Como se puede observar en el siguiente vídeo, tras la victoria de los Hobbits, Aragorn, Elfos, Enanos, Ents y demás fantoches sobre mis Orcos, la felicidad reina en la Comarca de Frodo y los suyos.
En el fondo, y aunque a ustedes les extrañe, Sauron, el Gran Ojo sin Párpado, se alegra de esta fiesta ya que según un curioso estudio realizado por investigadores del Departamento de Epidemiología y Salud Pública de la Universidad de Londres y publicado en la revista científica “Proceedings of the National Academy of Sciences”, la gente de buen ánimo tiene un riesgo un 35% menor de morir en los próximos 5 años…justo el tiempo que necesito para la reconquista de toda la Tierra Media desde Mordor, las Tierras de Sauron, Orodruin y Morannon.
Las conclusiones del trabajo podrían parecer sorprendentes pero hay que reconocer que el hecho de que los científicos ingleses no hayan empleado las técnicas tradicionales de análisis de este tipo de estudios, basadas en cuestionarios individuales a los implicados, sino que hayan analizado muestras de saliva donde se pudieron analizar distintos parámetros relacionados con los niveles de excitación, felicidad, preocupación, etc. como es el caso de diferentes hormonas, le proporciona más rigurosidad a los resultados alcanzados.
Además no me extraña el gran sentido del compañerismo y este comportamiento tan solidario por parte de toda esta gentuza de la Tierra Media, ya que un estudio realizado por investigadores estadounidenses y que acaba de ser publicado en “Science” titulado “Empathy and Pro-Social Behavior in Rats” muestra como entre ratas, y no solamente entre humanos o primates, existe una gran empatía y suelen ayudarse unas a las otras a escapar cuando se ven privadas de libertad… cosa que no volverá a ocurrir con mis ejércitos encapsulantes.
El estudio, realizado por un grupo de investigación de la Universidad de Chicago, muestra como los Hobbits, digo las ratas, “absorben” el miedo y la tensión de sus compañeras y terminan todas asustadas en un fenómeno conocido como “contagio emocional”. Sin embargo, el trabajo muestra como unas ratas se ayudan a otras en situaciones de peligro mostrando una gran “sensibilidad” las unas por las otras. Eso sí, la investigación muestra como las ratas hembra fueron más cooperativas que los machos… y yo mucha Hobbit hembra no es que recuerde en la Trilogía del “Señor de los Anillos”.
Pero una vez entendidas las razones de la felicidad y la empatía que reina tras la Batalla Delagua en el más débil e insignificante de todos los pueblos de la Tierra Media, la Comarca, retrocedamos unos años atrás para entender la verdadera relación existente entre los cuatro Hobbits protagonistas de la Trilogía del Señor de los Anillos, a cual más rata: Frodo Bolsón de Bolsón Cerrado; Sam Gamyi, jardinero de Bolsón Cerrado; Pippin, Peregrin Tuk, hijo del Thain de la Comarca y Merry, Meriadoc Brandigamo de los Gamos de la Comarca… no eran tan amigos como parecían estos malditos roedores.
Aunque a lo largo de la Trilogía de J.R.R. Tolkien, del cual hace una semana se cumplieron 120 años de su nacimiento, se veía muy unidos a los cuatro Hobbits, la separación entre ellos que pareció casual y fruto del combate con mis Orcos tuvo razones oscuras y científicas que hoy desvelamos en el Blog.
¿Recuerdan ustedes el momento en el que tuvieron que separarse los cuatro Hobbits? Por una parte Frodo y Sam, junto con Gollum, siguieron su triste peregrinación con “mi anillo” al cuello. Por otra parte, Merry y Pippin, huyendo de una de mis cuadrillas de Orcos, llegaron al bosque de Fangorn como contamos en el episodio anterior de la serie “La Comunidad del Anillo y los ejércitos encapsulantes”. Pues bien, aunque todo parecía pactado, Merry y Pippin se separaron de sus dos “amiguetes” por razones que pocos conocen.
Debido a tantos kilómetros andando con la misma ropa, sufriendo toda clase de calamidades y aguantando a Gollum junto a ellos, Sam y, sobre todo Frodo, emanaban un olor especial… pero con un significado científico que hoy explicamos en Scientia. Ese desagradable aroma existente alrededor del sobrino de Bilbo Bolsón de Bolson Cerrado puso de manifiesto su verdadera personalidad… y eso no gustó ni a Pippin ni a Merry.
En un más que interesante trabajo titulado “Does Personality Smell? Accuracy of Personality Assessments Based on Body Odour” publicado en la revista “European Journal of Personality” un grupo de científicos polacos de la Universidad de Wroclaw ha mostrado como somos capaces de adivinar rasgos de la personalidad de los demás simplemente por el olor corporal que dejan ya que éste no es más que una expresión fisiológica de nuestras emociones.
El artículo en cuestión muestra como las personas detectaron, con un alto grado de precisión, la extroversión (la tendencia a ser sociable) el neuroticismo (la tendencia a sentir ansiedad y mal humor) y el dominio (el deseo de ser un líder) tan solo haciendo una profunda aspiración de la ropa de distintos sujetos… y todo esto marcó las relaciones entre los cuatro Hobbits.
Pues bien, si ustedes recuerdan Frodo Bolson se pasó las tres películas del “Señor de los Anillos” sudando abundantemente fruto del estrés de llevar el Anillo lo que, según los autores del estudio, muestra su personalidad neurótica… y estarán conmigo que el más ruin de los Hobbits era un neurótico de pura cepa.
Además, los altos niveles de testosterona que segregaba continuamente el sobrino de Bilbo Bolson podían modificar el olor que procedía de sus glándulas sudoríparas lo que según los científicos polacos es característico de las personas que muestran obsesión por ser más dominantes… como Frodo con el dichoso Anillo.
Pero si hubo un aspecto que rompió definitivamente las relaciones entre estas cuatro ratas de la Tierra Media, y que fue determinante en la novela de J.R.R. Tolkien, fue la “cariñosa relación” entre Frodo y Sam.
De todos es sabido que Frodo y Sam estaban especialmente unidos por sentimientos de profunda amistad. A lo largo de toda la trilogía la fidelidad que Sam profesaba a su señor Frodo libró a este último de mil y un avatares… pero había una explicación científica a tal sentimiento.
El “empanamiento” constante en el que estaba sumergido Frodo era fruto de ese brebaje que Sam le iba proporcionando continuamente y del cual se desprendían ciertos vapores. Pues bien, acabo de descubrir que esos vapores procedían, ni más ni menos, que de la oxitocina, la “hormona del amor”, una hormona relacionada con los patrones sexuales y con la conducta maternal y paternal, y que actúa también como neurotransmisor en el cerebro… sin comentarios.
Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Concordia (Montreal, Canadá) y publicado en la revista “Psychopharmacology” constata el cambio de personalidad de los individuos si se les aplica un spray nasal con oxitocina. Los resultados de este estudio muestran como la administración de oxitocina vía intranasal proporciona a las personas unos niveles muy elevados de extroversión y de apertura a nuevas experiencias… que pillín era Sam Gamyi, el fiel jardinero que se pasó toda la Trilogía haciendo aspirar oxitocina a Frodo con dudosas intenciones…
Concretamente los datos indican que la hormona amplifica rasgos de personalidad como la calidad, la confianza, el altruismo y la apertura… ahora empiezo a entender su «amistad». Además, la oxitocina facilita el comportamiento social, cambiando la forma en la que uno se percibe a sí mismo.
Claro que si a esto unimos que el estudio del grupo de científicos polacos también afirmaba que la habilidad para reconocer los diferentes tipos de personalidad a través de los olores se incrementaba cuando éstos provenían de una persona del sexo opuesto… me cuadra todo. De todas formas, y tratándose de la relación entre Frodo y Sam, prefiero no meterme en más charcos, aunque si unimos la testosterona de Frodo, la oxitocina u hormona del amor y el olor entre personas de sexo opuesto… sobran las palabras.
Ante tal marejada de hormonas, aromas y olores, y sintiéndose algo incómodos entre tanto derroche de amistad entre Frodo y Sam, Merry y Pippin decidieron partir por su cuenta y dejar a los otros dos Hobits solitos…claro que Gollum, el Hobbit que antes fue Sméagol, no se enteraba de lo que estaba pasando y seguía allí en su papel de “escopeta”.
Una vez separados los cuatro Hobbits, lo que les pasó a Merry, Pippin y a los Ents ya lo explicamos en «El Bosque de Fangorn y la termodinámica de la encapsulación»…sucumbieron ante mis ciclodextrinas. Pero lo que nadie se esperaba es que mientras eso ocurría Frodo y Pippin intentaron unir a sus tropas un nuevo tipo de aliados fruto del avance de las nuevas tecnologías.
En el primer capítulo de esta serie, «La noche que Gollum atrapó al más capullo de los antioxidantes», los Hobbits intentaron ganarme la partida utilizando antioxidantes que se encontraban en el gusano de seda. En vista de su fracaso antes mis ejércitos de ciclodextrinas que encapsularon al oxyresveratrol, los tristes habitantes de las verdes y apacibles tierras de la Comarca han intentado una nueva estrategia: la modificación genética.
Como en el fondo estos Hobbits son unos gusanos rastreros, los habitantes de la Comarca no quieren renunciar a sus orígenes y en lugar de buscar otros aliados decidieron seguir “erre que erre” con sus gusanitos. Pues bien, en un trabajo titulado “Silkworms transformed with chimeric silkworm/spider silk genes spin composite silk fibers with improved mechanical properties” publicado en PNAS, y con la ayuda de un equipo de científicos de la Universidad de Wyoming, Frodo y su banda han conseguido modificar genéticamente los gusanos de seda que perdieron la batalla ante mis ciclodextrinas para que logren producir la seda de las arañas, la cual es mucho más fuerte que la de los gusanos.
El motivo de usar gusanos en vez de arañas es que éstas últimas no son capaces de producir grandes cantidades de seda y, además, tienden a comerse las unas a las otras en cautiverio. No así los gusanos de seda, quienes resultan más fáciles de cultivar y producir grandes cantidades de seda aunque con un material mucho más frágil. En el fondo está bien pensado por parte de los Hobbits ya que matarían dos pájaros de un tiro, por un lado obtendrían la poderosa seda de las arañas y por otro la aumentarían la capacidad de producción de la misma.
Sin embargo querido Frodo, es cierto que estas investigaciones podrán llevar a la construcción de nuevos materiales en el campo de la medicina (creación de puntos de sutura más fuerte o incluso para implantes) o la ingeniería, pero de ahí a que con vuestro complejo de Spiderman creáis que podéis atrapar a mis ciclodextrinas hay un abismo. Por si faltaba poco quiero recordarte Frodito que «las arañas no pagan traidores» y aun recuerdan como Ella-Laraña, una de las hijas mayores de la terrible Gran Araña Ungoliant y dueña del Bosque Negro, murió de manera inesperada a manos de tu “amigo” Samsagaz Gamyi… y por ello jamás las arañas estarán de tu parte.
Además, a Sauron las nuevas tecnologías no solamente no le asustan sino que en el Reino de Mordor también sabemos utilizarlas para hundir a los habitantes de la Tierra Media. No solamente me río de que estos Hobbits intenten atacarme con gusanos transgénicos sino que, para pisarlos como se merecen, hace unos días anuncié a través de un comunicado leído por un un grupo de científicos de EE.UU. la incorporación a mis tropas de monos genéticamente modificados.
Los investigadores, pertenecientes a un centro de investigación estadounidense del estado occidental de Oregón, afirmaron haber mezclado con éxito células de hasta seis embriones diferentes, para dar origen a tres monos Rhesus que pueden suponer, además del fin de los Hobbits, una herramienta para el desarrollo de futuros fármacos y que además suponen un gran potencial para futuras investigaciones científicas, en especial en el campo de las células madre…. Y todo eso a pesar de que, como no, ya se han levantado voces en contra por parte de los de siempre acusando a los investigadores de maltrato animal… sin comentarios.
En fin señores, habrán observado que el Señor Oscuro de Mordor lo tiene todo científicamente controlado en su afán por reconquistar la Comarca. De todas formas tengo una mala noticia para todos los que pensáis que los posts que componen la serie “La Comunidad del Anillo y los Ejércitos Encapsulantes” son fruto de mi deterioro mental.
A pesar de que la creencia popular era que el declive mental no comienza antes de los 60, un estudio publicado en la revista “British Medical Journal” y llevado a cabo por científicos del Centro de Investigación en Epidemiología y Salud Pública de Francia y del University College London en el Reino Unido, sugiere que la memoria, el razonamiento y la comprensión pueden comenzar a declinar desde los 45 años.
El estudio, realizado en más de 7 mil personas -de entre 45 y 70 años-a las que siguieron durante una década, muestra que la capacidad que tiene nuestro cerebro para desarrollar la función cognitiva comienza a deteriorarse 15 años antes de lo que se creía… pero aun no he llegado a la cifra mágica de los 45 así que, a pesar de que les cueste creerlo, todo lo escrito no es fruto del delirio…sino de que soy así de rarito.
Jose
Próximo capítulo: “La microencapsulación de Légolas, el Elfo que cayó en la trampa de los arándanos”
Nota 1: Esta es mi primera entrada en la XI Edición del Carnaval de la Química que durante este mes de Enero de 2012 se alberga en el Blog La Aventura de la Ciencia.
Nota 2: Agradecer a @Joaquin_Sevilla su ayuda en la redacción de este post aportando un video genial.
Fuentes:
- Positive affect measured using ecological momentary assessment and survival in older men and women. “Proceedings of the National Academy of Sciences”. 2011, 108, 18244-18248.
- Empathy and Pro-Social Behavior in Rats “Science”. 2011, 334, 1427-1430.
- Does Personality Smell? Accuracy of Personality Assessments Based on Body Odour. “European Journal of Personality”. 2011. DOI:10.1002/per.848
- Silkworms transformed with chimeric silkworm/spider silk genes spin composite silk fibers with improved mechanical properties. 2012. “Proceedings of the National Academy of Sciences”. 2012, D.O.I.; 10.1073/pnas.1109420109
- Timing of onset of cognitive decline: results from Whitehall II prospective cohort study. 2012. Biochemical Medical Journal. D.O.I: 10.1136/bmj.d7622
- http://www.telegraph.co.uk/health/healthnews/8020464/Oxytocin-the-love-hormone-could-cure-shyness.html
Maldito seas, no sólo me camelas con toda la parafernalia de la Sagrada Trilogía, ¡encima me sacas a Spiderman! Así no hay quien se escape de leer el post enterito…
En fin, lo de Frodo y Sam tampoco es que sea descubrir América, pero vamos, que está bien saber la explicación científica.
Creo que te has superado, colega… espero con interés el siguiente capítulo.
Yo creo también que ese brebaje llevaba algo… Cuando se le gastó, intentó dárselo en pastillas mezcladas con pan Hobbit… Pero supongo que no tendrían ningún efecto… solo hay que ver como se puso Frodo en la «escalera recta» de Cirith Ungol…
Y un dato adicional que no se si sabe.. A los niños de orfanato se les da pastillas de oxitocina para que sus receptores no se «atrofien» por la falta de ella.
Además, un estudio reciente en niños vió que los niveles de oxitocina eran más elevados en aquellos niños que jugaban con su madre biológica que los que jugaban con una madre adoptiva. Que curioso.
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Gran post! Una puntualización. En realidad la oxitocina hubiera vuelto a Frodo más hostil. Los ultimos descubrimientos al respecto hablan de q esta hormona potencia lo ya existente. Sólo es la hormona del amor si ya estás predispuesto a ello. En cualquier caso es coherente con lo q pasó. Frodo fue comportandose de manera más y más hosca 😉