He decidido que en los próximos meses voy a escribir mucho sobre biotecnología. ¿Por qué? Como decía Joaquín Sabina, “Sobran los motivos”. Es un tema que me apasiona, formo parte del grupo de investigación “Bioquímica y biotecnología enzimática” de la Universidad de Murcia e imparto la asignatura de “Biotecnología alimentaria” en el Grado de Ciencia y Tecnología de los Alimentos.

Postear sobre biotecnología, ingeniería genética y transgénicos también tiene sus contras. Ni se imaginan la cantidad de comentarios que no publico por los insultos que recibo. Siempre pasa igual cuando escribo de transgénicos. El post “Escocia dice “no” a los transgénicos… y a la ciencia” es un buen ejemplo de entrada donde tuve que censurar muchos comentarios irrespetuosos. En él defendía que si un organismo transgénico ha superado todos los controles sanitarios y medioambientales que exige la UE, un país no debe prohibir su cultivo basándose en causas tan peregrinas como lo que supuestamente piensen los agricultores, un mal empleado “Principio de Precaución” (les aconsejo que lean este post de Guillermo Peris sobre el mal uso de dicho principio), los falsos daños que tenga sobre el paisaje escocés o la mala prensa que tengan entre los ciudadanos debido a la falta de cultura científica.

Pues bien, En dicho post un lector me preguntó acerca del estado actual no de los transgénicos cultivados sino de los transgénicos importados. ¿Cuántos hay? ¿Se les exige algún tipo de control? ¿Qué se espera en un futuro? Veamos.

Hasta hace pocos meses la UE importaba unos 60 productos transgénicos, principalmente maíz, soja, algodón y remolacha azucarera (solamente con estos productos Europa importa 33 millones de toneladas de alimentos transgénicos al año). En el mes de abril de 2015 la Comisión Europea, tal y como se puede leer aquí, anunció la autorización de importar y comercializar en la Unión Europea un total de 19 organismos genéticamente modificados (OGMs), en su mayoría para consumo humano, pero también algunos para piensos y dos tipos de clavel. Es necesario resaltar que no estamos hablando de permisos para cultivar sino para importar y comercializar.

Concretamente se trata de la renovación de la autorización de dos tipos de maíz (T25 y NK 603), uno de soja (GT 73) y cuatro variedades de algodón (MON 531 x MON 1445, MON 15985; MON 531 and MON 1445) que ya se comercializaban en la UE. Además, también se autorizan por primera vez diez nuevos transgénicos:

• El maíz MON87460,
• Distintas variedades de soja (MON 87705, MON 87708, MON 87769, 305423 y BPS-CV127-9),
• Una variedad de colza (MON 88302)
• Tres variedades de algodones (T 304-40, MON 88913 y LLCotton25 GHB 614).

En cuanto a los claveles (que espero que no les de por comérselos) han sido autorizados IFD-25958-3 y IFD 26407-2 que también podrán ser importados y vendidos en la UE durante los próximos diez años.

Como se imaginarán rápidamente se levantaron voces en contra. La directora de política alimentaria en la UE de Greenpeace, Franziska Achterberg, afirmó que estas autorizaciones «abren la puerta a una nueva ola de cultivos transgénicos para complacer a las empresas estadounidenses de biotecnología y a los negociadores comerciales». Según algunos estas autorizaciones son consecuencias de la presión que ejercen las empresas biotecnológicas y el Gobierno estadounidense en el marco de negociaciones del Tratado de Comercio e Inversiones (TTIP) entre la UE y los EEUU. Otros representantes de grupos ecologistas extremos (que conste que apoyo y alabo las actitudes de muchos grupos ecologistas pero no las basadas en la irracionalidad) han afirmado que estos productos no son seguros desde el punto de vista sanitario y medioambiental y las importaciones son un auténtico riesgo.

Claveles trangénicos

Saben que siempre les doy mi opinión sobre los temas que abordo. Eso no significa que esté en poder de la verdad absoluta, ni mucho menos. En esta ocasión no entiendo estos reparos a la importación de cultivos transgénicos. En el caso de los OGM nunca hay que generalizar y siempre hay que estar abierto a lo que digan los nuevos descubrimientos científicos. Sin embargo, las evidencias de las que se disponen hoy en día no dejan lugar a dudas. Los transgénicos importados citados anteriormente no suponen ningún riesgo (dejando claro que el riesgo 0 nunca existe).

Hay que recordar que todas las autorizaciones cuentan con el aval de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y que los productos derivados de estos OGM serán sometidos a las normas europeas de trazabilidad y etiquetado de la UE. Controles físico-químicos, controles microbiológicos, controles sanitarios, controles ambientales, etiquetado detallado…¿qué más queremos?

Sí, ya lo sé, según muchos de ustedes estas autorizaciones para importar cultivos transgénicos se tratan de meros trámites administrativos y no son un aval de seguridad. Para intentar demostrarles que están equivocados hoy traigo al blog una espectacular infografía que encontré buceando en la web de EUROPABIO. Cuando encontré esta joya rápidamente me puse en contacto con la gente de la maravillosa plataforma de divulgación científica Divúlgame que la tradujeron al castellano para facilitarles su comprensión.

En esta infografía se observa como el proceso de importación de cultivos transgénicos pasa por innumerables controles que avalan su seguridad sanitaria y medioambiental. En ella se pueden leer las tres principales fases del proceso de aprobación: 1) Investigación y desarrollo; 2) Evaluación de seguridad: 3) Revisión de la EFSA. También se observan los procesos implicados en cada fase y el tiempo de duración de las mismas. Por último la infografía aborda la fase de Gestión de Riesgo.

Tras ver esta infografía, cuya información puede ampliarse en la web oficial de la UE sobre cultivos transgénicos, creo que es evidente que las autorizaciones sobre las importaciones de OMGs tienen su base científica y no son meros trámites administrativos.

Es posible que algunos de ustedes estén pensando que hay otros argumentos, más allá de los científicos, para prohibir la importación de transgénicos. Un ejemplo son las razones socioeconómicas. Sin embargo, estas jamás pueden basarse en el sinsentido y últimamente, acogiéndose al paraguas de “razones socioeconómicas” , se están realizando auténticas atrocidades.

Es inadmisible prohibir la importación o el cultivo de OMGs autorizados basándose en su rechazo social si este, según muestran todos los estudios, encuestas, etc., se basa en el desconocimiento de la biotecnología. Entonces, ¿rechazamos también las vacunas porque haya gente que está en contra? ¿y la wifi?

Es posible que estén pensando que estos dos ejemplos (vacunas y wifi) se refieren solo a grupos minoritarios así que voy a darles otro dato. Según las últimas encuestas dos tercios de la población europea piensa que los aditivos son peligrosos… ¿eliminamos entonces los conservantes, antioxidantes, colorantes, reguladores de pH, etc. porque lo pide la mayoría social?

Pero voy más allá. ¿Qué es eso de prohibir importar o cultivar transgénicos para que la gente siga asociando un país a paisajes verdes y el turismo no se resienta ($) si no hay evidencia alguna de que los OMGs deterioren paisaje alguno? ¿Es eso una razón socioeconómica o medioambiental que justifica la prohibición? ¿Seguro?

A los empecinados en que el uso de transgénicos perjudica el medioambiente aunque hayan pasado los controles de la UE les recomiendo leer el estudio «Probability functions to build composite indicators: A methodology to measure environmental impacts of genetically modified crops» publicado hace unas semanas en la revista científica Ecological Indicators donde se indica que los cultivos trangénicos mejoran respecto a los convencionales en un 70% su impacto sobre el medioambiente. También sería interesante leer el trabajo titulado «A Meta-Analysis of the Impacts of Genetically Modified Crops» publicado en Plos One recientemente y realizado analizando 147 artículos científicos en el que se pone de manifiesto las ventajas medioambientales y socioeconómicas del uso de OGMs.

Ya acabo pero antes les dejo dos preguntas para que reflexionen. ¿Ningún dirigente ha pensado que el mensaje del miedo que se manda a la sociedad con decisiones irracionales acerca de la importación y/o cultivo de OGMs  fomenta la incultura científica de sus ciudadanos además de impedir la libertad de comercio sobre cultivos aprobados a todos los niveles? ¿O sí lo han pensado pero prefieren el voto fácil y la demagogia a una sociedad culta, formada y preparada que sepa elegir a unos dirigentes que tomen decisiones basadas en el sentido común?

No conozco las respuestas pero sé que entre la demagogia de unos, el populismo de otros y la falta de cultura científica de gran parte de la sociedad, el progreso científico en biotecnología está siendo frenado incomprensiblemente.

Jose