Los padres de la fertilización «in vitro» y la reunión de Premios Nobel de Lindau

Desde hace tiempo, concretamente 20 meses, 26 días y 22 horas, tenía una deuda pendiente con dos de los más grandes científicos de la historia… y a la primera oportunidad que se me ha presentado voy a intentar saldarla…a mi manera.

Soy consciente de que el artículo es largo pero precisamente hoy, por razones que se irán dando cuenta a lo largo de esta entrada, no quiero, ni debo, renunciar a mi estiloes lo que hay.

Lindau am Bodensee, una ciudad alemana de solamente 35.000 habitantes perteneciente al estado de Baviera, se convirtió, la semana pasada, en la capital de la ciencia mundial. En la parte antigua de esta ciudad, enclavada en una isla sobre la costa noroeste del lago Constanza, se han reunido 24 científicos que han ganado el Premio Nobel de Medicina y Fisiología o el de Química.

 ¿Y por qué en Lindau? Tras la Segunda Guerra Mundial, dos médicos alemanes nacidos en esta ciudad, Franz Karl Hein y Gustav Parade, estaban obsesionados con promover la reintegración de la comunidad científica alemana a la comunidad internacional, además de fomentar que los investigadores alemanes conocieran los últimos desarrollos científicos.

Para alcanzar dichos objetivos Heinz y Parade lograron contactar con el comité Nobel, obtuvieron su apoyo y para la primera reunión en junio de 1951, siete laureados Nobel dictaron conferencias para 400 investigadores sobre los temas más relevantes de investigación del momento como eran la anemia perniciosa, la teoría de la fotosíntesis o el tratamiento de la tuberculosis.

Sesenta y un años después de la primera conferencia, 24 Premios Nobel de Química y Fisiología o Medicina, junto con un selecto grupo de jóvenes investigadores, debatieron la semana pasada sobre temas tan de rabiosa actualidad como las causas del cáncer, el diseño de nuevos antibióticos, los genomas sintéticos, la prevención de las enfermedades crónicas…o las nuevas técnicas de reproducción humana asistida.

Sin embargo, en esta Reunión Anual de Premios Nobel de Lindau, que organiza la Fundación Nobel, han faltado dos científicos a los que les tocaba asistir este añopero no ha sido así.

Remontémonos 33 años…En Oldham, un pueblo ubicado en el Gran Mánchester, en el noroeste de Inglaterra, un bebé de poco menos de tres kilos de peso comenzó a llorar.

No era un llanto más…era un llanto que anunciaba no solamente la culminación de un largo camino de investigación, esperanza y trabajo, sino uno de los mayores logros de la historia de la ciencia…era el llanto de Louisela primera niña resultado de un proceso de fertilización in vitro.

No es Louise...

Ya desde mediados del siglo XX, muchas parejas con enormes dificultades para poder cumplir su sueño de ser padres habían empezado a tener fundadas esperanzas. Las investigaciones sobre fecundación in vitro de ovocitos humanos realizadas por Rock y las de embriones debidas a Hammond dieron paso a que Austin y Chan descubrieran el proceso de capacitación de los espermatozoides mediante técnicas simples de cultivo. Estos pioneros habían abierto la senda que permitiría que en 1959 el propio Chan culminase en hembras de conejo la primera fertilización in vitropero lo mejor faltaba por llegar.

A lo largo de las décadas de los 60 y 70 del pasado siglo XX, dos científicos ingleses, el biólogo Robert Edwards y el ginecólogo Patrick Steptoe, hicieron significativas contribuciones en el área terapéutica de la infertilidad. El desarrollo de sus avances llegó a los oídos de una familia frustrada por no poder ser padres… y a partir de aquí comenzó una bonita historia.

Un día cualquiera del otoño de 1976, Lesley y John Brown, un matrimonio con años de fracasos en su objetivo de tener descendencia, se pusieron en manos de Edwards y Steptoe en la clínica Bourn Hall de Cambridge para intentar ser padres.

Tras 12 años de investigación conjunta, el equipo formado por Steptoe y Edwards extrajo el óvulo de Leslie, que padecía de una lesión en las trompas de Falopio, y lo fertilizó con esperma de su esposo.

El embrión resultante fue transferido al útero de la mujer y nueve meses después, el 25 de julio de 1978, nació la pequeña Louise Brown, la niña responsable de aquel llanto hace 33 años…las puertas a una nueva era en la reproducción humana estaban abiertas.

Sobre los aspectos científicos de aquel proceso de fertilización in vitro se ha hablado mucho y no seré yo quien vuelva a incidir sobre ello…Sin embargo, y aprovechando su ausencia en la reunión de Premios Nobel de Lindau, donde indudablemente este año les tocaba ser protagonistas, hoy en Scientia me gustaría reivindicar el nombre de los dos grandes padres de la reproducción asistida…Robert Edwards y, sobre todo, Patrick Steptoe…a veces el gran olvidado de esta historia.

Robert Geoffrey Edwards nació en Leeds el 27 de septiembre de 1925. Tras su paso por las Universidades de Gales y de Edimburgo, donde llegó a doctorarse en Biología con una tesis sobre el desarrollo embrionario y el proceso de reproducción, Edwards trabajó un año en el Departamento de Investigación del Instituto Tecnológico de California. Ya en 1958 este gran biólogo de la reproducción retornó a Reino Unido para integrarse en el National Institute of Medicinal Research en Mill Hill.

Pero este hombre entendía la forma de una vida muy especial…allá donde el avance científico lo necesitase….allá se iba él. Fruto de ese pensamiento, común entre los grandes científicos de la historia, Edwards peregrinó por las Universidades de Glasgow, Cambridge, John Hopkins, Carolina del Norte… hasta que en 1985 accedió a la Cátedra de medicina reproductiva de nuevo en Cambridge, donde se retiró tras publicar más de 40 trabajos de investigación sobre espermatozoides, la maduración del óvulo, biología embrionaria de gametos y sobre otros aspectos inmunológicos de la reproducción.

Robert Edwards

Durante estos años, Edwards aprendió todo lo necesario acerca de la reproducción y en 1962, logró una de las metas siempre soñadas: fertilizar un óvulo humano en el laboratorio. Pero durante varios años, fue incapaz de reproducir sus resultados hasta que en el verano de 1965, durante su estancia en la Universidad Johns Hopkins (EEUU) lo logró….pero el sueño no acababa ahíhabía que extraer un óvulo de una mujer, e implantárselo de nuevo tras fecundarlo en el laboratorio con espermatozoides de un donante.

Y fue en su querida Universidad de Cambridge donde otro prestigioso científico inglés se cruzó en su camino para culminar su obra…

Patrick Christopher Steptoe fue un brillante ginecólogo británico nacido en la universitaria ciudad de Oxford en Junio de 1913. Tras un brillante paso por el famoso King’s College de Londres, Steptoe se licenció en Medicina en el año 1939 en la afamada Escuela médica del Hospital de St George. Una vez concluida la segunda guerra mundial, este genio británico comenzó sus estudios ginecológicos, comenzando a trabajar en 1951 en el Hospital General de Oldham.

Era un hombre sencillo, humilde, amante de la divulgación científica y pionero, junto a Palmer y Frangenheim Hans, en el uso de la laparoscopia en el campo de la ginecología…la clave en toda esta historia.

No sabía Steptoe la importancia que iba a tener en la vida de cientos de miles de personas, la conferencia que impartió en 1968 en la Universidad de Cambridge donde explicaba el procedimiento para obtener óvulos de una mujer mediante técnicas laparoscópicas. En esa conferencia, sentado en una de las últimas filas, un biólogo estaba deslumbrado con lo que estaba escuchando… Edwards estaba allí.

Patrick Steptoe

A partir de ese momento, Edwards, una persona con un entusiasmo por su trabajo fuera de lo común, comenzó a ver posible el gran sueño que perseguía desde mediados de los años 50 del siglo XX…La experiencia del doctor Edwards fue de inmenso valor para Patrick Steptoe…y al contrario.

El fisiólogo sabía que un óvulo podía ser fertilizado sólo en el momento óptimo de madurez. Esto significaba que no podía haber error en la extracción: tenía que producirse en el tiempo debido,  ni un segundo menos….y el ginecólogo podría tener la solución…era la media naranja que necesitaba.

Rápidamente, Robert Edwards se puso en contacto con Patrick Steptoe ofreciéndole participar en el desarrollo de la fertilización in vitro…y este no se lo pensó dos veces. Desde su puesto de Director del Centro de Reproducción Humana en Oldham, y mediante el uso de “su” laparoscopia, la técnica quirúrgica mínimamente invasiva que necesitaba Edwards, Steptoe se volcó en el proyecto.

Sin embargo, Edwards y Steptoe encontraron no pocos obstáculos para la consecución de sus objetivos. Gobiernos, medios de comunicación e incluso el escepticismo de sus propios colegas de profesión…todos estaban en su contra. Por razones éticas y políticas tuvieron problemas para lograr que sus trabajos fueran financiados con dinero público, recurrieron a donaciones privadas…todo eran dificultades…pero al campo no se le pueden poner barrerasy a la ciencia tampoco.

A pesar de todos estos grandes inconvenientes, estos dos grandes de la ciencia no se amedrentaron sino todo lo contrario….como dicen en mi tierra “antes volcar que parar”…y ni pararon…ni volcaron...

De esta forma, y tras muchos esfuerzos más allá de los propiamente científicos, el 25 de julio de 1978, una fecha que muchos tenemos grabada en nuestra mente, nació Louise…y todo cambió en la vida de Steptoe y Edwardsapoyos, financiaciones, medios de comunicación…“casi” todos comenzaron a apoyar el proyecto.

Y el final de esta historia no podía ser otro que el que anunció el pasado año, muy tarde en mi opinión, el Instituto Karolinska de Estocolmoel Premio Nobel 2010 de Fisiología y Medicina fue concedido, a sus 85 años, a Robert Edwards.

Según el citado Instituto, el más prestigioso galardón existente en la comunidad científica fue otorgado al biólogo británico por «el desarrollo de la fertilización in vitro en los años 50 que ha supuesto un hito en la medicina moderna y cuyos hallazgos han hecho posible el tratamiento de la infertilidad, un problema médico que afecta a una parte importante de la Humanidad, incluyendo a más del 10% de las parejas del planeta», destacó el citado instituto.

Edwards, que ya había sido galardonado con el prestigioso Premio de Investigación Médica Albert Lasker en 2001, fue considerado por toda la comunidad científica como el «Padre de la fertilización in vitro«. Todos los rotativos mundiales, los mismos que en 1978 calificaron el nacimiento de Louise Brown como un escándalo que violaba las leyes de la naturaleza, abrieron sus ediciones con la foto del biólogo británico, y las más prestigiosas revistas científicas dedicaron ediciones especiales a su figura… “El Padre de la Fertilización in vitro” rezaban los titulares de medio mundo…

Pero… ¿qué pasó con la otra media naranja?

Tras el fantástico nacimiento de Louise, el ginecólogo inglés Patrick Steptoe recibió uno de los más grandes honores de los científicos británicos con el nombramiento de fellow of the Royal Society. Además, fue nombrado por la reina Isabel commander of the Order of the British Empire…pero jamás pudo recoger personalmente esta condecoración…por la misma razón que nunca fue galardonado con el Premio Nobel…y por el mismo motivo por el que la semana pasada no pudo estar presente en la reunión anual de Premios Nobel de Lindau

El 21 de Marzo de 1988 Patrick Christopher Steptoe, el otro padre de la fertilización in vitro, falleció en su casa de Canterbury, víctima de un cáncer. Tenía 74 años.

En mi opinión no hubo un padre de la reproducción asistida…sino dos. No hay que olvidar que el nacimiento de Louise fue posible por dos técnicas, una de ellas co-inventada por Edwards, la fecundación in vitro y vuelta a implantar en el útero, y la otra en la que Steptoe era pionero, el uso de la laparoscopia, que permitió obtener el óvulo con una cirugía mínimamente invasiva.

Por todas las razones expuestas en este artículo, Steptoe se mereció el Premio Nobel tanto como Edwards.

Es cierto que la Academia no otorga el Nobel a título póstumo…pero no es menos cierto que, en mi modesta opinión, la Academia se equivocóel Premio Nobel a los «dos padres» de la fertilización in vitro deberían habérselo concedido hace muchos años…y lo hubiesen disfrutado de «otra forma».

En el caso de Edwards tuvo que ser su mujer la que recogiera el prestigioso galardón debido a los problemas de salud de su marido…pero peor le fue a Steptoe…él también merecía haber disfrutado de su momento de gloria y nosotros de su presencia en la Conferencia de Lindaupero no llegó a tiempo.

A pesar de que el final fue feliz, como ha quedado demostrado a lo largo de este artículo, no todo fue un camino de rosas. Pero lo grave es que hay quien se niega a reconocer el avance de la ciencia.

Es cierto que, como ha sido tradición a lo largo de la historia, la concesión de un Premio Nobel no siempre contenta a todos…..pero hay razones y razones…y con la Iglesia hemos topado.

Según el Vaticano… «Sin Edwards no existirían en el mundo congeladores llenos de embriones que en el mejor de los casos van a ser trasladados a úteros, aunque lo más probable es que sean abandonados. De ese problema es responsable Edwards que además ignora todos los problemas de la ética y reduce al hombre a un mero objeto»

Los asiduos de este Blog saben que no suelo eludir ninguna polémica. Por ello he buscado la mejor de las respuestas a estas palabras…ahí la llevan …para mí les puedo asegurar que no es un «mero objeto».

Sin comentarios…mejor no hacerlos no sea que el autor de este blog llegue al infierno antes de lo esperado. Me limitaré a una de mis frases preferidas… “Ladran, luego cabalgamos”.

Sin embargo, el legado de Steptoe y el de Edwards, ha quedado para la posteridad. Más allá de premios y críticas las cifras mandan. En los más de 33 años transcurridos desde el nacimiento de Louise, más cuatro millones de niños han venido al mundo por fertilización in vitro y técnicas similares. Esto equivale al 4% de los nacimientos en algunos países desarrolladossobran las palabras

Para concluir solamente me queda decir, en mi nombre, en el de la niña de la imagen y en el de miles de padresGracias señores.

 Jose

Nota: Esta es mi primera entrada en la I Edición del Biocarnaval de Verano que se alberga en el Blog  «MarimarusBlog»

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19 respuestas a Los padres de la fertilización «in vitro» y la reunión de Premios Nobel de Lindau

  1. Galiana dijo:

    El homenaje está más que justificado al escuchar el llanto de la niña nada más llegar al mundo y ver sus increíbles ojos 20 meses después.
    Galiana

  2. Dani dijo:

    Qué artículo más inmenso, Jose. Con final apoteósico. Un final que en jerga ‘internetera’ se denomina: «Zas, en toda la boca». Sublime.

    Reconozco que me he emocionado con el vídeo. Representa lo más grande que existe en la naturaleza, el triunfo de millones de años de evolución, de trillones de átomos que se forjaron en las supernovas y ahora cobran orden y sentido en esa personita tan guapa. Luz en la oscuridad.

    Plas plas plas.

    Un abrazo

    • Gracias Dani…y sí, «un Zas (o una guasca como dice mi sobrino) en toda la boca»…pero ellos no van a dar su brazo a torcer nunca…ni yo tampoco. Ocho años trabajando para una Universidad «Católica» te enseñan que no valen argumentos contra ellos…o eres de los suyos o estás en su contra..en fin…
      Es el post que más me ha costado escribir…las razones son obvias…pero algún día lo leerá la peque…
      Grande Steptoe!!
      Un abrazo!!

  3. :) dijo:

    Escuchar ese primer llanto….el más bonito regalo.
    Gracias y un beso.

  4. Pingback: Post Inaugural de la 1ª Edición del Biocarnaval de Verano | Marimarus Blog

  5. ;-) dijo:

    Simplemente maravilloso, gracias a Steptoe y Edwards, pero también gracias a ti y a tu familia por ser tan generosos y abrir una puerta a la esperanza y a la vida!
    Un fuerte abrazo

    • Cuando me vuelvan a preguntar, cosa que ocurre muy a menudo, que por qué «pierdo el tiempo» escribiendo un Blog, les pondré tu comentario como respuesta. Gracias a tí porque palabras como estas son las que me animan a seguir con este proyecto tan personal.
      Un fuerte abrazo
      Jose

  6. Pingback: Despedida Biocarnaval de Verano, Julio2011 | Marimarus Blog

  7. ISA dijo:

    Muy bonito el vídeo! Enhorabuena y aprovecha el tiempo que cuando te quieras dar cuenta la niña se irá de «marcha»! Te lo digo por experiencia.

    ISA

  8. Pingback: Scientia: 1 año, 100 post | SCIENTIA

  9. Ununcuadio dijo:

    Sin quitar que claro que no es un objeto, y que gracias a estas técnicas han nacido muchos niños que han sido una gran alegría… Alguna referencia sobre inconvenientes de salud de los nacidos así con respecto a los engendrados de forma natural: Aboulghar, H., Aboulghar, M., Mansour, R., Serour, G., Amin, Y., Al-Inany, H. “A prospective controlled study of karyotyping for 430 consecutive babies conceived through intracytoplasmic sperm injection”. Fertility and Sterility 76, 2001, 249-253. 10.1016/S0015-0282(01)01927-6// Anthony, S., Klemetti, R. et al. “Health of children born as a result of in vitro fertilization”. Pediatrics 118, 2006, 1819–1827. 10.1542/peds.2006-0735// Amor, D.J., Halliday, J. “A review of known imprinting syndromes and their association with assisted reproduction technologies”. Hum Reprod 23, 2008, 2826–2834. 10.1093/humrep/den310// Balci S, Engiz O, Alikasifoglu M, Esinler I, Sinan Beksac M. Association of assisted reproductive technology with twinning and congenital anomalies. Indian J Pediatr 2008;75:638–540. //Barnes, J., Sutcliffe, A.G., Kristoffersen, I., Loft, A., Wennerholm, U., Tarlatzis, B.C., et al. “The influence of assisted reproduction on family functioning and children’s socio-emotional development: results from a European study”. Human Reproduction 19(6), 2004, 1480-1487 10.1093/humrep/deh239. // Basatemur, E., Sutcliffe A. “Follow-up of Children Born after ART”. Placenta 29, 2008, S135–S140 10.1016/j.placenta.2008.08.013// Bonduelle, M., Bergh, C., Niklasson, A., Palermo, G.D., Wennerholm, U.B. “Medical follow-up study of 5-year-old ICSI children”. Reproductive Biomedicine Online 9(1), 2004, 91-101. 10.1016/S1472-6483(10)62116-5// Ceelen, M., van Weissenbruch, M.M., Vermeiden, J.P.W., van Leeuwen, F.E., Delemarre-van de Waal, H.A. “Pubertal development in children and adolescents born after IVF and spontaneous conception”. Human Reproduction. 23, 2008, 2791–279810.1093/humrep/den309// Cohen J. “Infertile couples, assisted reproduction and increased risks to the children”. Reprod Biomed Online 15, 2007, 245–246 10.1016/S1472-6483(10)60715-8.

    Un saludo

  10. ununcuadio dijo:

    No he dicho que el vídeo pone los pelos de punta!!

  11. Consi dijo:

    Muchísimas felicidades en este día a esa niña preciosa y a los padres de la criatura. Y millones de gracias a ti por todo lo que nos cuentas y aprendemos. Tendrías que tener un programa en la tele, en la 1 que no hay publicidad…
    Feliz día.

  12. Míriam dijo:

    Felicidades por tu bloq al que estoy enganchada. Un pequeño comentario sobre esta entrada. Nací el mismo año que la «niña probeta» así que gracias por años de encima.

  13. Pingback: El discurso que nunca pude dar | SCIENTIA

  14. Pingback: Gracias Sir Robert Edwards | SCIENTIA

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