Les doy mi palabra. Lo que les voy a contar hoy es lo último que hago para que los matemáticos me perdonen la gran fechoría que cometí aquel nefasto mes de Junio de 1989. Si no saben de lo que les estoy hablando creo que deben pinchar en este enlace donde les explico lo que hice hace más de 23 años en la asignatura de Matemáticas de primer curso de la carrera de Ciencias Químicas.

Pues bien, para redimir mi pecado ya he hecho tres de las cuatro penitencias establecidas por los “señores matemáticos”. La primera de ellas ha sido tragarme junto a mi hija, y durante todos los días este año 2012 que está a punto de acabar, un capítulo de la fantástica serie de dibujos animados “El equipo Umizoomi” en la que Milli, Geo y Bot resuelven los problemas cotidianos con sus grandes superpoderes matemáticos. La segunda fue escribir un “maravilloso” post titulado “La Guerra del Cálculo Matemático: Newton contra Leibniz” y con el que estuve a punto de ganar la 2.4 Edición del Carnaval de Matemáticas. Posteriormente organicé en Casa Scientia la 3,14159 Edición del Carnaval de Matemáticas lo que fue todo un honor… pero ni con estos tres gestos de buena voluntad los matemáticos me perdonaron lo que pasó aquel fatídico día mientras me examinaba de su “bonita” asignatura.

Debido a todo lo expuesto, y en un intento a la desesperada de que mi culpa sea olvidada, he decidido coger el toro por los cuernos e ir a visitar a mis amigos matemáticos a su propia casa y plantarles cara… lo que han oído. El próximo día 14 de Diciembre no daré una sino dos charlas en Sevilla, la gran plaza matemática de España, de signo muy distinto y ante diferente público.

A las 18.30 de la tarde estaré en el Salón de Actos de la Facultad de Matemáticas de la Universidad de Sevilla hablando de “Ciencia, matemáticas y publicidad: el caso de las bebidas energéticas”… como diría un amigo: “cosas de Jose”. En ella hablaré acerca de la importancia de las matemáticas sobre diversos aspectos relacionados con el marketing alimentario y, más concretamente, sobre el enigmático mundo de las bebidas energéticas.

Como podremos observar a lo largo de la conferencia son diversas las estrategias empleadas por la industria alimentaria para intentar confundir al consumidor y aumentar su cuota de mercado… y muchas de ellas están basadas en simples cálculos matemáticos. Sin embargo una correcta aplicación de las principales reglas del cálculo será suficiente para proporcionar a dicho consumidor toda la información necesaria para que éste realice su elección de forma libre pero con conocimiento de causa.

Por último intentaré exponer la importancia de las matemáticas para conocer el efecto sobre la salud que puede tener el consumo desmedido de las bebidas energéticas… y todo eso lo haré adornando la faena con una serie de sorpresas (hoy no pienso desvelarlas) que espero sean del agrado del respetable… y de ustedes porque la charla será grabada y ya les contaré próximamente donde podrán verla.

Pero si les ha parecido surrealista el tema de la charla que daré en la Universidad de Sevilla “agárrense los machos” que les voy a contar donde estaré ese mismo viernes 14 por la mañana. Si el tiempo lo permite me desplazaré al IES Severo Ochoa de San Juan de Aznalfarache donde los alumnos de dicho centro escucharán a un bioquímico «algo especial» impartir una conferencia, en la que nos lo pasaremos muy bien, titulada “Del Señor de los Anillos al Actimel: un paseo por la ciencia”… sin comentarios.

No me gustaría acabar esta entrada sin agradecer al Vicerrectorado de Investigación de la Universidad de Sevilla el haberme invitado a dar estas conferencias gracias a su del IV Plan Propio de Investigación y que se enmarcan dentro del ciclo de divulgación titulado «La ciencia desde el ojo matemático«. También quiero agradecer al IES Severo Ochoa, a María del Carmen Calderón Moreno y, muy especialmente, a mi admirado José A. Prado-Bassas (Tito Eliatron), profesor de matemáticas del Dpto. Análisis Matemático de la Universidad de Sevilla y autor del magnífico blog “Tito Eliatron Dixit” por su interés en que un servidor visitase su morada. Gracias Tito.

Eso sí, por mucho agradecimiento que haya hecho o estos matemáticos me perdonan lo que hice en el año 1989 o saco a mis orcos a pasear por Sevilla…ellos sabrán.

Jose