Los 10 mandamientos de la nanoalimentación

Hace unas semanas los responsables de la plataforma de divulgación científica Naukas.com hicieron a sus colaboradores la siguiente pregunta: “¿cuál será el descubrimiento o avance de la ciencia que más va a cambiar el mundo en los próximos años?” Mi respuesta, que ustedes pueden leer aquí, fue clara y contundente: la nanoseguridad.

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La gran ventaja de la nanotecnología es que es una herramienta cuyo uso no está restringido a un área concreta y puede ser aplicada a diferentes campos científicos como la física, la química, la medicina, la alimentación, la farmacología, las comunicaciones, la biotecnología, el medioambiente… Pues bien, actualmente son muchos los esfuerzos que se están haciendo para asegurar la seguridad de los nanocompuestos, unos materiales que hoy día ya se están aplicando en distintas áreas como la ciencia de los materiales o la electrónica y que se espera que en los próximos años se afiancen en muchos otros sectores.

Sin embargo, hay un campo donde el desarrollo de la nanotecnología aun está lejos de alcanzar las expectativas generadas: la alimentación. A pesar de que ya existen algunos nanocompuestos en el mercado alimentario (preferentemente en el campo de los envases, la seguridad alimentaria o la encapsulación molecular), el ritmo de implantación de la nanotecnología es significativamente inferior al llevado a cabo en otras áreas.

El motivo reside en la mayor reactividad que presentan las nanopartículas, así como en su gran facilidad para atravesar barreras fisiológicas que les permite llegar a regiones celulares donde no se conoce su posible toxicidad a corto o a largo plazo… lo que provoca que la evaluación de riesgos sea complicada y que el proceso de desarrollo de nanoalimentos esté siendo más lento de lo esperado.

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¿Y este retraso en el éxito de la nanoalimentación es un factor negativo?
Ni mucho menos. Desde mi punto de vista hay que ir con pies de plomo en el campo de la seguridad alimentaria de los nanoalimentos para evitar problemas mayores. Por ello, el avance en la evaluación, identificación y prevención de riesgos nanotecnológicos en el campo de la alimentación es imprescindible que se haga de forma minuciosa… pero también es necesario que se tomen medidas correctas que no paralicen el desarrollo de la nanotecnología en el sector alimentario.

Pero no todos los problemas de la nanoalimentación residen en la seguridad de las nanopartículas. Actualmente existen grandes lagunas entorno a los métodos oficiales de detección de nanocompuestos, a su verdadera efectividad, a la legislación que debe aplicarse a los nanoalimentos, a su etiquetadoo se soluciona lo antes posible este embrollo o mucho me temo que seguirán pasando los años y aun no podremos disfrutar de las grandes ventajas que ofrece la nanotecnología en el sector alimentario.

Pues bien, en el post de hoy me gustaría aportar mi pequeño grano de arena al mundo de la nanoalimentación. Con el doble objetivo de no estancar el progreso de los nanoalimentos y de conseguir despejar todas las dudas existentes sobre sus riesgos, voy a proponer un decálogo de actuaciones que creo deberían llevarse a cabo de forma urgente en el campo de la nanoalimentación.

Ahí van mis diez mandamientos:

1)  Armonizar una legislación internacional en materia de nanoalimentación. Urge decidir si se debe cambiar radicalmente la normativa vigente respecto a los alimentos convencionales para adaptarla a la nanotecnología, dejarla como está o simplemente modificar las directrices necesarias para su aplicación de tal manera que se especifiquen criterios para las pruebas de seguridad en nanoalimentos.

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2)  Validar y estandarizar de forma oficial los métodos de análisis necesarios para detectar y caracterizar la presencia de nanopartículas en matrices alimentarias.

3)  No regular tecnologías sino productos individuales. Es necesario evaluar el efecto en el organismo de cada nanopartícula y no caer en el error de generalizar. Ni en todas las nanociencias (medicina, alimentación, informática, materiales, etc.) se emplean las mismas nanopartículas, ni el origen de todas las nanopartículas es el mismo (no es lo mismo un nanocompuesto procedente de la digestión de una proteína que otro en el que participen metales), ni todos los tamaños de nanopartículas son los mismos (por lo que unas atravesarán unas paredes fisiológicas y otras no podrán hacerlo).

4)  Establecer la toxicología, toxicinética y biodisponibilidad de cada tipo de nanocompuesto estableciendo las “dosis límites” que no habría que rebasar para que las nanopartículas empleadas sean inocuas ya que estos parámetros pueden afectar a la bioquímica celular y otros procesos fisiológicos del organismo.

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5)  Realizar estudios in vitro e in vivo para evidenciar la efectividad de las propiedades funcionales reivindicadas para el nanoalimento, tanto a nivel de nanocompuesto (nanopartícula, nanoencapsulado, nanofibra…) como a nivel del producto final.

6)  Conocer el comportamiento de agregación de cada nanopartícula en la matriz alimentaria donde quiera introducirse para predecir la formación de macroestructuras al interaccionar con los ingredientes intrínsecos del alimento.

7)  Conocer las posibles variaciones en el estado físico-químico de la nanopartícula a lo largo de toda la vida útil del producto y que puedan afectar a su comportamiento.

8)  Determinar la posible migración de nanopartículas que formen parte de los envases alimentarios hacia los alimentos envasados.

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9)  Homogeneizar de forma clara, inequívoca y universal cuáles son los pasos que hay que dar para comercializar un nanoalimento.

10)En el caso de que se establezca mediante métodos oficiales que un nanoalimento no presenta riesgo sobre la salud humana es absolutamente necesario etiquetar ese producto de forma similar a como se hace en un alimento convencional. Hay que aprender de los errores y no permitir etiquetados que induzcan a error al consumidor del tipo “sin nanopartículas” o similares.

¿Qué les han parecido estos 10 mandamientos de la nanoalimentación?

Desde mi punto de vista, la toma de estas medidas favorecerá que la nanotecnología revolucione el mundo de la alimentación como lo viene haciendo en otras muchas áreas desde que, hace 55 años, el premio Nobel de Física Richard Feynman pronunciara en el Caltech de California su famoso discurso titulado There’s Plenty of Room at the Bottom”.

Seamos pacientes con la nanoalimentación pero tomemos las decisiones adecuadas que permitan avanzar por el buen camino. Como decía aquel, las cosas hay que hacerlas “sin prisa… pero sin pausa”.

Richard Feynman en el Caltech de California

Richard Feynman en el Caltech de California

Jose

Nota: Si quieres ayudarme a difundir este post puedes hacerlo pinchando en este enlace. GRACIAS.

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19 respuestas a Los 10 mandamientos de la nanoalimentación

  1. La economía, como siempre, llevará décadas de ventaja: la primera nanotecnología que se va a generalizar es la de los nanosueldos.

  2. Pingback: Los 10 mandamientos de la nanoalimentación

  3. Maite alonso dijo:

    Me parecen los mejores 10 mandamientos que he leído hasta ahora.
    Ojalá se tengan en cuenta,es fundamental contar con la seguridad en cuanto a la toxicidad, reactividad y posibles acúmulos.
    Gracias por el post.
    Y felicidades por tu boda.

  4. La normativa europea en nanoseguirdad, nanotoxicología avanza, por supuesto siempre más despacio de lo que a muchos nos gustaría. En Europa hay grupos interdisciplinares trabajando en ello. Países como Francia van por delante.
    Uno de los problemas más relevantes con el que nos encontramos es que la toxicología «clásica» no termina de funcionar a escala nano y hay que definir de nuevo los ensayos. No solo encontramos los problemas o ventajas del tamaño de los compuestos, que permiten atravesar las barreras fisiológicas, además las propiedades fisico-químicas de un mismo compuesto cambian en los diferentes tamaños (hay que analizar varios tamaños de un mismo compuesto nano ya que su toxicidad y eficacia también pueden cambiar). Como bien dices, hay que añadir los problemas de distribución homogénea de las nanos en el compuesto final, a lo que hay que sumar problemas de solubilidad para realizar los ensayos de toxicidad, metabolismo, eficacia… En cualquier caso, ya hay ensayos validados y se realizan las pruebas pertinentes tanto en materiales como en fármacos…
    Para estar al día de los avances en seguridad en nanotecnología se puede visitar http://www.ehsadvance.com
    Las cosas de palacio van despacio, pero avanzan
    Gracias por el post, Jose.

  5. Roberto dijo:

    Cito:
    […] o se soluciona lo antes posible este embrollo o mucho me temo que seguirán pasando los años y aun no podremos disfrutar de las grandes ventajas que ofrece la nanotecnología en el sector alimentario.

    Yo me pregunto: ¿cuáles son esas grandes ventajas? Ni en la entrada se citan, ni se proporciona un enlace para que lo pueda comprobar yo mismo. Todo esto me parece o bien márketing, o bien venta de humo. Pero siempre habrá los mismos que, igual que ahora, dirán: «yo tomo esto porque, ¡oye, es buenísmo!», pero no puedan responder por qué.

  6. Hola Jose,
    Coincido con que lo mas acertado es tomar las máximas precauciones para asegurar la inocuidad de los nanocompuestos. Pero estos «10 mandamientos» sugieren desarrollar, regular, comercializar y vigilar todo nanoalimento, tal y como se hace con los medicamentos (pruebas de eficacia, toxicología, cinética, perfiles de seguridad). Con todo esto, ¿seguirá siendo rentable el mercado de los nanoalimentos?

  7. angel dijo:

    Me parece muy bien, pero ¿como encaja esto con el beneficio rápido de las empresas?.
    Por otra parte, los métodos analíticos no deben de estar validados sino realizados por profesionales conscientes y que sepan lo que hacen, para que sus resultados sean buenos, es decir que no sigan los protocolos de calidad, que es lo que los hacen nefastos.
    Gracias por tus publicaciones, ero para cosnseguir los excelentes 10 mandamientos que citas habrá de pasar mucho tiempo, con el sistema de ensayo y error, por ejemplo ¿cuanto costó que la humanidad se enterara del peligro del cornezuelo? y ¿cuanto tiempo costó que se supiera del peligro del monóxido de carbono? y aún así este conocimiento se ha olvidado y las personas siguen poniendo estufas de combustión en los dormitorios.
    Un viejo profesor mio nos explicaba que la civilización (los conocimientos adquiridos y trasmitidos) son como una goma que hay que tener en tensión (si se suelta te dá en las narices o en otros sitios mas sensibles), hay que avanzar pero sin olvidar los conocimientos adquiridos con gran esfuerzo.

  8. Interesante artículo, gracias!

  9. Excelente artículo, aunque al final todo se va a reducir a beneficios, el mundo se mueve por la money money

  10. Pingback: Resumen Scientia [Abril 2014] | SCIENTIA

  11. Un decálogo muy bueno, de los mejores que he leído hasta ahora. Sería estupendo que se tuviesen en cuenta, aunque habrá que levantarse de muchas caídas para logar algo. Sin embargo, al final todo queda reducido al dinero y sus beneficios… Gracias por el post.

  12. Uno de los problemas más relevantes con el que nos encontramos es que la toxicología “clásica” no termina de funcionar a escala nano y hay que definir de nuevo los ensayos. No solo encontramos los problemas o ventajas del tamaño de los compuestos, que permiten atravesar las barreras fisiológicas, además las propiedades fisico-químicas de un mismo compuesto cambian en los diferentes tamaños (hay que analizar varios tamaños de un mismo compuesto nano ya que su toxicidad y eficacia también pueden cambiar).

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