Debo reconocer que este verano se me ha ido la mano con tanta barbacoa, sardinada, calderada y demás eventos lúdico-gastronómicos, por lo que no me puedo extrañar de que mi estómago esté hecho unos zorros. Para intentar poner remedio a mis continuas visitas al cuarto de baño mi parienta, con más mala leche que preocupación por mi flora intestinal, me ha llenado el frigorífico de Activias.

Al preguntarle la razón de tanta generosidad, me enseñó una imagen que me dejó atónito. Antes de enseñarles la fotografía en cuestión, y para que ustedes puedan entender la razón de mi perplejidad, les voy a contar la historia de Activia, una leche fermentada probiótica sobre la que se han escrito muchas cosas…unas buenas y otras no tanto.

Este alimento funcional, que junto al famoso Actimel es la gran estrella de Danone, es el sucesor del famoso yogurt “BIO” que durante tanto tiempo publicitó el mítico José Coronado.

Como les conté en el post “La verdadera historia de los alimentos “Bio”, al ponerse en marcha el Reglamento (CE) 834/2007 por el que el prefijo BIO solo puede aplicarse a los productos ecológicos, el departamento de marketing de Danone se sacó de la manga el nombre de Activia, al igual que BIOmanán se convirtió en Bimanán (sin calentarse mucho la cabeza le quitaron la “o” y a otra cosa mariposa) y BIOfrutas pasó a llamarse Pascual funciona. Desgraciadamente “Pascual nunca funcionó” y los responsables de Pascual rectificaron pasando a usar la misma táctica de Biomanán, quitarle la “o” a BIOfrutas…y así nació Bifrutas. La creatividad al poder.

Una vez conocida la curiosa historia de cómo nació Activia, veamos lo que dice la ciencia sobre sus efectos sobre la salud. Este probiótico contiene los fermentos propios del yogur fresco tradicional (Lactobacillus Bulgaricus y Streptococcus Thermophilus) más un fermento probiótico exclusivo de la multinacional francesa (Bifidobacterium animalis sp. Lactis CNCM I-2494). Según se puede leer en la web de Danone, entre miles de cepas de bifidobacterias, Bifidobacterium animalis sp. Lactis CNCM I-2494* es la única que demuestra científicamente su función: sobrevivir al paso por el estómago y llegar vivo hasta la flora intestinal ubicada en el colon, intestino grueso.

Ya, pero eso es lo que dice Danone… ¿y qué dice la máxima autoridad europea en materia de alimentación? ¿Ese Bifidobacterium animalis exclusivo de Danone ha demostrado algún tipo de efecto saludable ante la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA)? Hasta día de hoy, NO.

La EFSA no ha reconocido ninguna alegación saludable para el fermento exclusivo de Danone, Bifidobacterium animalis sp. Lactis CNCM I-2494… aunque sí que existen informes muy concluyentes del Grupo de Expertos en Nutrición, Alergias y Dietéticos sobre otros Bifidobacterium animalis como es el caso de Bifidobacterium animalis ssp. lactis Bb-12. La opinión de los científicos, según pueden leer aquí, es totalmente negativa sobre sus potenciales efectos sobre el sistema inmune y la defensa ante patógenos. Interesante dato. Pero les voy a contar otro que a lo mejor les parece más revelador.

En el año 2010 Danone retiró “motu proprio” una solicitud que previamente había presentado ante este organismo oficial de la UE para que aprobara diferentes propiedades saludables de su producto Activia. Aunque según fuentes de la multinacional francesa el motivo de dicha retirada fue que este organismo no había marcado claramente el protocolo a seguir para la autorización de las alegaciones saludables de los probióticos, las malas lenguas comentaron que Danone prefería retirar la solicitud a que la EFSA se pronunciara negativamente sobre Activia, cosa que era muy probable vistos los antecedentes con otros productos similares. Además, este producto había recibido, al igual que Actimel, sarcásticos galardones y duras advertencias debido a su exagerada publicidad.

En este momento ustedes deberían hacerse una pregunta. Si ninguno de sus ingredientes ha sido aprobado por la EFSA…¿cómo hace Activia para publicitar alegaciones saludables? ¿Emplea Activia la misma táctica del asterisco que Actimel que les conté en el post “La verdadera historia del Actimel”? ¿Le adicionan algún micronutriente para salvar lo que dice el Reglamento 1924/2006? Pues no…porque no le hace falta.

Si se fijan en los envases de este producto, Activia no emplea ninguna publicidad científica ni alegación saludable, solamente dice que “ayuda a mejorar tu sonrisa”, “alimenta sonrisas” o que provoca “barrigas felices”. La gente ya asocia este producto con la salud intestinal por lo que Danone no se moja con ninguna publicidad científica que deba pasar el duro trámite de la EFSA. Además…¿cómo vamos a evaluar si una barriga es o no feliz? ¿qué estudio va a demostrar si un yogurt ha alimentado una sonrisa? ¿estamos locos o qué?

Sin embargo, la situación que les he descrito ha cambiado. Si ustedes entran en la web de Activia, podrán leer el siguiente mensaje que encabeza su campaña veraniega: “Ayuda a tu Salud Digestiva con Activia”. .. y que yo sepa no hay alegación saludable aprobada para decir que este probiótico ayuda a la salud digestiva. Además si teclean en Google la palabra “Activia” lo primero que les sale es la web de Danone anunciando “Activia: ayuda a cuidar tu salud digestiva. ¡Funciona!”.

¿Estoy diciendo que este producto no sirve para nada? En absoluto. Lo único que digo, que ya es bastante, es no hay ninguna declaración saludable que permita decir que Activia ayuda a la salud digestiva ni que sea mejor (ni peor) que otros tipo de yogures… eso sí, sobre si al consumir uno de estos yogures sus barrigas se ponen felices no tengo nada que decir.

Pero no se vayan que aun hay más… lo más hilarante. Al principio de este post les dije que mi mujer me había enseñado una fotografía que me dejó atónito… pero ni se la enseñé ni les conté la razón. Aquí la tienen.

Si se dan cuenta aparece el nombre de un microorganismo que no les había nombrado anteriormente. Se trata de Bífidus ActiRegularis. En realidad sí les había hablado de él. Bífidus ActiRegularis es el nombre con el que Danone rebautizó a su fermento probiótico exclusivo Bifidobacterium animalis sp. Lactis CNCM I-2494… y hemos de reconocer que para “regular” el tránsito gastrointestinal suena mejor Bífidus ActiRegularis que Bifidobacterium animalis. Hasta ahí todo correcto, una estrategia de marketing como otra cualquiera… pero fíjense en la frase que aparece en la parte de debajo de la imagen y con la que se intenta llamar la atención del público:

“EL ÚNICO CON BIFIDUS ACTIREGULARIS QUE LLEGA VIVO A LA FLORA INTESTINAL”

Pero vamos a ver. ¿Cómo que “el único con Bifidus Actiregularis que lleva vivo a la flora intestinal”? ¿Comparado con quién? ¡¡Pero si no hay otros productos de otras marcas que lleven ese bicho!! Claro que es el único…¡¡NO HAY OTRO!!.

Cuando un consumidor lee que un producto es “el único que…” enseguida piensa que ese alimento proporciona unas propiedades que otros productos no aportan. Este tipo de publicidad comparativa ha dado lugar a fuertes controversias y polémicos pleitos entre marcas comerciales que se acusan entre ellas. Pero en este caso… ¿qué otro producto con Bifidus Actiregularis va a demandar a Danone? ¡¡Si Bifidus Actiregularis es exclusivo de Activia!!.

Acabo. Estimados lectores, tras lo que han leído se esconde otra gran verdad. Mi mujer se había estado riendo de mí todo el rato. Cuando le expliqué la verdad de lo que se escondía tras la publicidad de Activia, me dijo que ya la conocía y que su intención no era mejorar mi salud digestiva sino intentar que mi barriga, que ha aumentado considerablemente tras las juergas de este verano, fuera feliz y se riese un poco… y nada mejor que Activia para eso. Muy graciosa ella.

Por favor, si ustedes conocen alguna forma de cuidar mi delicada salud digestiva háganmelo saber. En agradecimiento les voy a hacer una revelación. Que sepan ustedes que este post que han leído es el mejor de los que hoy se publicarán en SCIENTIA…sí, el único también, pero yo soy como el Bifidus Actiregularis…me comparo conmigo mismo.

Jose

NOTA: Puedes ayudarme a difundir este post en #MNM pinchando en este enlace. GRACIAS.

*: La cepa Bifidobacterium animalis sp. lactis DN-173 010 está depositada en el Collection Nationale de Cultures de Micro-Organismes (CNCM), en el Institute Pasteur (Paris, France) como Bifidobacterium animalis sp. lactis CNCM I-2494.