Tenemos una planta y tenemos un patógeno que ha decido atacarla. Para defenderse la planta produce una molécula con capacidad para aniquilar al patógeno. A continuación el patógeno repele el contraataque de la planta lanzando su segunda ofensiva y la pone contra las cuerdas. Por último la planta se escapa empleando una técnica que no había sido descrita anteriormente en el reino vegetal.
El conocimiento de las rutas implicadas en la lucha planta-patógeno es una de las ramas más fascinantes de la bioquímica vegetal. Si además en esa pugna está implicada la encapsulación molecular, una de las técnicas de las que más se está hablando en los últimos años, y también participa el compuesto bioactivo de moda, el pterostilbeno, podemos asegurar que el proceso es fascinante. Vayamos por partes.
* Para seguir leyendo pinchar en este enlace.
Nota: Este post constituye mi primera colaboración para el Cuaderno de Cultura Científica de la UPV/EHU como integrante de la plataforma Naukas.com.
Jose