Ya lo advertí. El nuevo Reglamento de la Unión Europea que se supone va a poner fin al marketing pseudocientífico en el sector de los alimentos funcionales evitando que las empresas puedan publicitar falsas propiedades en sus productos, no solamente no va a conseguir su objetivo sino que va a provocar situaciones auténticamente surrealistas y disparatadas como la que hoy presento en Scientia. No piensen que lo que van a leer es un ejemplo más de los que he ido denunciando en este blog, la estrategia que hoy desmonto es distinta… y disparatada.
En Scientia he explicado varias veces la sencilla fórmula por la que los fabricantes de alimentos funcionales han conseguido encontrar un resquicio legal en el Reglamento UE 432/2012 para poder seguir publicitando sus productos con eslóganes de escaso rigor científico. La formula es tan sencilla como añadir a su composición una irrisoria cantidad de micronutrientes (vitaminas o minerales) y problema resuelto.
Mediante la que bauticé como “la estrategia del asterisco” Danone ya puede decir que sus probióticos ayudan al normal funcionamiento del sistema inmune (aunque realmente al responsable sea la Vitamina B6 y no el L. Casei), Kaiku puede proclamar que su producto estrella ayuda a regular la tensión arterial (aunque el causante no sean sus péptidos bioactivos sino el potasio añadido) y Nestlé puede afirmar que sus nutricosméticos previenen la oxidación celular (siendo la vitamina C la única responsable de semejante efecto).
Y ahora viene la novedad. En este blog he denunciado varias veces que ese no era el único engaño al que podía dar lugar la aprobación de este reglamento. Adelantándome a la jugada, tal y como pueden ver en la anterior imagen que mostré por primera vez en mi charla del evento de divulgación científica Naukas 2012, un alimento tradicional como un plátano podría poner un sinfín de alegaciones nutricionales basándose solamente en su composición original, sin necesidad de añadirle el más mínimo nutriente. Solo era cuestión de que los productores cayeran en la cuenta.
Se lo insinué en este post a mis amigos del Plátano de Canarias pero se han dormido en los laureles y se les han adelantado sus colegas de Florette… atentos a la siguiente imagen.
Sí, lo han visto bien, las tradicionales ensaladas de Florette se han convertido de la noche a la mañana en tres alimentos funcionales que tienen la sorprendente capacidad de evitar la oxidación celular (Florette Antiox), ayudar a mantener la tensión arterial normal (Florette Cardio) y ayudar al funcionamiento normal del sistema inmunitario (Florette Inmuno) y todo gracias a ingredientes (vitamina C, vitamina A, hierro y potasio) que tradicionalmente han formado parte de estas ensaladas y al disparatado nuevo Reglamento de la UE.
Veamos los tres casos independientemente.
- Ensalada Florette Cardio:
– Ingredientes: Remolacha (fuente de potasio), escarola rizada, radicchio y tatsoi.
– Health claim o propiedad saludable: Contribuye al normal mantenimiento de la tensión arterial.
– Elemento causante del health claim: Potasio propio de los ingredientes.
- Ensalada Florette Antiox:
– Ingredientes: Canónigos (fuente de vitamina C), rúcula, berro y brotes de lollo rojo.
– Health claim o propiedad saludable: Contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo.
– Elemento causante del health claim: Vitamina C propia de los ingredientes.
- Ensalada Florette Inmuno:
– Ingredientes: Canónigos (fuente de vitamina A y Hierro), brotes de lollo rojo y brotes de lollo verde.
– Health claim o propiedad saludable: Contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario.
– Elemento causante del health claim: Vitamina A y Hierro propios de los ingredientes.
¿Qué les ha parecido? ¿A qué no sabían ustedes que las ensaladas de toda la vida eran auténticos alimentos funcionales que les estaban protegiendo de todos los males “del mundo mundial”?
Voy más allá. Si se han dado cuenta, los tres eslóganes que presentan en sus etiquetas las ensaladas coinciden precisamente con los tres eslóganes que Nestlé, Kaiku y Danone han logrado poner a sus productos añadiendo vitaminas y minerales a su composición. ¡¡La leche!!
Concretamente una porción de ensalada Florette Cardio se supone que tiene el mismo efecto que un botecito de Vitaten, la ensalada Florette Inmuno es equivalente a un Actimel y la ensalada Florette Antiox te protege de la oxidación celular igual que un nutricosmético de Nestlé.
Finalmente me gustaría dar la enhorabuena al departamento de marketing de Florette porque pudiendo haber juntado todas esas alegaciones saludables en un solo producto (con ligerísimas variaciones de sus componentes) han sacado toda una gama de «ensaladas funcionales»…¡¡ cracks!!.
Señores esto es un auténtico cachondeo. Un Reglamento absurdo y mal elaborado que en teoría tiene como objetivo que los alimentos funcionales publiciten propiedades demostradas científicamente, se ha convertido por culpa de legisladores y científicos en un panfleto en manos de los departamentos de marketing de todas las empresas europeas que, con un uso torticero del mismo, les permite llevar a cabo dos de los disparates más grandes que he podido observar en los últimos tiempos en el sector de la alimentación.
Por una parte, los alimentos funcionales que no habían demostrado ciertas propiedades ahora pueden alegarlas con la simple presencia en su composición de pequeñas cantidades de vitaminas y minerales. Por otro lado, alimentos tradicionales se han convertido repentinamente en alimentos funcionales debido a que ya contienen en su composición esos micronutrientes.
Un reglamento que de verdad quisiera frenar los atropellos o abusos de la industria alimentarias debería recoger dos condiciones necesarias e imprescindibles: i) las propiedades saludables publicitadas por un alimento deben basarse en la eficacia demostrada por el producto en su totalidad, no por sus ingredientes individualmente. ii) las propiedades saludables de un alimento funcional no pueden estar basadas en la presencia de cantidades irrisorias de micronutrientes en su composición que se encuentran a altas concentraciones en alimentos tradicionales.
Mientras eso no ocurra estaremos expuestos a continuas sorpresas. ¿Qué será lo siguiente?..Se admiten apuestas.
Jose
* Si os ha gustado el artículo podeis ayudarme a difundirlo meneándolo en este enlace. Gracias.
Nota: Quiero agradecer a Andreu Escrivá, una persona cuya cuenta de twitter (@AndreuEscriva) recomiendo seguir, el haberme puesto tras la pista del hecho denunciado hoy en Scientia.
SCIENTIA 
Pingback: Marketing torticero: el escándalo de las ensaladas
Gran Artículo Jose. La verdad es que dentro de poco veremos en las fruterías: los Plátanos de Canarias Energy, Plátanos de Canarias Mental, etc….por no hablar del fresón de Huelva, el cual por su fuente de vitamina C pasará a llamarse Fresón de Huelva Antiox Plus (debido a esa gran cantidad de vitamina C que tiene en su composición respecto a otros alimentos.
Felicidades, excelente post. Por intentar añadir algo positivo a esta absurda normativa, estaba pensando que a lo mejor esta legislación conseguirà acabar con estas practicas de marketing por el camino inverso: en breve todos los alimentos llevaràn un etiquetado «funcional» y en ese momento publicitar estos supuestos beneficiosos dejarà de tener sentido, seguro que algún departamento de marketing ya està trabajando en el próximo golpe.
Maldición gitana para el reglamento de la UE
Y yo me sigo preguntando por qué la EFSA ha abierto la puerta a todo esto…
Meneo..
Un saludo..
Posibilidad. Quiza la idea sea precisamente esa: si no puedes luchar, unete a ellos. Si evitar que encuentre resquicios es casi imposible, lo suyo es permitir que se etiquete todo alimento con propaganda. Cuando todos los productos en el supermercado sean antioxidantes, reguladores y ayuden en el metabolismo… es como si ninguno lo fuera. Desactivas este tipo de propaganda a base de saturar al consumidor con ella.
De acuerdo con tu comentario. Se genera tal saturación, que la gente pasa y, quién sabe si las marcas comienzan a informar de verdad!!!
Muy bueno Jose, como siempre.
La verdad es que es mucho más fácil que todo eso.
Yo a los plátanos les pondría en la etiqueta: «Facilitan la vida»…y a tomar por culo la bicicleta…ni necesidad hay de explicar la regulación osmótica celular vía bomba de Na/K!!!
Un abrazote! 😉
Quique
Muy bueno el articulo, aunque estoy esperando a la BigMac Cardio, xD
Pingback: Marketing torticero: el escándalo de las ensaladas | My Daily Feeds
Es información falsa? Es tan malo ? Si publicitando los beneficios de la vitamina C podemos conseguir que la gente coma más ensaladas y menos patatas fritas, yo lo veo muy bien. La comida basura tiene ya de por sí muy buenas campañas de marketing.. es una forma de contra-restarlo.
Lo malo es la publicidad falsa. Si los L. Casei no tienen beneficio demostrado en la salud.. no deberían publicitarlo así.
Estoy de acuerdo, esto al principio puede confundir pero a la larga puede educar a las personas sobre qué propiedades tienen los alimentos naturales.
Y lo más seguro es que aprovechando todo eso, los precios suban. Por que claro, ya no son alimentos «normales», sino prácticamente el elixir de la vida eterna…
Creo que eso va a caer por su propio peso, los consumidores se hartarán de que todo tenga propiedades megachulis y no confiarán en nada, por lo que se tendrá que crear un nuevo reglamento más estricto. Que ya sería hora…
Estimado Jose,
Enhorabuena de nuevo por tu post.
Lo creas o no el pasado mes de diciembre estuve en contacto telefónico con la que dijo ser responsable de marquetin de Florette. El caso es que les llamé para, amablemente, decirles que su publicidad me parecía un despropósito y además, en aquel entonces «ilegal». Sí, como lo oyes, «ilegal» ya que cuando a principios de diciembre sacaron precipitadamente este gama de ensaladas «se les olvidó» poner dentro de la información nutricional la cantidad de ingrediente sobre la que poder hacer la declaración nutricional (im) pertinenente. La publicista no sabía donde meterse y me aseguró y reqaueteaseguró que era un fallo del que ya se habían dado cuenta y que si quería me podía mandar las pruebas de imprenta en la que se veía que sus nuevos envases ya eran «legales»… bueno, que me mandaba eso y un lote de ensaldas directamente a mi casa para poder degustarlas en la tranquilidad de mi domicilio. Le dije sujerí amáblemente (de verdad que sí) dónde podía ponerse sus ensaladas, que no quería «muestras» y que uno al menos tiene una seriedad y una profesionalidad que no se deja «influir» porque le manden cuatro ensaladas a casa.
A pesar de ello insistió en que me mandaría las pruebas de imprenta del nuevo envase para que comprobara que ya lo habían solucionado… me pidió el correo electrónico para ello, etc. ¿Tú has visto esas pruebas de imprenta? Te lo digo porque yo no.
Para la próxima vez lo tengo claro me dirigiré directamente a la AUC.
Saludos Jose y sigue sguiendo 😉
Espero que en en breve se demuestre el riesgo de las dietas abundantes en fibra, abundantes en verduras y frutas, abundantes en PUFAs, bajas en grasas saturadas, bajísimas en proteinas y sin sal.
Pingback: Bitacoras.com
Espero que en breve se demuestre el riesgo de las dietas abundantes en fibra, abundantes en verduras y fruta, abundantes en PUFAs, bajas en grasas saturadas, bajísimas en proteinas y encima sin sal.
Pingback: Marketing torticero: el escándalo de las ensaladas | libros de divulgación científica | Scoop.it
El que no corre, vuela. Yo, personalmente, no compro los alimentos por lo que me dicen que hacen, sino porque me apetecen o los considero necesarios por lo que sea.
Doy por hecho que todos serían capaces de vender a su madre, con tal de que les compráramos más. Me fío más de opiniones de blogs como el tuyo, o de médicos o nutricionistas.
Saludos
Estos es como lo del dopping y el ciclismo; al final todos lo hacen y así se «igualan»; dentro del cachondeo puede representar cierta justicia poética para los alimentos «naturales»; ¿a qué esperan los del plátano de Canarias?¿o la avellana de Reus? No quiero ni pensar lo que puede hacer McDonalds con esto. Hundirán a nutricionistas y médicos de familia tras años de consejos…
Pues no entiendo esta vez, a dónde quieres llegar. Se supone que los efectos beneficiosos de un producto compuesto son debidos a las propiedades de los productos simples que contienen. Por tanto dónde está la trampa? En decir lo que pocos saben? No será mejor educar a las gente para que sepa que efectos tiene cada cosa y luego que cada cual publicite sus productos como vea o la ley le deje.
Que el producto es ahora más caro siendo el mismo producto que antes, pues yo miraría más de quién es la culpa, si de quien se aprovecha de la ignorancia o de quien no hace nada por enseñar.
Saludos
Gracias. Como consumidor escéptico, valoro positivamente el apoyo que nos ofrecen sus oportunas informaciones. Justificaciones y fundamentos, ayudan a filtrar la lluvia continua de la publicidad, reforzando criterios de sentido común.
Me quedé a cuadros y, obviamente, no pude evitar pensar en ti y en este blog 😉 El problema es si esto marcará tendencia y la cosa se desmadrará del todo, o si por el contrario incitará a la reflexión. Mientras, por supuesto, las empresas ganarán un sustancioso beneficio a cuento del márketing torticero, como dices.
Tampoco nos tenemos que llevar las manos a la cabeza porque Florette y cia intenten vender (encima en este caso sin engañar!) sino porque sea taan fácil engañar al consumidor
He ahí la rueda catalina y busilis del asunto: lo fácil, FÁCIL, TIRAO que está engañar al consumidor.
Vaya con el reglamento…
Genial, Jose, me ha encantado.
Saludos,
Roskiencia 🙂
En fin…qué más decir ante esto. Se supone que lo que se necesitan son más investigaciones científicas que demuestren tal efecto funcional y no que se aleguen propiedades que uno, o ya se conocían anteriormente o dos, propiedades no demostradas. Ante esto, todos los alimentos serían funcionales. Ya mismo veremos en los restaurantes: Desayuno: zumo de naranja funcional (vitamina c) con tostadas funcionales (aceite de oliva y licopeno del tomate, por ejemplo) más café (fuente de antioxidantes) con leche enriquecida en omega-3 (que ayuda a reducir tu colesterol), 10 euros. Y habrá gente que los pague….al tiempo. En fin. Enhorabuena por el post y por el blog.
Saludos.
La manipulación es tal que llegan al nivel de una gama de estantería, nutricionalmente estos health claims se podrían hasta solapar, las dos primeras ensaladas seguro que cumplen tanto el requisito del Potasio y la Vitamina C). Pero una es «Cardio» y la otra «Antiox» porque sí, para diversificar la oferta, me recuerda al Juver ON-OFF.
Esa es la mayor muestra repugnante de que pensaban antes en el «cómo» que en el «qué», con tres reclamos muy definidos: «Cardio-Antiox-Inmuno» antes de pensar en el propio producto en sí. No todo lo que es legalmente aceptable lo es éticamente, y esto es un auténtico escándalo.
Pingback: Marketing torticero: el escándalo de las ensaladas | Artículos CIENCIA-TECNOLOGIA | Scoop.it
Pingback: BolsaCanaria.info | El nido del Kuko
Madre mía, estamos locos. Si la ley lo permite (aunque sea buscándole la trampa) es normal que cada vez más productos incluyan esto en sus eslóganes. Estoy segura de que, ante otra ensalada sin eslogan, la gente preferirá las Florette «que seguro son más sanas». Por eso creo que es normal que todos se suban al barco del «correcto funcionamiento de». Hoy en día se quiere comer rápido, sin mucho esfuerzo y lo más «saludable» posible, así que las ensaladas embolsadas con superpoderes van a tener éxito fijo. Espero no tener que ir por el mercado viendo como venden frutas y verduras funcionales…
Yo creo que se han olvidado de lo que sería la joya de la corona: ensaladas «bajas en colesterol».
Gran articulo.
Como ya repeti varias veces, vamos camino de lo que vimos en «Soylent Green».
la «L» del L. Cassei oculta la palabra Lactobacillus, un microbio. No quieren publicitar que para fermentar la leche hacen falta microbios. Los microbios saprofitos no son malos. La publicidad engañosa sí
Cierto lo que dices a mi preocupa mucho este tema mi madre siempre la ha dado mucha importancia a una buena alimentacion y yo lo he heredado.
Pero x mucho cuidado que tengas siempre » te engañan»
Y ya verás cómo dentro de no mucho venderán plátanos especiales para prevenir los calambres XDDDD. Tienen que vendernos las cosas de alguna forma y los adultos de ahora no hemos tenido muy buena educación nutricional (ni qué decirte los niños de esta generación), así que entre una bolsa de alfalfa pa los conejos y una bolsa de ensalada antioxidante, la segunda se vende mejor aunque sean lo mismo. Personalmente no me dejo seducir por esas cosas, la lechuga me la corto yo que sale más barato.
Un saludo.
solo y solo esta el problema en la publicidad de television, modelos que comen especial-K … que a la larga te estriñen… y gogures que hacen que estes mas joven,. los demas no funcionan.. y con las lechugas ya es el colmo… el gran problema esta en la television y eso no lo controla nadie, aaaaah y si no son de canarias no son buenos, nos sa jodio.
¿Se podría añadir potasio a un bocadillo de beicon, con queso, torreznos y mayonesa y llamarle también cardio? y si te lo comes con media botella de vino tinto ¿también antiox? . Si lo rematas con un actimel seguramente estarás próximo a conseguir la inmortalidad.
Fabuloso comentario. Efectivamente, según la actual normativa, creo que sería posible.
No veo donde esta lo malo de promover el consumo de ensaladas que por susu componentes llegan a la concentración de nutrientes exige la ley para hacer estas declaraciones nutricionales. Mi enhorabuena a Florette por lo que me facilitan una dieta sana y variada cada día.
Pingback: @brucknerite está #leyendo… 6 marzo, 2013 : brucknerite
Recomendación:
Pasar de la propaganda y comer lo que a uno le apetezca, si es cerdo pues cerdo, si es salmon pues salmon… y asi me puedo tirar toda la vida.
P.D.: Por otra parte comprendo tu postura pero yo personalmente estoy cansado y he decido ignorar todo ese mundo, el problema es que no todo el mundo lo ignora y se la meten doblada.
Efectivamente, el bosque de alimentos funcionales no nos dejará ver lo que realmente valga la pena. Y será tan complicado para los consumidores como para los investigadores que intenten de buena fe mejorar la nutrición de sus congéneres. A veces olvidamos que los nutrientes no son drogas (=medicamentos) que tienen un efecto terapéutico definido para un tipo de pacientes aquejados de una enfermedad. Los nutrientes son las herramientas básicas para que nuestro cuerpo funcione bien y durante mucho tiempo. No creo que se puedan evaluar ambas cosas con los mismo criterios.
Personalmente considero que estamos asistiendo a un empobrecimiento de la dieta por simplificación económica: una vez identificado el alimento más económico (en dinero y esfuerzo por conseguirlo) nos dejamos seducir por el canto de la sirena que nos atrae al precipicio de la recompensa a corto plazo.
Hasta la fecha pensaba que la nueva reglamentación propondría rutas de trabajo, que las direcciones de la mejora nutricional quedarían claras pero me temo que ese objetivo es demasiado ambicioso para un legislador.
¿Como podría pues este, el legislador, dirigir la mejora nutricional? Sencillo: renunciar a quererlo regularlo todo, es simplemente imposible en un mundo en constante evolución.
¿Cómo separar drogas de nutrientes sabiendo que una adecuada alimentación evita el uso de drogas en el futuro? De la misma manera que aprendemos a escribir tenemos que aprender a alimentarnos. Sin formación nutricional no habrá manera de mejorar. Probablemente este blog sea un buen ejemplo de la formación y divulgación nutricional que el legislador debiera revisar para hacer sus leyes. Mi más sincera enhorabuena.
Hombre, lo cierto es que la contribución en la dieta de las ensaladas a protegernos de las oxidaciones, a prevenir la enfermedad cardiovascular y a favorecer el sistema inmune, es capital, por lo que no me parecen del todo mal esos etiquetados de Florette, de modo que el consumidor se haga consciente de la importancia del consumo de verduras crudas. De hecho la lista de propiedades saludables de una ensalada es muy superior a la de muchos alimentos funcionales de moda.
Cierto es que el consumidor puede interpretar que eso sólo lo aporta Florette. Hace falta más educación nutricional.
Totalmente de acuerdo contigo, Tolo. Lo que sí haría falta es más información científica veraz para que el público conozca las propiedades de los alimentos que comemos para saber lo que nos conviene tomar o evitar en un momento dado.
Si tengo problemas con mi sistema inmunitario y los valores nutricionales que declaran en esas ensaladas son ciertos, como consumidora medianamente consciente puedo buscar o bien esas ensaladas u otras con ingredientes similares, e incluso otros productos o alimentos que tengan esas sustancias para que me ayuden a estar mejor. A mí eso no me parece mal. Lo que me parece mal es la estrategia del asterisco que dice Jose, porque en esos casos, el elemento que anuncian a bombo y platillo no es el que produce el efecto publicitado.
Un comentario general para Jose y otros: en lugar de decir sistema «inmune», lo suyo es llamarlo «inmunitario»; si el sistema inmunitario fuera inmune, no habría enfermedades como el sida, por ejemplo 🙂
En realidad, yo creo que estas alegaciones de Florette no están permitidas y podrían ser recurribles:
Reglamento 1169/2011 de información al consumidor, art. 7.1c: La información no inducirá al error (…) «al insinuar que el alimento posee características especiales, cuando, en realidad, todos los alimentos similares poseen esas mismas características, en particular poniendo especialmente de relieve la presencia o ausencia de determinados ingredientes o nutrientes;».
Aunque todavía no es aplicable, la vigente Norma de etiquetado dice algo muy similar en au art. 4.
El problema es general. Hay mucho consumidor «friki» que se piensa que sólo comiendo ciertas cosas tiene la vida eterna asegurada. Por parte de algunas (que no todas) empresas se refleja la misma falta de ética que demuestra la sociedad donde toda vale para obtener beneficios. Se ponga la ley que se ponga, al final quien sólo se mira así mismo y sus beneficios encontrará la manera de saltarsela o girarla a su gusto.
Gracias José Manuel, eres un genio, un crack y me ha encantado el artículo
Y no están muy lejos…porque yo compro «arroz sin colesterol»….jajajaja Tremendo letrero..»0% colesterol», que es una vergüenza, sin embargo, disfrazan la soja como proteína vegetal en una salchicha o en los embutidos…La industria del engaño, ¿cuando explotará?
Vergonzoso. Yo misma hablo de este tema a diario en mi blog, pero no hay manera. La gente se cree todo lo que se escribe en los paquetitos. La única manera es prohibir que se escriban esas cosas en los envases. No hay otra.
Muy buen artículo. Y sí, el plátano de Canarias sí que es un superalimento y no un actimel o una ensalada florette.
Enhorabuena, no se podría explicar mejor. Una prueba más de que el mundo del marketing puede sorprender y mucho en la interpretación del marco normativo.
Begoña
Pingback: Lo Mejor de la Semana (3-9 de marzo) | Hablando de Ciencia | Artículos
Pasmada me quedé delante del lineal del Supermercado del Corte Inglés cuando ví la nueva «oferta» de las ensaladas Florette. Leí una y otra vez las propiedades de su mezcla de ensaladas de siempre y al final tuve que reirme. Bueno, mejor con humor. Esto es el colmo, pensé. Sin embargo creo que esto no ha hecho más que empezar. Amigos, la epoca del asombro en el super superará el ir al cine a ver una peli de ciencia-ficción. Al tiempo….
Pingback: La semana en los blogs CCLXXXVI - Error 500
Pingback: La semana en los blogs CCLXXXVI | Aiello Corporation VE Servicios Blog!
Pingback: La semana en los blogs CCLXXXVI | SONSEMAR NOTICIAS
Muchas gracias a todos y perdonad que no os conteste uno a uno pero me es imposible.
Un abrazo y , mientras me duren las fuerzas, seguiré intentando que el rigor científico se imponga al marketing pseudocientífico y a las trampas «legales».
Pingback: La Opinión Alternativa » Engañabobos
Muy buen artículo.
Precisamente he puesto a la gama Florette AntiOx como ejemplo de un comentario en mi blog.
http://junjan.org/wordpress/2013/04/enganabobos/
Yo es que hay días que me parto la caja en el supermercado solo leyendo las etiquetas.
Saludos.
Pingback: La cara y la cruz del nuevo reglamento de productos cosméticos | SCIENTIA
Pingback: Cuaderno de laboratorio | Marketing pseudocientífico: una estafa al consumidor
¡Hola! llevo un rato leyendo tus post e incluso ya voté por el budín con cocaína surrealista jeje, en fin que me encantó tu blog (está muy bien esto de los premios 20Blogs porque se conocen muchos blogs interesantes) y por supuesto ya tienes mi voto.
Saludos,
Ruth
Pingback: Consume health claims: paga más por menos | Notas Escepticcionario
Pingback: Marketing torticero: el escándalo de las...
No sé hasta donde alcanzan sus conocimientos sobre química. Hasta donde llegan los mios las propiedades de un producto dependen de su composición, no de sus elementos por separado.
Según su razonamiento, donde deriva la culpa la tiene únicamente el educador y no al legislador o a la empresa, podría darse el caso que a cachondeo han planteado algunos aquí de que McDonalds, Burger King o KFC pudieran (y pueden según esa notmativa) usar esas healht claims para sus productos. Ahora intente usted vendernos que las hamburguesas y alitas de la industria de la fast food pueden venderse como saludables porque poseen los elementos que aconseja la EFSA en sus ingredientes.
Despidámonos de la bromatología. Total… usted lo ha resuelto en un plisplas sin problemas. Ehm… Tal vez tenga razón sobre el problema de la educación…
Pingback: ¿CÓMO NOS ENGAÑAN CON LOS ALIMENTOS FUNCIONALES?