Ébola, sida, legionelosis… ¿podremos controlar las enfermedades infecciosas?

A Juan Carlos Arguelles lo conocí hace más de 20 años cuando yo cursaba la carrera de Ciencias Químicas en la Universidad de Murcia. La primera vez que supe de él fue cuando entró en el aula donde se impartía la asignatura de “Microbiología industrial” correspondiente al cuarto curso de la especialidad de Bioquímica. De pronto se subió a la tarima y empezó a hablar…era el nuevo profesor. A los 10 minutos ya me había tirado, merecidamente, un cariñoso “tizazo”. Pasadas más de dos décadas mi relación con Juan Carlos, que ya es Catedrático de Microbiología, sigue siendo muy especial. No es un profesor al uso. Su forma de entender la vida universitaria, su amor por la docencia y su pasión por la divulgación científica lo ha convertido en una de las personas a las que más respeto de nuestra querida Facultad de Biología.

Por todo ello es un honor para este blog y para este bloguero que Juan Carlos haya querido escribir un post para SCIENTIA.

Juan Carlos Argüelles

Juan Carlos Argüelles

«ÉBOLA, SIDA, LEGIONELOSIS… ¿PODREMOS CONTROLAR LAS ENFERMEDADES INFECCIOSAS?»

Hacia mediados del siglo XX, el descubrimiento de los antibióticos, la mejora y extensión de los servicios públicos de salud, la generalización de las vacunas, con campañas mundiales contra la polio o la viruela, hicieron pensar que las infecciones microbianas habían sido definitivamente dominadas, al menos en los países desarrollados. Tan triunfalistas previsiones saltaron en pedazos con la devastadora pandemia de SIDA surgida en 1982 que ha causado una mortalidad sin precedentes, antes de convertirse en una patología crónica. Desde entonces se han producido brotes infecciosos de grave incidencia y prevalencia, como los causados por el cólera, la legionelosis, las fiebres tifoideas, el dengue, el síndrome respiratorio agudo y severo o varios episodios de virus Ébola, de preocupante actualidad.

Históricamente, la brusca irrupción de grandes epidemias no ha sido un fenómeno raro. Recordemos como ejemplo la terrible epidemia de «peste negra» que diezmó la población de Europa y Asia a mediados del siglo XIV, o la fatídica «gripe española» que asoló los frentes bélicos europeos durante la Gran Guerra, y cuyo foco inicial provenía del cuerpo expedicionario americano. Sin embargo, el panorama actual presenta características singulares que agravan la peligrosidad de los nuevos estallidos epidémicos.

La abusiva e injustificada prescripción de antibióticos está provocando el aislamiento creciente de bacterias resistentes a los fármacos convencionales, caso de las cepas de tuberculosis multirresistentes o los estafilococos resistentes a meticilina. A su vez, el incremento de la población mundial y la masificación urbana, los cambios de alimentación y comportamiento social, la frecuencia de viajes internacionales o el cambio climático, son, entre otros, factores determinantes de una rápida diseminación de las nuevas patologías. Los términos «enfermedades emergentes y reemergentes» e “infecciones nosocomiales», son ya de uso rutinario en clínica. Aunque es inapropiado hablar de SIDA o Ébola como nuevas enfermedades, puesto que en África existen datos epidemiológicos desde hace varias décadas.

Virus Ébola

Virus Ébola

Las infecciones causadas por virus conllevan complicaciones añadidas sobre las bacterianas. Por tratarse de entidades acelulares que dependen de un hospedador vivo, los virus no pueden ser tratados con los quimioterápicos convencionales. Su organización extremadamente simple: un fragmento de ácido nucleico encerrado en una cápsida proteica requiere el desarrollo de compuestos específicos (antivirales), a menudo con baja toxicidad selectiva y graves efectos secundarios para los pacientes. Además, los virus que contienen ARN como material genético (en lugar de ADN) presentan singularidades biológicas particulares. En algunos casos, el ARN está partido en varios fragmentos, facilitando su intercambio y recombinación con cepas virales de otras especies y la generación de virus nuevos, desconocidos para el sistema inmune (Gripe). En otros, el mecanismo especial de replicación ARN → ADN (transcriptasa inversa) introduce errores de secuencia que originan formas mutantes viables (SIDA), que escapan a la vigilancia del sistema inmune. En este sentido, el virus Ébola también contiene ARN y, por tanto, la posibilidad de variaciones mutantes permanece abierta.

Esta batalla del hombre contra los microorganismos patógenos recuerda el símil de la lucha sin cuartel que mantienen «policías y ladrones». Frente a las innovaciones y avances en la lucha contra el crimen, los delincuentes reaccionan de inmediato diseñando nuevas estrategias para intentar escapar del acoso policial, conformando un proceso continuo sin solución. Es predecible que las infecciones actuales serán controladas en un futuro cercano. Sin embargo, es igualmente predecible que los agentes infecciosos venderán cara su derrota y emergerán nuevos microorganismos patógenos.

La vigilancia sanitaria y la investigación son el mejor remedio, y no cercenar recursos de la sanidad y la ciencia, transformando el problema en un rifirrafe político-mediático. Aprendamos de los que más saben: en Estados Unido, la única voz autorizada ha sido el Director del prestigioso CDC, un científico. En todo caso, esperemos que no se cumpla el sombrío vaticinio del gran microbiólogo Louis Pasteur, cuando afirmó: «Señores, al final los microbios tendrán la última palabra».

Juan Carlos Argüelles

Gracias profesor, todo un honor.

Jose

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11 respuestas a Ébola, sida, legionelosis… ¿podremos controlar las enfermedades infecciosas?

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  2. Muy buen artículo, y yo además haría extensible las consecuencias de la micro evolución a otro de los grandes males: el cáncer. Solo una esperanza: investigación y mas investigación. Un saludo

  3. Pues sí, es cierto, desgraciadamente la salud puede ser una cuestión de prioridades… en el momento actual parece que prima la economía a la salud, la cultura, la educación, etc… reseteemos el sistema… que se oigan cada vez más voces en el sentido humano de la vida… no todo es economía.

    Le felicito por el artículo.

  4. Pedro dijo:

    ‘No hay problema’: siempre quedará la resistencia natural, que es lo que ha funcionado ‘per secuela seculorum’. Interesante disertación. Saludos.

  5. juan manuel chagoya hernandez dijo:

    Todas las enfermedades tienen control y pueden curarse lo que no tenemos o mas bien quienes son los que no quieren que haya la cura hay demasiada investigación pero siempre hay una duda los seres humanos de escasos recursos pueden pagar un tratamiento, esa es una pregunta y la otra no hay comida para los países que tienen este problema.

  6. Melli dijo:

    Gracias Jose por esta magnífica entrada que por lo menos a mi me aclara muchas dudas que tenia. Melli

  7. Alfonso dijo:

    Gran artículo.
    Un saludo, Juan Carlos.
    Alfonso González

  8. ¿Arguelles?, eso suena a asturiano, tiene que ser buena gente por narices.
    Fuera bromas, gran artículo, muchas gracias

  9. Lara dijo:

    Muy completo el artículo y todo lo que dice y explica este texto, la verdad es que todo lo relacionado a este tipo de enfermedades produce muchas preguntas y dudas a las cuáles cuesta encontrar respuestas, yo vengo leyendo algo del tema y encontré algo que está relacionado y que tiene que ver que lo comparto con ustedes http://jorgeguldenzoph.com/fenomenos-sociales/un-reconocimiento-inevitable/ espero que les sea de interés como otros textos de jorgeguldenzoph.com que les puede servir para conocer.

  10. Gracias a todos pero todo el mérito de este post es de su autor, Juan Carlos Argüelles, un grande entre los grandes.

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