La semana pasada publiqué la entrada “Phosfoactiv, el complemento alimenticio que “dice” ayudar a optimizar las funciones mentales”. En él les puse una tarea: investigar la efectividad de dicho producto. Para facilitar su investigación les remití al post “Cómo saber si un complemento alimenticio es un fraude en 5 cómodos pasos” y les formulé las siguientes preguntas:

• ¿Cuál de los ingredientes de Phosfoactiv es el que le proporciona a este complemento alimenticio la capacidad de “ayudar a optimizar las funciones mentales y a combatir la fatiga y la apatía”?
• ¿Presenta la población española deficiencias en este ingrediente?
• ¿Encontramos en la alimentación tradicional alimentos que contengan ese ingrediente?
• ¿Podrían decirme algún ejemplo de un alimento donde ese ingrediente se encuentre a mayor concentración y que cueste mucho menos?

En realidad les hice trampa. Sobran las preguntas número dos, tres y cuatro. ¿Por qué? Porque atendiendo a lo que se lee en el envase ninguno de los ingredientes de Phosfoactiv le proporciona a este famoso complemento alimenticio la capacidad de “ayudar a optimizar las funciones mentales y a combatir la fatiga y la apatía”. Sí, soy lo peor… pero les voy a demostrar en qué me baso para tal afirmación.

Tal y como se lee en la anterior imagen los tres ingredientes que ayudan a las citadas funciones son la fosfatidilserina, la L-teanina y la taurina. Veamos en qué consisten y si cumplen dichas propiedades.

La fosfatidilserina forma parte de los fosfolípidos que usualmente se mantienen en la monocapa lipídica interior, en el lado citosólico, de las membranas celulares gracias a una enzima llamada flipasa. Diferentes productos como Phosfoactiv, De Memory o Mente Activa han aprovechado las funciones que desempeña la fosfatidilserina en nuestro organismo para introducirla en diversos complementos alimenticios y publicitar que mejoran la memoria, favorecen los procesos cognitivos, incrementan el rendimiento deportivo e incluso mejoran la salud de los niños afectados por el trastorno por déficit de atención con hiperactividad.

¿Están demostradas científicamente todas estas propiedades atribuidas a la fosfatidilserina? Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, no. Ni mucho menos. En un demoledor informe su Panel de Expertos en Nutrición, Alergias y Dietéticos no solamente niega que la fosfatidilserina sirva para mejorar la memoria, la función mental o la cognitiva sino que afirma que tampoco tiene el más mínimo efecto sobre la reducción del estrés ni sobre nada parecido. Además en dicho informe se deja claro que la ausencia de efectos positivos es común a todas las etapas de la vida: adolescentes, adultos o personas de la tercera edad. Un desastre. Analicemos el segundo ingrediente estrella del Phosfoactiv: la taurina.

Taurina

La taurina es un ácido orgánico que interviene en la formación de la bilis y que se encuentra de forma natural en muchos alimentos. Concretamente esta molécula, cuyo nombre deriva de la voz latina Taurus (toro), es un derivado del aminoácido cisteína que contiene el grupo tiol; y es el único ácido sulfónico natural conocido. La EFSA publicó en 2009 un dictamen positivo sobre la seguridad de la taurina que pueden leer en este enlace, pero en este otro informe niega todos y cada uno de los posibles efectos positivos de la taurina. En dicho documento se afirma que no está demostrado científicamente que la taurina tenga un efecto positivo sobre la función cognitiva, y que tampoco ayuda a retrasar la aparición de la fatiga tras el ejercicio físico, ni tiene ningún efecto sobre  la función normal cardiaca, ni sobre la función muscular, ni sobre nada… Segundo ingrediente de Phosfoactiv sin ningún efecto positivo demostrado científicamente. Vayamos a por el siguiente.

Teanina

La teanina (gamma glutamiletilamida o 5-N-etil-glutamina) es un compuesto abundante en el té verde y es conocida por ser absorbida después de la ingestión oral por el intestino delgado e hidrolizada en glutamato y etilamina en el intestino y el hígado. ¿Y puede ayudar a optimizar las funciones mentales? Pues va a ser que no. El Panel de Expertos en Nutrición, Alergias y Dietéticos de la UE ha dictaminado que la L-teanina de Camellia sinensis (L.) Kuntze no solamente no mejora la función cognitiva sino que ni reduce el estrés psicológico, ni mantiene el sueño normal ni nada por el estilo…otro contundente informe.

Ha quedado claro que ninguno de los ingredientes estrella del Phosfoactiv justifica su “presunta” ayuda a optimizar las funciones mentales y a combatir la fatiga y la apatía, pero… ¿Puede existir algún otro ingrediente en el famoso Phosfoactiv que justifique que este complemento sea efectivo? Según algún comentario que dejaron lectores de Scientia en el primer post, la glucosa… pero yo no lo tengo tan claro.

Glucosa

Es cierto que según este polémico informe de la EFSA se ha establecido una relación causa/efecto entre el consumo de carbohidratos glucémicos y la contribución a la función cognitiva normal. El Panel de Científicos de la UE afirma que para cubrir los requisitos de glucosa que necesita el cerebro se requiere una ingesta diaria de 130 g de hidratos de carbono glucémicos. Sin embargo, y sin entrar a debatir lo surrealista que me parece esta health claim que fomenta inexplicablemente el consumo de azúcar y que va en contra de las recomendaciones de la OMS, cada unidad de Phosfoactiv tiene menos del 3% de la cantidad de los hidratos de carbono glucémicos diarios necesarios (3.69 gramos suponiendo que estemos hablando de glucosa como se lee en la web)… y esa cantidad irrisoria de hidratos de carbono no creo que le permita al Phosfoactiv publicitar todas las alegaciones saludable aprobadas para la glucosa (aunque puedo estar equivocado y estaría encantado de que alguien me sacase del error).

Además, en ningún lugar del envase o de la web, y tal como establece la UE, se informa al público que sea la glucosa la responsable de tales alegaciones sino que continuamente se alude a la taurina, a la teanina y a la fosfatidilserina que ya les he demostrado que no tienen efecto alguno.

Estimados lectores, en los últimos años se está comercializando infinidad de productos destinados a aumentar el rendimiento cognitivo, la memoria, la capacidad intelectual, etc. Estos complementos están inundando aulas, bibliotecas y salas de estudio… y no me gusta nada. Como profesor universitario me cabrea muchísimo que se vendan productos publicitando que pueden ser una ayuda extra para el alumno. Tras leer el post de hoy o el titulado “Mis alumnos y sus extraños métodos de estudio: el escándalo De Memory” queda claro que lo que hay que hacer es alimentarse correctamente, estudiar y dejarse de tonterías.

Claro que dejando a un lado mi faceta de profesor y centrándome en la de ciudadano una pregunta me viene a la cabeza tras redactar este post. Los productos de este tipo que no cumplen la reglamentación vigente acerca de las alegaciones saludables, ¿por qué se permite que se vendan?

Jose