La OCU rectifica: el valor de la divulgación científica

Contento, muy contento. Así estoy por la decisión que ha tomado la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) tras la polémica surgida a raíz del post “El menú químico de la OCU y sus 10 afirmaciones extraordinarias” publicado en este blog el pasado 12 de Julio.

Captura de pantalla 2013-07-12 a la(s) 09.23.14

En aquella entrada les conté que, aunque a veces estoy cansado de escribir sobre la quimiofobia, no podemos quedarnos de brazos cruzados cuando observamos como hay empresas u organizaciones que crean un pánico injustificado en el campo de la seguridad alimentaria… y en este caso a la OCU se le fue la mano alarmando a la sociedad, sin ningún rigor científico, sobre el empleo de aditivos en alimentación.

Por esta razón denuncié lo que consideré una información tendenciosa y alarmista y solicité a la OCU que retirase dicha información de web, rogando que la sustituyeran por otra con más rigor científico. Sin título Pues bien, pocos días después del revuelo originado la Organización de Consumidores y Usuarios ha rectificado variando sustancialmente su información sobre los aditivos alimentarios. Las principales modificaciones efectuadas son las siguientes:

1) Menú químico.

El “menú químico infantil” que constaba de ¡hasta 27 aditivos diferentes! (con negrilla y entre admiraciones) ha sido eliminado. No queda ni rastro de él en la web.

captura-de-pantalla-2013-07-11-a-las-13-20-32

2) Acceso a la información sobre aditivos.

Hasta hace unos días gran parte de la información acerca de aditivos alimentarios que existía en la web de la OCU solamente era accesible a los socios de la organización. Actualmente todos los ciudadanos tienen acceso a los apartados “Descifrando los aditivos” y «La Calculadora». Eso sí, sigo sin entender como en este apartado seguimos encontrando algunos calificados como “engañosos”.

Captura de pantalla 2013-07-28 a la(s) 11.05.58

3) Grupos de población sensibles a los aditivos.

Ésta era una de mis principales reclamaciones. Según lo que se podía leer hace unas semanas en la web de la OCU prácticamente todos los grupos de población (niños, menores, adolescentes, personas mayores, embarazadas, asmáticos, etc.) podían desarrollar extrañas reacciones si consumían aditivos. La OCU ha creído conveniente eliminar muchas de aquellas afirmaciones y corregir significativamente el resto. Se podrían puntualizar algunas cosas sobre dichas correcciones pero pienso que lo más importante, el tono alarmista inicial, ha sido reducido prácticamente a cero.

Captura de pantalla 2013-07-28 a la(s) 11.06.37

4) Clasificación de aditivos.

La OCU ha modificado sustancialmente los apartados referidos a los aditivos imprescindibles, minimizables e innecesarios. Aunque no estoy totalmente de acuerdo con ese tipo de clasificación, debo reconocer que en la versión actual la información es mucho más precisa, huyendo de las generalidades existentes en el texto anterior y aportando datos mucho más concretos.

clip_image0011¿El hecho de que esté contento y muy satisfecho con la actuación de la OCU significa que sea firmemente partidario de los aditivos sea cual sea su objetivo o forma de empleo? No, para nada. Si hay una cosa de la que huyo en mi vida es de las generalizaciones. Hay aditivos que son más aconsejables que otros según qué objetivo sea el que se persiga. Además la dosis de ingesta de aditivos es muy importante a la hora de evitar cualquier tipo de problema… pero lo mismo ocurre con cualquier ingrediente que lleve un alimento.

Estimados lectores, a estas alturas creo que el mensaje que desde este blog quiero lanzar acerca de los aditivos alimentarios está claro… pero no me cansaré de repetirlo.

Para que los aditivos puedan ser empleados por la industria alimentaria deben haber pasado unos controles sanitarios, físicos y químicos muy rigurosos.

Además, sin el visto bueno de las autoridades competentes jamás podrán ser usados para la elaboración de alimentos en las dosis establecidas.

En el caso de que el consumo de algún tipo de aditivos pudiera no estar recomendado para un grupo especial de población, claramente irá señalizado en el etiquetado.

Cuando se detecta algún problema con el uso de algún aditivo (lo que no significa que por haberlo consumido nos vaya a pasar nada) están claramente establecidos los procedimientos de actuación.

Finalmente, cualquier mensaje publicitario basado en que los productos que no contienen aditivos son, por norma, más saludables y nutricionales que los que los presentan es un engaño al consumidor.

Por favor, no confundamos ni alarmemos a la población.

images-3Siempre he reconocido y alabado la labor de la OCU en su lucha diaria a favor del consumidor frente a los abusos de diferentes sectores empresariales… pero esta vez creí que se habían equivocado y me vi en la obligación de denunciarlo. Sé perfectamente que, en muchas ocasiones, la OCU y los intereses comerciales de algunas empresas se encuentran en extremos opuestos de una figurada balanza y es complicado llegar a situaciones intermedias… pero tampoco hay por qué buscarlas. La postura de la OCU no puede ser exagerar ciertos argumentos para contrarrestar los posibles abusos de la industria alimentaria. La ciencia no entiende de equidistancias. Por ello, en esa supuesta balanza la posición tanto de las organizaciones que defienden los intereses de la población como la de las empresas que comercializan los productos que consumimos debe situarse donde marque el rigor científico, bien sea en un extremo, en el otro o en el punto intermedio de la balanza.

Sin embargo, y a pesar de todo lo expuesto, me gustaría dejar una cosa clara.

¿Supone lo que les he contado hasta ahora una derrota de la OCU? No, todo lo contrario. Si cuando L’Oréal eliminó el famoso anuncio de la “proteína arginina”o cuando Hero modificó el surrealista “Sin Porquerías” aplaudí ambas decisiones, esta vez no va a ser menos. Mientras que hay empresas y organizaciones que se empecinan en seguir confundiendo al consumidor con mensajes sin ningún rigor científico, hay otras, como las dos multinacionales citadas y la OCU, que no tienen ningún reparo en rectificar sus primeras decisiones… y eso es digno de aplaudir.

images-1Soy un seguidor de la OCU y he apoyado muchas de sus campañas a favor de los consumidores. El hecho de que hayan modificado su mensaje sobre los aditivos debe servir para que sigamos confiando, si cabe aun más, en sus actuacionesrectificar es de sabios.

Concluyo, pero no sin antes exponerles la principal conclusión que extraigo de todo lo acontecido. Estoy plenamente convencido de que la divulgación científica está desempeñando un papel fundamental en la sociedad y no debe ser ninguneada. Tras lo ocurrido en los casos de L’Oréal, Hero y la OCU pienso que el poder de la divulgación es mayor del que algunos creen. Cada vez son más los blogs científicos desde los que se denuncia el mal uso que de la ciencia se hace desde algunos sectores y, aunque no siempre se logra el objetivo deseado, no se puede desfallecer. La labor de vigilancia que realizan estas bitácoras, junto con la gran difusión que ustedes, queridos lectores, hacen de las denuncias realizadas, está teniendo sus frutos. La guerra contra la quimiofobia, el marketing pseudocientífico y las pseudociencias es dura, complicada y puede llegar a ser larga y llena de sinsabores… pero a base de ganar pequeñas batallas como las que hoy les he descrito creo sinceramente que es posible que el resultado final de la guerra caiga del lado de la ciencia. Muchísimas gracias a todos por vuestro apoyo.

Son ustedes muy grandes.

Jose

NOTA: Si quieres difundir este post puedes hacerlo votando en este enlace. GRACIAS

Esta entrada fue publicada en Divulgación científica, Escepticismo, Nutrición, Química y etiquetada , , , . Guarda el enlace permanente.

37 respuestas a La OCU rectifica: el valor de la divulgación científica

  1. Estoy de acuerdo contigo en el que el poder de la divulgación es muy importante, y en eso estamos todos implicados, tanto los blogueros como todos los lectores que comparten «algunas y otras» noticias. Yo hace tiempo me plantee desde mi blog «mojarme» un poco más con las cosas que no veia del todo correctas en el mundo de la alimentación (mi blog no es científico, es sobre todo gastronómico, aunque lleva algunos tintes de «ciencia»), siempre me quedaba ahí, en la delgada línea, para que el consumidor decidiera. Hay que acabar con los «engaños»!!. Por cierto, me uno a tu bando contra la quimiofobia. Felicidades por tu bitácora. Saludos

  2. Enhorabuena, Jose. Produce cierta satisfacción comprobar que tanto esfuerzo desinteresado, como el que realizas desde el blog, cala en algunos sectores. En este caso, en la OCU, a la que felicito por la rectificación. Qué te voy a decir que no sepas: No pares 🙂

    Salud!

  3. Ditrapa dijo:

    Genial la labor que haces. Estamos aprendiendo mucho de tus investigaciones y artículos

  4. laura dijo:

    ole y ole

  5. Albert dijo:

    Pues nada, felicidades a la OCU y a ti ánimos para continuar.

  6. Bueno, eso sí, el título sigue siendo «Un menú químico» y uno se pregunta, ¿y cuál no lo es?

  7. Pingback: La OCU rectifica: el valor de la divulgación científica | Día de no violencia

  8. lcd dijo:

    «Además la dosis de ingesta de aditivos es muy importante a la hora de evitar cualquier tipo de problema… pero lo mismo ocurre con cualquier ingrediente que lleve un alimento.»
    Razón por la cual creo que sería recomendable que se especificasen las cantidades de aditivo que se añade al producto, además de las recomendaciones de consumo diarias del mismo – como se hace con la sal, el azúcar, la grasa, etc…

    • No estoy de acuerdo. Los que deben ajustarse a la normativa de la cantidad de aditivos que se pueden añadir a un producto son las empresas…pero eso no significa que deban indicar la dosis de aditivo que se añaden al producto. ?Pone una barra de pan la cantidad de harina que lleva?
      Un saludo y gracias

      • moiseschacon dijo:

        Pero es que la harina no está sujeta a una Ingesta Diaria Admisible, mientras que la mayoría de los aditivos, sí. No es comparable.
        Además, aunque los fabricantes se ajusten a las cantidades que determina la legislación, la ingesta de aditivos se realiza a través de muchos alimentos, no de uno solo. Por tanto, sería muy conveniente conocer la cantidad de aditivos de cada alimento para que el consumidor pueda conocer si corre el riesgo de superar la IDA de alguno de ellos.
        Sería algo parecido a la información del porcentaje de la Cantidad Diaria Recomendada de determinados nutrientes que se incluye en el etiquetado de algunos productos.
        Saludos.

  9. Enrique dijo:

    Con todos mis respetos, pero creo que la Ocu no rectifica, sino que se caga en diez y lo edita.

    Rectificar: pedir perdón, reconocer error, los haría grandes, pero lo que han hecho, con h de hacer, es más parecido a un: ostitú bora que nos han pillao!

    Y sin ánimus jodiendi, a ver si repasamos el apartado peticiones, que se nos acumulan las tareas.

    Gracias Profe,
    Enrique

  10. shiva02 dijo:

    Tal y como estaba expuesto el artículo de la OCU, el tono era bastante alarmante. Los únicos que tenemos reacciones «extrañas» al consumir aditivos creo que somos los que somos alérgicos a ellos. Vamos, que cuando le digo a la gente que tengo alérgia al E-322 (lecitina) se creen que soy marciana, así que muy normal no es desarrollar esas «extrañas reacciones».

    ¿Podrías hacer un día un post sobre los emulgentes?

    ¡ Saludos !

  11. Anonymous dijo:

    Enhorabuena a ti, a scientia, a la divulgación y a la OCU.

    Esta es la forma de hacerlo, si señor.

  12. Simplicio Simplicisimus dijo:

    Yo lo estudié en su día y no ha cambiado: «El procesamiento de la carne, al agregarle conservadores como sal o nitrito de sodio para prevenir el crecimiento bacterial, o ahumar la carne para conservar o resaltar su color y sabor, puede que añada compuestos que podrían incrementar el potencial de que estos alimentos sean causantes de cáncer. Hay estudios que han vinculado los consumos de grandes cantidades de carnes procesadas con un aumento del riesgo de cáncer colorrectal. Puede que esto se deba a los nitritos, los cuales son añadidos a muchas carnes frías, fiambres, jamones y salchichas entre otras carnes procesadas (embutidos).» http://www.cancer.org/espanol/cancer/cancerdepulmonnomicrocitico-celulasno/guiadetallada/guias-de-la-sociedad-americana-contra-el-cancer-sobre-nutricion-y-actividad-fisica-para-la-prevencion-del-cancer-food-additives

  13. Simplicio Simplicisimus dijo:

    Hay departamentos de universidades que piensan de manera diferente. Supongo que son profesores «iluminados»: http://www.uam.es/departamentos/medicina/farmacologia/especifica/ToxAlim/ToxAlim_L15.pdf Y una pregunta: ¿Por qué algunos aditivos se prohíben en unos países y otros no, como por ejemplo, el ciclamato?

  14. Pingback: Lo Mejor de la Semana (28 de julio – 3 de agosto) | Hablando de Ciencia | Artículos

  15. Dario dijo:

    Enhorabuena! Parece que la denuncia social sirve para algo.

  16. Pingback: La OCU, los aditivos y el papel de la divulgación científica (Podcast) | SCIENTIA

  17. ifancar dijo:

    La OCU, esta famosa organización que todos pensamos que está al servicio de los consumidores y bla, bla, bla, bla….

    En realidad es una empresa con ánimo de lucro que se dedica a desprestigiar a otras empresas buscando noticias sensacionalistas que llamen la atención para generar lo que conocemos como “audiencia”.

    Escondidos tras el buen nombre que han logrado forjarse (todos los inicios son puros y nobles) y abusando de la confianza de los consumidores se dedican a intentar vender el mayor número de publicaciones que cobran a un precio desorbitado.

    La falta de rigor y veracidad de sus reportajes deja claro la poca profesionalidad de sus colaboradores que se dedican a bombardear con críticas sin ningún fundamento lógico y mucho menos científico.

    Como conclusión destacar que no son más que otra empresa que quiere ganar dinero aprovechándose de los consumidores.

  18. Pingback: Dos reglamentos y un destino: la impunidad | SCIENTIA

  19. Pingback: Muera la Inteligencia | José ‘Scientia’ Nicolás: “¿Qué cojones tienen que decir los políticos a un reglamento redactado por científicos?”

  20. Pingback: La OCU rectifica: el valor de la divulgaci&oacu...

  21. zahorin dijo:

    Te felicito por tu encomiable labor de divulgación en cuestiones tan importantes como ésta.
    Por mi parte no me conformo con que la Administración ‘controle’. Mi experiencia es que la Administración controla poco y mal. Naturalmente en unas cosas peor que en otras.
    Desgraciadamente el control no suelen ejercerlo los técnicos, sino los políticos o jefes administrativos poco comprometidos con el interés de los ciudadanos.
    La Talidomida también cumplió con las normas de la Administración.
    El asbesto también cumplió, en su día, con las normas. Y un largo etcétera.
    Como tú bien sabes los conocimientos científicos no son absolutos y afirmaciones actuales pueden cambiar con el transcurso de los años, nuevas investigaciones y estadísticas más rigurosas junto con más casos a estudiar.
    No podemos saber con absoluta seguridad si determinados aditivos van a causar daños a las personas y en qué dosis. Además depende de cada persona. Naturalmente esto también es válido, como tú dices, para productos naturales.
    Solo opino tratando de usar mi sentido común y experiencias. No intento ni puedo, ni quiero rebatir tus argumentos científicos. Supongo que si tuviera más conocimientos al respecto, pensaría como tú.

Deja un comentario