Nuevos tejidos para elaborar la ropa de deportistas, modernos materiales con los que se fabrican innovadoras zapatillas, moléculas saludables que ayudan a prevenir enfermedades asociadas a la práctica deportiva… La ciencia y el deporte forman un dúo inseparable. Pero no todo es bonito en esta relación. Siempre he defendido que las ramas de la ciencia no son buenas ni malas. Depende del uso que se les dé y no podemos negar que hay gente que se ha aprovechado de la ciencia para realizar prácticas antideportivas.

Para seguir leyendo pinche aquí.

Nota: Este artículo forma parte de mi colaboración quincenal con el Diario La Verdad.

Jose