Los alimentos funcionales…¿Necesarios o simple cuestión de marketing?

Por fin me he decidido a hablar de mi tema preferido. Durante estos últimos meses he dedicado en Scientia diversos artículos a los alimentos transgénicos, ecológicos…pero aun no me había lanzado a debatir sobre el grupo de nuevos alimentos con más cuota de mercado actualmente…los alimentos funcionales.

Zumos enriquecidos en diferentes tipos de vitaminas, yogures de todo tipo, productos lácteos con ácidos grasos omega 3, son claros ejemplos de este tipo de alimentos que no faltan en ninguna superficie comercial.

Son muchos los términos que se han acuñado para nombrar a este nuevo tipo de alimentos (alimentos funcionales, alimentos de diseño, nutraceúticos, farmaalimentos, etc.) aunque existen significativas diferencias entre todos ellos.

Por esta razón, lo primero que debemos aclarar cuál es el verdadero concepto de alimento funcional, entendiendo como tal “aquel que le confiere al consumidor una determinada propiedad beneficiosa para la salud, independiente de sus propiedades puramente nutritivas”…Mal empezamos porque según esta definición “todos” los alimentos serían funcionales pero no seamos “tiquismiquis” y sigamos.

Aunque comúnmente se cree que un alimento funcional es un producto enriquecido, existen diferentes métodos para diseñar alimentos funcionales:

Eliminando un componente que cause un efecto perjudicial al consumidor en general o a un determinado grupo de consumidores. Ejemplos los tenemos en los alimentos sin gluten o un simple producto lácteo desnatado.

 – Aumentando la concentración de un componente que previamente ya poseía el alimento en cuestión, como es el caso de determinados productos lácteos enriquecidos en calcio, zumos de cítricos enriquecidos en vitamina C, etc.

Suplementando el producto inicial con alguna sustancia que previamente no poseía, como los productos lácteos ricos en ácidos grasos omega 3, fibra o jalea real.

 – Sustituyendo un componente con efectos perjudiciales sobre un determinado colectivo. Es el caso de los productos alimenticios en los que se sustituye la sacarosa por fructosa o helados en los que se han sustituido grasas saturadas por hidratos de carbono no solubles.

– Alterando la disponibilidad de alguno de los nutrientes presentes en un alimento, con el fin de obtener un efecto positivo sobre la salud. Los ejemplos más claros los tenemos en los productos ricos en fitoesteroles que reducen los niveles de colesterol.

Sin embargo, y antes de hablar en profundidad de este tipo de productos, tal y como pienso hacer en las próximas semanas, debemos hacernos una pregunta básica

¿Son necesarios los alimentos funcionales, son fruto de las nuevas tecnologías o simplemente son consecuencia de exitosas campañas de marketing?

Ya se pueden imaginar que, como es habitual en Scientia, iremos a contracorriente de la línea “oficial” sobre este tipo de productos…vayamos por partes.

1) ¿Son los alimentos funcionales fruto de las nuevas tecnologías?

La respuesta es clara: . El avance tecnológico y el conocimiento de nuevas metodologías son indiscutibles en el diseño y elaboración de nuevos alimentos.

Hace unos años sería totalmente impensable la existencia de productos cárnicos enriquecidos con componentes del pescado o de yogures en cuya composición encontráramos la presencia de fibra. Enriquecer zumos con sustancias liposolubles o usar péptidos de algas para introducirlos en productos lácteos parecía ciencia-ficción.

Hoy en día, el desarrollo de la Ciencia y Tecnología de los Alimentos ha provocado la existencia de estos alimentos en las superficies comerciales…y lo que falta por llegar.

2) ¿Son los alimentos funcionales consecuencia de las campañas de marketing?

Por supuesto. En los últimos años la publicidad de este tipo de productos es tal que a veces parece que son los únicos que podemos encontrar en los supermercados.

Un ejemplo. Todos los años les pongo a mis alumnos una actividad que les trae de cabeza…que traigan a clase un cartón de leche entera…pero que no lleve suplemento alguno…ni vitaminas, ni minerales, ni jalea, ni fibra….hagan la prueba…no es nada fácil.

Pero la mejor prueba del éxito de las campañas de marketing en el desarrollo de los alimentos funcionales la tenemos en los productos enriquecidos en los “nuevos” ácidos grasos omega-3.

Mucha gente no sabe que el término “omega”, que lo encontramos hasta en la sopa (nunca mejor dicho), se refiere únicamente a una nueva forma de numerar la posición del doble enlace en la cadena alifática del ácido graso. ..En vez de comenzar por un extremo de la cadena comienzo por el contrario…pero el compuesto es el mismo de siempre.

Es como si a mí a partir de hoy me llaman Pepe en vez de Jose y me venden como una nueva personacosa que tampoco estaría mal…

Y ahora la pregunta clave…

3) ¿Son necesarios los alimentos funcionales?

A lo largo de la historia, el hombre se ha alimentado sin la presencia de este tipo de alimentos, por lo que podemos afirmar que no son imprescindibles ya que una dieta variada y equilibrada no los necesitaría.

En los muchos debates que llevo sobre este tema siempre me encuentro con la opinión de los puristas de la nutrición. Son tajantes y en el fondo no les falta la razón: “tenemos los suficientes alimentos para que no hagan falta los alimentos funcionales”.

Pero aquí es donde, contrariamente, a las corrientes de actuales, mi opinión difiere de los nutricionistas.

Como comentamos en un anterior post, la primera Encuesta Nacional de Ingesta Dietética en España muestra, de forma contundente, las carencias en el consumo de determinados nutrientes por parte de los españoles.

Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición los resultados más alarmantes van referidos, entre otros factores, al poco consumo de verdura, legumbres y pescado, existiendo una gran carencia y desequilibrio en la ingesta de determinados macro y micronutrientes.

La consecuencia de todo esto es que las tasas de obesidad adulta en España son superiores a la media europea y las tasas infantiles están entre las más elevadas.

Una vez analizados todos estos datos, la pregunta que nos hacíamos anteriormente acerca de si eran necesarios o no los alimentos funcionales, paso ahora a expresarla de otra forma:

Si a pesar de tener en nuestro país todas las herramientas necesarias para llevar a cabo una alimentación sana y equilibrada, no consumimos determinados compuestos esenciales para nuestro desarrollo…¿Es perjudicial consumir alimentos funcionales que suplan estas carencias siempre y cuando su efectividad esté demostrada?…Mi respuesta es clara: NO.

Estoy totalmente de acuerdo con los puristas de la nutrición en que podemos comer equilibradamente sin recurrir a los alimentos funcionales…pero la realidad es que no lo hacemos

Seamos sinceros… ¿Qué porcentaje de la población española ingiere 4 raciones de pescado o de legumbres a las semana? ¿Cuántos consumimos 5 piezas de fruta al día? ¿Y de hortalizas y verduras?

No seamos «más papistas que el Papa» y obliguémonos a ingerir, vengan de donde vengan, los nutrientes necesarios.

Y entonces… ¿dónde radica el verdadero problema de los alimentos funcionales?

Una de las lagunas más acuciantes que presenta el campo de los alimentos funcionales es que, durante muchos años, no ha existido una legislación internacional que abarque todos y cada uno de los aspectos concernientes a este nuevo tipo de alimentos…y esto ha acarreado graves problemas.

La gran empresa alimentaria se ha aprovechado de esta situación para ofrecer al consumidor, a través del etiquetado y la publicidad del producto, todo tipo de beneficios para la salud…

Que si bajaban la tensión, prevenían enfermedades gastrointestinales, reducían los niveles de colesterol, curaban el cáncer…todo valía…hasta que se formó una comisión científica para intentar evitar los abusos…y esto a la industria alimentaria no le gustó nada de nada.

¿Sabían ustedes que esta comisión, constituida para evitar que se publicitaran en los alimentos funcionales determinados beneficios no demostrados científicamente, se reunió durante casi dos años llegando a un acuerdo final que fue rechazado posteriormente por otras instancias “no científicas” de la Unión Europea?

¿Se pueden imaginar las presiones existentes por parte de las grandes empresas para que un grupo de políticos se negara a aceptar lo que los mejores especialistas de alimentación mundiales habían acordado?

Afortunadamente, actualmente ya existe un reglamento que empieza a hacer estragos entre las empresas implicadas en la formulación de alimentos funcionales, obligándolas a demostrar todo lo relativo a su eficacia y toxicidad con el fin de minimizar el posible fraude …y la industria alimentaria está que trina

Prueba de ello es una serie de preguntas que dejo en el aire y que, a partir de las próximas semanas, intentaremos responder una a una… ¿Se han pasado los Lactobacillus al lado oscuro de la fuerza? ¿Y los famosos frutoligosacáridos? ¿Qué está pasando con el Actimel? ¿Por qué las grandes multinacionales alimentarias critican abiertamente a la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria?

Continuará…si me dejan….

Jose

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18 respuestas a Los alimentos funcionales…¿Necesarios o simple cuestión de marketing?

  1. Pingback: Alimentos funcionales: ¿Necesidad o cuestión de Marketing? | Noticias - d2.com.es

  2. dramey dijo:

    Tengo una duda sobre los «omega». A lo largo de la historia se ha demostrado que la quiralidad de las moléculas es muy imporante en los efectos que tienen en la salud. Por ejemplo (si no recuerdo mal) una variante quiral del ácido fólico es muy beneficioso para las embarazadas, mientras que la molécula quiral produce malformaciones en el feto. ¿Tiene alguna influencia la posición del doble enlace en la salud?

    • Hola y gracias por el comentario. La posición del doble enlace es absolutamente esencial en las propiedades del compuesto. Un ejemplo lo tienes en el ácido linoleico conjugado y el ácido linoleico normal. Solamente se diferencian en la posición de un doble enlace y los efectos son totalmente diferentes. Pero no sólo eso, sino que la posición espacial tambié. Por ejemplo. EL trans-resveratrol tiene muchos efectos positivos sobre la salud (o eso dicen) pero el cis-resveratrol no tanto. Espero haber resuelto tu duda.
      Un saludo.

  3. No sé si me adelanto a un futuro post, pero me encantaría saber si son beneficiosas las leches Omega 3, es decir, si ese añadido de Omega 3 resulta lo que promete, y las ventajas sobre las leches convencionales.

    Gracias!!!!!!!!!!

    • Te adelantaste Andrés!!jejeje
      Dentro de poco escribiré sobre ello pero ya te adelanto que depende del tipo de ácido graso omega 3, de la fuente, de la concentración y de la matriz alimentaria en la que se introduzca el omega 3…hablaremos dentro de poco.
      Un saludo y bienvenido!!

  4. buenas tardes, soy tecnóloga de alimentos y trabajo en el campo de los alimentos funcionales.Ante todo decir que estoy de acuerdo con lo que has escrito, al final es el dinero el que se aprovecha de todas las situaciones y confunde al consumidor y hasta que no se regularice la legislacion existente seguirá sucediendo lo mismo. Me gustaría,si me lo permites,hacer una puntualización y es que más que alimentos funcionales deberíamos hablar de ingredientes funcionales que son los que se encuentran en los alimentos,cuya función no es nutritiva pero sí mejoran o previenen diversas patologías y dan el nombre de funcional al alimento. Yo siempre lo explico así para no confundir a los consumidores. Un saludo. Un artículo muy interesante.

    • Hola Celia,
      muchas gracias por tu interesante comentario. Espero verte más a menudo por aquí.
      A mi me gusta diferenciar entre ingrediente funcional y alimento funcional. Un ejemplo. Un ácido graso omega-3 es un ingrediente funcional que tiene, in vitro, una serie de propiedades beneficiosas. Sin embargo, el alimento funcional es la leche (por seguir con el ejemplo) que contiene ese ingrediente funcional (Leche enriquecida con omega-3). ¿Por qué? Porque una característica que se le exige a un alimento funcional para poder denominarse así es que la propiedad beneficiosa la aporte el alimento en su globalidd y no el ingrediente funcional aisladamente.
      Las interacciones nutriente-nutriente siempre existen y hay casos donde, a pesar de que se ha demostrado que el ingrediente funcional es positivo, una vez que se introduce en el alimento pierde sus propiedades. Por esa razón a mi me gusta hablar de ingredientes funcionales (omega-3) y alimentos funcionales (leche enriquecida en omega-3).
      Un saludo y encantado de debatir estas cosas con una profesional del tema.
      Jose

  5. nani dijo:

    hola estoy preparando mi tesis de licenciatura en nutrición a cerca de los conocimientos sobre alimentos funcionales y su consumo, realmente creo que cuanto mas sabemos del tema mas elegimos alimentos naturales muy bueno el articulo

  6. Alzacon dijo:

    Más claro imposible.

    Mi opinión coincide con la tuya punto por punto. Sobretodo en que con una dieta equilibrada nos bastaría pero no solemos hacerla, entonces es inevitable buscar fuentes alternativas del nutriente. Dos puntos que me parecen interesantes son:
    – Alimentos con suplemento o suplementos directamente (si fuese saludable hacerlo, como por ejemplo ocurre con las vitaminas) ??? ¿Cuál de la dos opciones es «mejor» para el consumidor?
    – Publicitan los beneficios de la presencia de determinados compuestos, pero no dicen nada de posibles efectos negativos. Todo el mundo sabe que la falta de hierro produce anemia, pero nadie piensa en el lado opuesto, la intoxicación (cuando hay más cantidad de la que el organismo puede tolerar). Podría ser que abusar de dichos alimentos «funcionales» produzcan el efecto contrario al deseado, empeorar la salud.

    • Jose dijo:

      Hola Alzacón,
      en mi opinión a la hora de prevenir es mejor el alimento funcional pero cuando tenemos una carencia de algún nutriente creo que la administración de nutraceuticos es más efectiva. Por otra parte no hay que tener miedo a las intoxicaciones siempre que la dosis esté por debajo del máximo permitido.
      Un saludo y gracias por tu comentario.
      Jose

      • claudia gallinger dijo:

        Trabajo en el desarrollo de alimentos funcionales y unos de los puntos considerados según la legislación de la UE es que el mismo no sea toxico en las dosis que consume.
        Sobre los omega, creo que poco se aclara que tipo de acido graso es el que esta consumiendo y es muy diferente hablar de omega 9, omega 6 y omega 3. Ademas los omegas tres tienen biologicamente diferente constitución y funcionalidad no es los mismo el alfa linolenico que el DHA. El consumidor poco sabe por ejemplo de estas diferencias .

  7. Pingback: La caída del Imperio Lactobacilo | SCIENTIA

  8. claudia patricia ospina dijo:

    La verdad es que hasta hoy llegue por googlo a tu pagina y quede medio preocupada ya que ayer compre 200 unidades de probioticos, 200 de enzimas digestivas y 200 de omega 3 salmon ya que lei en el metodo gabriel que si los tomaba eran bueno para mi organismo y asi adelgazar.
    Ahora leyendo lo de los probioticos queda claro que no sirven LOS PROBIOTICOS para nada, pero el omega 3 de salmon es bueno o no y si consumo enzimas sirve para adelgazar ya que tengo 90 kilos y 43 años ………….gracias

    claudia ospina
    Floridablanca Santander(COLOMBIA)

    • claudia gallinger dijo:

      No existen fórmulas mágicas para adelgazar. Solo hace una dieta equilibrada y actividad física. Consultar a un nutricionista es lo mejor que podes hacer!!

  9. Pingback: Mitos y realidades de los alimentos y suplementos enriquecidos en ácidos grasos Omega-3 | SCIENTIA

  10. Carlos lopez dijo:

    jope q largo

  11. ACTYVOS dijo:

    Hola José,
    Me alegra que alguien más lucha contra la misma «plaga» que es el marketing engañoso que hacen uso desde hace muchos años si no todos, casi todos los fabricantes de productos alimenticios y no me refiero sólo a los alimentos funcionales sino a todos en general. Yo ya lo llevo diciendo desde 2008 a pesar de que sólo en 2010 fue cuando empece a publicar algunos artículos en algunos de mis blogs, pocos por falta de tiempo, pero a mis clientes si les daba toda la información y les demostraba en la consulta con pruebas físicas (productos que ellos solían comprar) cómo les estaban engañando en la cara, ya te puedes imaginar con que cara se quedaban. Cuándo empezaron leer y entender las etiquetas nutricionales y no fiarse de lo que pone un fabricante en letras grades (para que les entren por los ojos) y en letras pequeñas para que les cueste leer y enterarse de lo que de verdad están comprando, fue entonces cuándo se dieron cuenta no sólo del engaño sino también que al cambiar su forma de compra también cambiaron su forma de alimentarse y por ende su salud, su ánimo y que por supuesto era la consecuencia del control de peso que tanto les preocupaba. Así que gracias por tu labor y sigue adelante y no te preocupes nunca cómo para decir «a ver si me dejan seguir» . Hace años yo también estaba sola y nadie entendía ¿que es esto de educación alimentaria? No estás solo y la verdad es que hoy día tenemos más medios para divulgar y protestar a la vez porque nuestra salud Sí depende de lo que comemos. Un cordial saludo.
    ACTYVOS – Educación Alimentaria
    P.D
    No sé si existen las casualidades, pero sólo el hecho de que yo viera ayer saber vivir es una casualidad, no sólo me encantó tu intervención sino que estoy de acuerdo con todo lo que dijiste, aunque me parece que te has quedado con ganas de decir más. Es qué … con los de la tele es así (lo sé por propia experiencia, je, je).

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