcan espontanemaente, no esten rodeados de otras especies y hierbas y se riegue solo con el agua que les cae del cielo?. ¿Que especies comestibles encontramos, de forma natural, en el bosque mediterréneo, en el sotobosque o en bosque atlantico? ¿Donde estan los tomates salvajes, el trigo silvestre o las mandarinas mostrencas?.

    Si vas de natural a tope y quieres cultivar citricos tienes que empezar limpiando un trozo de tierra. Eliminar lo que se denomina malas hierbas que en realidad no son ni buenas ni malas sino que no tienen valor alimenticio o de otro tipo para nosotros y su crecimiento entorperce, dificultar, anula, estropea el de otra especie, el citrico, que es el que nos interesa.

    Lo más natural seria que la madre naturaleza echara el agua cuando considere oportuno Pero como es caprichosa y no nos hace caso pues tendremos que llevar agua a la tierra. Hay que desviar agua de sus cauces naturales mediante azudes, norias, acequias, burros (usar motores seria «antinatural»), etc. Pero eso si ya sea con norias o con motores detraeremos agua de su curso «natural». Tambien podemos hacer pozos pero o estamos en la zona apropiada o habremos de recurrir a bombas pero en todo caso tambien quitamos agua de los «naturales » acuiferos. Despues tendremos que llevarla a la base del arbol bien sea por inundación o por goteo, pero en este caso tendremos que recurrir el «ecológico» plastico, y el bombeo del agua pero eso si gastaremos menos.

    Y como no se puede hacer rotación de cultivos (eso va bien con las patata o con las zanahorias) porque es un poco incomodo hacerlo con los arboles pues tendremos que estar año tras año con la labor de de limpiar hierbas, matar bichos, abonar la tierra porque la madre naturaleza es muy borde y los abonos naturales (arboles putridos, hierbas secas, excrementos de animales) implica que haya muchos bichitos o bichazos que se comen hojas, arañan troncos, etc. Además para algunos bichitos podremos usar productos tan naturales como el azufre o el cobre (o algunas de sus sales) que como todo lo natural debe ser «sanisimo» como se ve en la limpeza de aire que hay en fumarolas y zonas volcánicas.

  30. Francisco dijo:

    El post es bueno pero contiene algunos errores, temas archiconocidos (no son nada novedosos) y parece denostar cuestiones que se encuentran en el mismo plano de lo que el autor defiende. Me explico.
    Error 1. La manía de utilizar «demostrar» cuando se habla de fenómenos sociales. En ciencias sociales no se «demuestra» nada sino que los artículos «muestran» unos hallazgos. Sólo estudios meta-analíticos son los que pueden poner cierto orden. El estudio de PLOS One se realizó ¿con cuántos sujetos? Con las submuestras planteadas, los valores medios son poco adecuados y se debería utilizar estadística no paramétrica.. que no me aparece o no la he detectado ya que habla de medias y porcentajes. En ciencias experimentales sí se puede «demostrar», hecho que no ocurre en ciencias sociales o en experimentos donde no se controlan muchas variables (error por falta de validez externa).
    Error 2. Suponer que los factores considerados en el experimento son los únicos que explican de forma significativa las preferencias de los consumidores (que es un fenómeno psicológico, no lo olvidemos). Aspectos culturales, de nivel formativo, de implicación, etc., tienen un efecto importante que puede diluir perfectamente el efecto de otras variables que pudieran parecer significativas si se considerasen individualmente. En cualquier revista de cierto impacto en el área de marketing ese experimento habría sido rechazado por no presentar los controles y la argumentación necesaria para defender que las variables psicológicas externas, las socioculturales y las personales (formación, edad, etc.) no tienen influencia significativa.
    Error 3. Se confunde lo que es «significativamente estadístico» con «resultado relevante». Veamos las gráficas y veremos que las diferencias entre high vs. low sustainability consumers se mueven en el grango 4 a 5. Estadísticamente mostrarán diferencias significativas… pero para cualquier profesional del marketing (que no científico del marketing, ahora iré a eso) esas diferencias dicen poco o nada. Porque no hay forma de activar los recursos humanos, técnicos, monetarios y comerciales de las empresas para obtener beneficios con una rentabilidad suficiente (es que por ser empresas privadas buscan el beneficio… al igual que nosotros como individuos privados ¿o es que alguien pone en marcha sus recursos a sabiendas de que va a obtener pérdidas siendo ese su objetivo?). Muchas veces los científicos idolatran pruebas estadísticas para encontrar diferencias que la realidad (tozudamente) se encarga de responder «ya, pero no son relevantes».
    Sin embargo, en la gráfica de eco-preference vs. non-eco-preference, parece que las diferencias pueden ser más relevantes… porque no olvidemos que en una escala 0-6 (de naturaleza ordinal y dependiendo de los finos que sean los sujetos a la hora de emitir veredictos) el 3 suele significar «indiferencia», «no veo diferencia» o similar. El artículo no habla, en ningún caso de si los resultados son relevantes para algo (la argumentación incluida en el paper original es, además, criticable y en algunos aspectos dudosa)… y esto habría que recordárselo a los de PLOS One.

    Archiconocido 1. Desde los albores de la humanidad se sabe que es muy sencillo engañar al prójimo. El post parece señalar como sorprendente que esto ocurra… cuando es de lo más normal. Suelo decir que el deporte más prácticado en este planeta no es el futbol, soccer/balompié o atletismo. El más practicado es la mentira, en sus tres modalidades de «ahí queda», «porque me beneficia» y «porque te daña». La «manipulación» es una derivada primera de la mentira, aunque no siempre, porque también se puede manipular con la verdad. Todo eso se conoce desde época de los presocráticos.

    Archiconocido 2. Hay muchas personas usan una especie de «figura literaria de derivación» y así designan conceptos relacionados semánticamente con otros en cierto sentido usando una parte pero derivando el término original. Así se dice que los verduras/frutas llevan químicos cuando quieren decir que llevan pesticidas, «abonos químicos» (que sí, todo lleva química. Y física también) o transgénicos. ¿Por ignorancia? Sí, exactamente igual que cuando alguien ve que un partido político miente o un producto no tiene la función que publicita dice que es «Marketing». En los dos casos es absolutamente falso e incorrecto… pero es lo que hay… y se conoce desde el principio de los tiempos.

    Archiconocido 3. La influencia de la implicación en las decisiones, los sesgos de aquiesciencia o el hecho de enrocarse en una decisión tomada aunque se sepa que no es la correcta… se sabe desde hace mucho tiempo. En el post me da la impresión de que toma algunas cosas como sorprendentes y nuevas. Y no es así.

    Finalmente, hay que llevar un «poquito de cuidado». El marketing no es lo que hacen las empresas, de la misma forma que la farmacología no es lo que hacen las multinacionales farmacéuticas y el derecho que se aplica no es siempre el que viene en la norma y el espíritu para el que se aprobó dicha norma. Si somos personas cultas deberemos distinguir entre los fenómenos (sociales en marketing, moleculares/químicos en farmacología y jurídicos en derecho, con las prácticas malidicentes de empresas sin escrúpulos o abogados/as que se venden al mejor postor).

  31. juana dijo:

    Ay la química, la química…yo por eso no consumo nada de fruta ni verdura…la fotosíntesis puede matarte!!!!!!!

  32. Simplicio Simplicisimus dijo:

    Viendo los comentarios y el enlace que pones en uno de ellos para ilustrar a biel (http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22944875) está muy claro, Nicolás: The published literature lacks strong evidence that organic foods are significantly more nutritious than conventional foods. Consumption of organic foods may reduce exposure to pesticide residues and antibiotic-resistant bacteria. Insisto, ¿cómo puedes afirmar que no son más sanos la comida orgánica (alimentos ecológicos)?

    • ¿te has leido el paper entero? Creo que no, o no lo has entendido. También puedes leerte el informe de la EFSA que dice que los niveles dee psticidas empleados habitualmente no presentan ningún riesgo para la salud humana.
      Un saludo

      • Simplicio Simplicisimus dijo:

        Gracias por responder de forma tan educada. Hombre, mi nivel de inglés no es muy bueno, pero creo que entiendo el artículo en líneas generales y concluyo que el tema es, al menos, objeto de debate, por lo que no se le puede dar carpetazo. Además, eso de la EFSA de que (copio y pego) «Los niveles dee psticidas empleados habitualmente no presentan ningún riesgo para la salud humana.» me lo creo cuando los tomamos de uno a uno,… pero no para el cócktel de las pequeñas cantidades de los cientos de sustancias que se introducen en nuestro organismo con la dieta: Pesticidas y PCB, HAP, PBDE, PCN y dioxinas. Tal vez conviene leer a José Luis Domingo Roig, director del Laboratorio de Toxicología y Salud Medioambiental de la Universidad Rovira i Virgili (URV): «Desconocemos el impacto real de los contaminantes en la salud a través de la dieta». Y es que 1 más 1 no son 2 en toxicología. ¿Hay estudios que valoren ese impacto global, esas interacciones, ese efecto multiplicador? Y estudios como este, no te sugieren dudas??? http://naukas.com/2012/11/03/menos-dosis-mas-riesgo-la-paradoja/ ? Un saludo.

      • Hola,
        He leido a J.L. Domingo Roig, al cual respeto y admiro profundamente. También soy conocedor de lo que se publica en Naukas ya que pertenezco a dicha plataforma. Sin embargo yo más que en opiniones personales me suelo guiar por los informes oficiales de la máxima autoridad europea en materia de alimentación. Aquí te dejo el último sobre este tipo de productos:http://www.efsa.europa.eu/en/efsajournal/pub/3130.htm
        Un resumen en español lo tienes en esta página de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria http://www.aesan.msc.es/AESAN/web/destacados/efsa_plaguicidas.shtml.
        En este informe ratifica los elevados niveles de cumplimiento de la legislación sobre residuos de productos fitosanitarios en los alimentos durante los últimos años, de manera que en 2010 más del 97 % de las muestras analizadas cumplían con dichos estándares de seguridad alimentaria.
        Un saludo y gracias por comentar.

  33. jordicano76 dijo:

    Yo sólo digo que os comais un tomate «ECO» y uno de una gran superficie y hacer la prueba con quien querais con los ojos vendados y luego me explicais si se nota o no la diferencia….cualquiera que tenga la suetre de vivir en pueblos y haber comido tomates de verdad sabe que la diferencia es abismal..no necesito a suecos bebiendo café aguachirri con todos mis respetos…

    • gatameiga dijo:

      Pero eso no se debe al método de cultivo, como ya han comentado más arriba, sino del estado de maduración en el que se recojan, ya que los tomates en concreto no acumulan los elementos necesarios para su completa maduración antes de comenzar dicha maduración, como en otros frutos, sino que la planta va aportando esos elementos paulatinamente. Si el tomate se recoge verde, perderá sabor y textura por ese motivo, independientemente de qué tipo de fertilizante y químicos de control se hayan empleado. Por eso los tomates de pueblo saben mejor, porque se recogen maduros y se utilizan en el lugar, simple y llanamente.
      Para intentar paliar dicho mal puedes comprar frutas de tu zona o tratar de adquirirlas directamente del agricultor, si tienes oportunidad, así ayudas a disminuir el consumo de medios de transporte para mover la fruta de una punta a otra del país, y ayudas al pequeño agricultor si le compras directamente a él evitando intermediarios.
      Pero muchos productos ecológicos hacen también largos viajes, como los tomates, así que seguirán teniendo un sabor similar.

      • Dexe Lavos dijo:

        Estoy a favor de las tecnologías que aseguren la alimentación humana, en un escenario donde aumenta la población y se hace necesario de un uso mas eficiente del suelo, pero lo que si puedo asegurar con certeza es la diferencia del sabor, los productos del campo pues si saben mejor, y lo digo porque me crie en el campo, y por ejemplo -hay muchos otros casos- la gallina y sus huevos , son mas «sabrosos» que sus similares de una explotación comercial- actividad que también la he realizado-, y uno puede encontrar una diferencia sustancial en el sabor entre comer un pollo de campo -«organico, bio o eco» dirian otros- y el que uno se sirve en un cadena de comidas rápidas, o cualquier comedero urbano, pero realmente lo orgánico actualmente se ha convertido en un lujo, y un privilegio para pocos, se necesita mas espacio, mas tiempo de crianza o cultivo, incluso se ha de admitir más perdidas por mortalidad, por lo tanto su costo de producción es más elevado.

  34. Patricia dijo:

    Siento contradecirte porque me gusta tu blog, pero hay una catedrática del departamento de química que ha demostrado que los alimentos ecológicos si tienen más nutrientes, y evidentemente ningún tóxico, con lo que si mantiene la salud y por tanto la vida.

  35. Patricia dijo:

    El problema es que solo se estudia el residuo de los tóxicos en cada uno de los alimentos, limitando la cantidad de residuo que ellos consideran que es perjudicial por estudios que hacen con animales, pero no se valora la suma de los tóxicos de todos los alimentos.

  36. Patricia dijo:

    Me alegra ver tu respuesta, Maria Dolores Raigon de la UPV, tiene un libro muy interesante en la red, si no lo encuentras, me informo y te digo el título.

  37. Patricia dijo:

    Mi marido, es técnico agrícola formado en agricultura ecológica por la SEAE y esta colaborando en un proyecto, con la UPV y el ayuntamiento de nuestro pueblo para apoyar la agricultura ecológica y la venta local de los productos, con lo que contamos con bastante información al respecto.

  38. Patricia dijo:

    El libro es alimentos ecológicos, calidad y salud. Serías tan amable de decirme donde encontrar las referencias de su falta de rigurosidad de sus publicaciones?

  39. Gema F. dijo:

    Hola a tod@s desde un país donde los supermercados ecológicos hacen furor, Alemania:
    he descubierto este blog hace unas horillas y desde entonces no he parado de leer sus artículos. Con respecto a esta entrada he que decir que aunque me ha gustado bastante -me encanta ver que aún quedan personas en este mundo que saben expresarse a través de la escritura- me ha dejado un poco vacía: el producto con el que se realiza en experimento no me convence. Con el café se me antoja que es imposible apreciar su procedencia y calidad, ¡habría que ser todo un catador profesional! Estoy casi segura de que si se hubiesen escogido yogures, p.e., o leche, los resultados de los «conejillos de indias» habrían sido diferentes. Los yogures convencionales saben a medicina mientras que los ecológicos son una delicia… ¡y de lácteos saben los escandinavos mucho más que de café, seguro que no hubieran metido tanto la pata!

    Saludos

  40. Ricardo dijo:

    No será que el marketing de las grandes superficies es lo que os impide ver las ventajas de los productos ecológicos, vaya tela los que os creéis en posesión de la verdad…

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  44. ninabenito dijo:

    Uf… No sé por dónde empezar. Pues por el principio. Soy periodista, autora de un blog de cosmética ecológica y consumidora de productos ecológicos… Y adoro tu blog y todos los de Naukas (aunque muchos de ellos no sean aptos para una mente tan de letras…). Quizá esto pueda parecer una incongruencia, que una consumidora de productos bio se interese por la ciencia con mayúsculas, pero con mi comentario me gustaría contarte que no todas las personas que consumimos productos ecológicos somos unos quimicofóbicos (ser quimicofóbico es lo más absurdo del mundo, es como estar en contra del aire que respiramos), ni estamos cegados por el halo de las celebrities como Gwyneth Paltrow, ni somos personas poco o mal instruidas. Cuando entras en la facultad de Ciencias de la Información lo primero que te dicen es que los periodistas tenemos delegado un derecho tan imporante como el de la información de los ciudadanos, y que nuestra misión es informar a éstos de aquellas cosas que sean importantes con el famoso lema de ‘informar, formar y entretener’. Y yo me lo creí. Tras muchos años trabajando en medios de comunicación prestigiosos como el diario ABC, la agencia EFE o la Agencia Europa Press, el paro y un embarazo de riesgo me hizo pasar mucho tiempo frente al ordenador. Y así nació mi blog de cosmética ecológica. Poco a poco y tras mucho leer documentos científicos me he ido especializando en tóxicos.

    Y esa es la principal diferencia entre la agricultura ‘normal’ y la ecológica. No es que un tomate ecológico sea mejor que uno normal (eso te lo argumento más adelante). Es que el ecológico no lleva pesticidas tóxicos por eso son más saludables, porque no contienen (tantos) tóxicos. Cada vez son más las voces de científicos de primer orden que se alzan para hablar de los tóxicos con los que convivimos diariamente y que ingerimos a través de la alimentación, como es el caso del Doctor Nicolás Olea, Director del departamento de Radilogía y Medifica Física de la Universidad de Granada y Coordinador de investigación del Hospital de Granada. Olea lleva veinte años investigando sobre las relaciones del cáncer, los pesticidas y otros tóxicos, entre los que destacan los disruptores endocrinos, siendo uno de los mayores expertos en disrupción endocrina del mundo. Sus conferencias son muy interesantes y amenas.

    Además de todo esto es el representate de España en la comisión de disruptores endocrinos de la Unión Europea, tema que preocupa mucho por la cantidad de enfermedades que provocan, desde cánceres a diabetes, pasando por obesidad, problemas tiroideos y autonimunes, enfermedades neurológicas, alteraciones genitales y un sin fin de dolencias. Y muchos de esos disruptores están en los pesticidas, pero también en los parabenos, los plásticos que usamos en casa, los retardantes de llama, los juguetes (de niños y de adultos), las cajas de las pizzas (sí de esas que nos traen los motoristas), en las bandejas de poliestireno de la fruta, la verdura, el pollo y los cafés para llevar… Además, hay otras sustancias que se usan en los pesticidas que son bioacumulativas, tóxicas para la fertilidad humana, cancerígenas… En este sentido, el Doctor Miquel Porta Serra, Jefe de la Unidad de Epidemiología Clínica y Molecular del Cáncer del IMIM de Barcelona y uno de los directores del European Journal of Epidemiology, publicación científica sobradamente conocida, habla de esto. El doctor Porta es uno de los mayores expertos mundiales en cáncer de páncreas, y está realizando un estudio sobre los pesticidas y otros contaminantes ambientales, ya que tienen más que evidencias para sospechar que los tóxicos en los pesticidas son una de las principales causas del cáncer más mortal de todos (por cierto un estudio financiado mediante crowfunding, así de triste es la situación científica en este país, proyecto que os enlazo y en el que yo ya he colaborado y os animo a hacerlo http://www.precipita.es/proyecto/plaguicidas-y-otros-toxicos-ambientales-causas-del-cancer-de-pancreas.html) Y también te pongo una de sus conferencias https://www.youtube.com/watch?v=ZDwIePHnmrA. Y la lista de estudios en este sentido es interminable, de hecho el cremiento de estos estudios desde el año 2000 es exponencial y hay más que evidencias para sospechar que algo de verdad en ellos ¿el problema? Que no estamos hablando de relaciones causa-efecto directas y que la manifestación de esas enfermedades puede producirse décadas después de la exposición a los tóxicos e, incluso, haberse producido esa intoxicación en el seno materno, por eso la UE no se atreve a aplicar el principio de precaución determinado en el año 2000, porque las industrias agroquímicas se les echarían encima y porque la dilatación en el tiempo entre la acción y la reacción es muy amplia. Por eso lo importante de la agricultura ecológica no sólo son sus calidades organolépticas (que también son superiores sencillamente porque se recogen en el momento organolétptico óptimo, no cuanto están verdes y se almacenan en cámaras y son sometidas a procesos de etoxilación -con óxido de etileno calificado por la IARC como cancerígeno- para conservarlas mejor), sino el hecho de que para su producción no se han usado pesticidas que contengan algunos de los químicos sospechosos de ser cancerígenos, disruptores endocrinos, etc. (aunque no están exentos de tóxicos al 100% porque el aire, la tierra y el agua ya llevan parte de contaminantes, pero sí es cierto que la mayor carga de los mismos viene a través de los pesticidas. De hecho el doctor Olea reconoce que en algunas zonas de Andalucía se sigue usando el DDT para el control de plagas).

    Y eso de que no existe NINGUNA evidencia científica de que los alimentos bio sean mejores que los no bio… bueno es una afirmación tan genérica y categórica que me sorprende de una persona que busca el rigor científico, aunque reconozco que a todos nos es inevitable dejarnos llevar por nuestras filias y fobias. Nuevamente te dejo un estudio realizado por diversos científicos en Europa y presentado por el doctor Olea en el que se dan cuenta de los tóxicos que consumen los niños en su alimentación: https://www.youtube.com/watch?v=FKbo9oFLNy4 y otro estudio del Instituto de Medio Ambiente Sueco en en el que se detallan los tóxicos que consume una familia que se alimenta de productos ‘tradicionales’ y los niveles de tóxicos tras consumir productos ecológicos durante un mes http://ecocosas.com/salud-natural/familia-sueca-elimina-casi-todos-los-toxicos-de-su-organismo-solo-cambiando-su-alimentacion/ puedes bajarte el PDF del estudio original al final del artículo. También hay un interesante un estudio de la Universidad de Newcastle publicado en el British Journal of Nutrition los productos ecológicos presentan una mayor cantidad de antioxidantes, entre el 18 y el 69% mas, y menores niveles de metales tóxicos y pesticidas (entre 10 y 100 veces menores) que ha sido publicado en pubmed: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24968103. Y podría seguir ofreciéndote datos y estudios rigurosos y serios, pero creo que con esto te puedes hacer una idea de a lo que nos referimos cuando hablamos de la ‘agricultura ecológica’, más allá de una tendencia, una moda o un capricho hipster.

    Pero como en todo, en el mercado ecológico también tenemos nuestras ovejas negras. Creo que el estandarte ‘sin químicos’ nos hace más daño que cualquier otra proclama a favor del uso de pesticidas tóxicos. Es absurdo hablar de agricultura sin químicos o cosmética sin químicos, y si bien es cierto que aún hay muchas personas que venden fruta sin químicos, cosmética sin químicos o pollos sin químicos, y que sus palabras y carteles hieren a la vista y faltan a la verdad, los beneficios de sus productos sí tienen un respaldo científico y cada vez más estudios indican que la alimentación ecológica es mejor que el resto.
    Y quizá, esta es mi opinión personal, unas personas tan amantes de la ciencia como vosotros no le están haciendo un favor a otros científicos que llevan estudiando con rigor durante décadas el daño que los tóxicos están haciendo a nuestra sociedad, y sí les hace la cama a las grandes agroquímicas a las que, sin poder aportar datos científicos que lo corroboren, intuyo que nuestras vidas y el dolor que causan a millones de personas con sus productos tóxicos, muy poco les importa.

    Un saludo y muchas gracias por tus artículos, son geniales todos.

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