«Sin porquerías»

Hace unos meses publiqué en Amazings.es un polémico post, “Sin conservantes ni colorantes…  ¿por qué no?”, que dio lugar a casi 400 comentarios de todos los gustos. En ese artículo denuncié dicho eslogan por ser claramente quimifóbico ya que, en mi opinión, el objetivo final de ese mensaje publicitario no es informar al consumidor de los ingredientes que lleva el alimento, sino mandar el mensaje subliminal a la población de que en el caso de que un producto alimenticio llevase este tipo de aditivos podría existir algún riesgo sanitario… cosa que no es cierta.

Pues bien, hace unos días pude comprobar en una gran superficie comercial que hay determinadas empresas que son capaces de dar una vuelta más de tuerca a los eslóganes quimifóbicos y están empleando mensajes publicitarios que pueden llegar a confundir, por no decir alarmar, todavía más a la población. Me refiero concretamente al eslogan “Sin porquerías” que una famosa empresa de productos destinados a la población infantil utiliza en una nueva gama de sus productos. Además, y como no podía ser de otra forma, al impactante “Sin porquerías” le acompañan los habituales “100% ingredientes naturales”, “100% fruta” y, por si faltaba poco en esta fiesta de los productos naturales, algo que no había visto hasta ahora: “Crecer con naturalidad”.

He de reconocer que en un principio creía que el eslogan “Sin porquerías” se refería a la ausencia de aditivos en el producto final pero al observar detenidamente la etiqueta nutricional de uno de los alimentos perteneciente a esta gama de productos pude comprobar que no estaba en lo cierto.

Habitualmente el consumidor identifica la presencia de aditivos en un producto alimenticio por la aparición en la etiqueta de los famosos números E, que son los códigos impuestos a los aditivos alimenticios. Sin embargo, y con el presunto objetivo de intentar aparentar que este producto no tiene en su composición ningún tipo de aditivo y que todo es natural, en la etiqueta podemos encontrar los términos bicarbonato sódico, bicarbonato amónico y fosfato monosódico… pero en ningún sitio pone que esos compuestos químicos pertenecen a los aditivos E-500 ii, E-503 ii y E-339 i, respectivamente.

Tras poder comprobar este hecho, una serie de preguntas me vienen a la cabeza: ¿A qué porquerías se refiere exactamente la marca “Hero” en esta gama de productos destinados a la población infantil? ¿Me están queriendo decir los responsables de esta campaña de marketing que otras marcas comerciales sí que emplean porquerías en sus productos? ¿Cuáles? ¿Las permite la legislación vigente? ¿Son los compuestos bicarbonato sódico, bicarbonato amónico y fosfato monosódico de origen natural para poder calificar al alimento como 100% natural?

Estimados lectores, en los últimos tiempos una peligrosa tendencia se ha apoderado de la industria alimentaria. Ya sea mediante la presencia de una serie de eslóganes que premian lo natural frente a lo artificial de forma no solo injustificada sino a veces también imprudente, o huyendo de ciertas palabras que puedan ser asociadas a la química, este sector está contribuyendo a que se instaure en nuestra sociedad la peligrosa moda de la quimifobia… y este hecho hay que denunciarlo firmemente desde todos los frentes posibles.

Concluyo. Estoy absolutamente de acuerdo con el eslogan que se puede leer en el producto citado acerca de la alimentación infantil: “Porque pueden comer de todo pero no deben de comer de todo”…pero yo les recordaría a muchas empresas alimentarias que, a la hora de publicitar un producto, “no vale todo”.

Con cariño…pero sin porquerías.

Jose

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49 respuestas a «Sin porquerías»

  1. ramossonia dijo:

    Ya he pasado la niñez, pero me gustan las golosinas, las chuches, gominolas o como quieras llamarlo, pero si pretendes darme unas GALLETAS DE ALCACHOFA en vez de una «porquería» te digo que vayas a engañar a otro… por muy naturales que me digan que son!
    «No vale todo» es lo que debería de ser… pero no es así. En mi opinión es un «marketing agresivo» desde el punto de vista que desprestigia a otros productos alimenticios sin, como bien expones, dar explicaciones de que es «porquería». Pero del aceite de palma no dicen nada…
    ¿Quedará impune la publicidad engañosa y su campaña de desprestigio? Seguro, pero lo peor es que los progenitores del consumidor se lo crean además… pobre niño sin Aspitos comiendo alcachofas…

  2. ángeles dijo:

    Como me gusta leer tus comentarios porque siempre tienes mucha razón.

  3. joriol dijo:

    En la publicidad, como en casi toda la información que nos llega, la comunicación suele ser incompleta y difusa. Lo primero se puede suplir en algunas ocasiones, con algo de tiempo; lo segundo es más complicado, porque la información nos llega o plagada de ruido, o sin ningún tipo de referente, como en el presente caso.

    Esto se convierte, más allá del desconocimiento científico, en un problema lingüístico, ya que se está adulterando la comunicación: la «porquería» puede referirse a los aditivos, a los azúcares añadidos o cualquier cosa que pueda asociarse a la subida del colesterol; es más, puede referirse a lo que el consumidor quiera asociarlo (aunque siempre conducido por «leche, gluten, huevo» y «100% natural»).

    Lejos de establecer relaciones de confianza entre la marca y el consumidor, se intenta vender el producto a través de mensajes cargados de significados, con más o menos sentido, pero sin un significado concreto y veraz.

  4. banchsinger dijo:

    Macho, tienes un imán para encontrar productos con publicidad y eslóganes engañosos además de científicamente chorras… como lo haces?. Sea como sea , tu a cuchillo que tienes tajo. Y si acabas en España, vente pa Alemania Pepe. Porque aquí, que se supone que están mas adelantados, la naturopatía y todos sus derivados triunfan cosa exagerada (mucho mas que en España), yo diría que extrema, solo en mi calle (pequeña) hay 2 o mas médicos naturópatas. Menos mal que no sé lo que pone en las etiquetas. Debo de llevar casi tres años sin comer Porquerien y ni me he enteraoen…

    Un saludo

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  6. Maestro, todo un placer leerte… Como siempre magnífico.

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  10. GeekMedico dijo:

    me gusto mucho :»con cariño… pero sin porquerias»

  11. Técnicamente el bicarbonato sódico y demás son compuestos que se encuentran presentes en la naturaleza así que no veo porqué la química debiera «no ser natural». Y aunque fuera producida en el laboratorio ¿acaso no producimos en nuestra casa también puré después de triturar distintas frutas?¿qué tiene eso de distinto de unir determinadas moléculas en un laboratorio para formar por ejemplo bicarbonato sódico?.

    Llevo bastante tiempo interesada querer entender el hecho de que todo el mundo batalle contra la química cuando no hay nada más natural que la química en sí. La mayoría de la gente no lo sabe o no lo quiere saber pero en nuestro interior se llevan a cabo la tira y media (hablando en planta) de procesos químicos que dan lugar a sustancias que nos sirven para multitud de funciones imprescindibles para la vida.

    En otras palabras No A La Quimiofobia!!

  12. pedro díaz dijo:

    El hecho de ser quimifóbico no se debe a un capricho, ya sabemos que especialmente determinados colorantes han sido retirados de la industria alimenticia debido a que podrían generar alergías entre otras patologías. Incluso los medicamentos que sufren controles más estrictos y a pesar de eso tenemos casos como la tristemente célebre talidomida, así que no digamos de los productos químicos para alimentos que no precisan tantos, es más que me dicen de los nitritos, potencialmente cancerígenos que su presencia no está permitida en las aguas de bebida y si en cambio se añadena las conservas cárnicas (embutidos…etc) para evitar el botulismo….., en que quedamos…..

  13. Estoy contigo, hay que dar mucha mas caña a este tipo de publicidad, obligar a una mayor transparencia y también a nosotros nos queda mucho que aprender.

    Carla
    http://www.lasbolaschinas.com

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  16. Los conservantes, que no los potenciadores del sabor, del color o cualquier otro tipo de aditivo, juegan un papel fundamental en la conservación (permítaseme la redundancia) en determinados alimentos que de otro modo serían perecederos y cumplirían su plazo mucho antes de llegar a las manos del consumidor. El problema, además, es que existen muchas personas con algún tipo de alergia a esos E-… que desconocen serlo y, de ende, enferman al tomar determinados alimentos que, en principio, no debieran causar ningún daño al consumidor.
    El método productivo de la alimentación de hoy en día, basado en una mayor cantidad de alimentos (que luego son desperdiciados) a costa de su calidad, su buen sabor y su naturalidad, es una batalla perdida de antemano. Por desgracia, y pueblerino que pueda sonar, yo también compraría un producto que me es anunciado «sin porquerías». Porque eso es lo que comemos hoy en día: porquerías. Y dado que somos lo que comemos…

  17. Quimitube dijo:

    Qué razón tienes con lo de la quimifobia, me pone los pelos como escarpias la contraposición natural-química que han puesto de moda las campañas publicitarias para hacer creer a la sociedad que «químico malo». Además, la facilidad con la que la gente se traga semejantes estratagemas es pasmosa, demuestra la incultura científica que pulula a sus anchas por nuestro país. Yo siempre recuerdo lo que decía un profesor mío de química orgánica: «Las setas son muy naturales, y algunas te producen la muerte en menos de un minuto». Pues eso.

  18. Creo que es interesante poder controlar lo que ingerimos, y los efectos que generan en nosotros y en nuestros hijos. Es el caso del ASPARTAMO edulcorante tan de moda que afecta al sistema nervioso y cancerigeno o el caso de los potenciadores de sabor metidos en todo lo que te imaginas . Se trata de no generar mas cargas al organismo de las necesarias, asi no seremos enfermos prematuros.
    gracias por tu post

  19. raquelrojochico dijo:

    «Sin porquerías», pero el aceite que lleva es… ¡de palma! Que tiene un efecto perjudicial sobre el perfil lipídico al elevar el colesterol LDL («el malo»), a causa de su contenido en ácidos grasos saturados de cadena larga.

  20. roger dijo:

    Quizás se refiera a Porquerias Monsanto las más sanas del mercado…

  21. monjedeplata dijo:

    la industria siempre nos acecha, nos espia, nos vigila y testea para saber que nos puede vender… ahora que por fin muchos ya sabemos que mucha de la quimica usada en la alimentacion industrial es perjudicial, comenzarán a intentar vendernos alimentos industriales diciendo que son naturales, sin aditivos, sin colorantes, sin conservantes, sin… sin…

    pasará igual que cuando mucha gente tomó conciencia del alcance del daño al planeta y muchas compañias comenzaron a ser «verdes» «respetuosas con el medio ambiente»…

    yo lo veo simple:
    comer fruta y verdura de campesinos locales y si puedo ecologicos,
    frutos secos,
    mieles naturales,
    horchatas de soja,
    aceite de oliva virgen extra,
    nada de alimentos industriales,
    pastas, panes y arroces integrales (intentando evitar los de harina blanca + fibra y buscando los de harina integral),
    pescados 2 veces por semana y siempre de captura extractiva y que no esten amenazados,
    cereales integrales,
    carne una unica vez por semana,
    y el domingo chorradas como refrescos, chuches, etc… como dia «especial» y no en cantidades brutas….

    os puedo asegurar que en los 10 años que llevo comiendo asi, ni he pillado ni un catarro, ni una gripe ni ninguna infeccion o malfuncion de ningun tipo, solo amagos de los que me recupero en horas o en un dia, mientras a mi alrededor, compañeros de curro o vecinos y familiares se enferman, cojen bajas, y se medican…

    buenas noches y buena suerte

  22. up-up dijo:

    uhy!
    NOTO CIERTA VERDAD-FOBIA …

    – la VERDAD-FOBIA existe, fue lo que llevo a Galileo a juicio 😉

  23. Nacho dijo:

    Dice que sin porquerías, pero contiene aceite de palma, que según tengo entendido no se lleva muy bien con el colesterol.

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  25. Hola! No sé si Hero habrá comprado los derechos (o como se llame ese proceso), pero esas galletitas son exactamente iguales a estas: http://www.organix.com/goodies/our-foods/alphabet-biscuits
    Incluso se lee en la caja «no junk promise», que es casi lo mismo que «sin porquerías».
    Es la nueva moda, querer darle «lo más natural» a nuestros hijos pagando un pastón para no molestarnos en hacerlo nosotros mismos.

  26. Tania dijo:

    Curiosamente hoy he hablado de este tema en mi blog así que con tu permiso, voy a poner un link para que mis mamás lectoras lean tu información, que me parece de lo más interesante. Gracias!!

  27. p. díaz dijo:

    Todo lo que nos rodea es Química, los alimentos mas naturales están constituidos por sustancias químicas, luego dicho así, parece que deberemos admitir que cualquier sustancia al estár constituida por ellas debemos aceptarla como saludable y sabemos que no es así. La naturaleza nos ofrece toda clase de nutrientes que no por ser naturales son beneficiosos en general, y este concepto es erróneo. Tan naturales son las setas y algunos frutos y semillas pueden ser venenosas, tan artificiales son la mayoría de los medicamentos y en casi su totalidad nos son imprescindibles. Yo creo que la qumifobia radica en la ligereza con que muchas sustancias químicas han sido incorporadas a la industria alimentaria sin los controles suficientes para que garanticen su completa inocuidad. Es más, muchas sustancias sintéticas no son rigurosamente identicas a las naturales en cuanto a su composición debido a que sus rutas de síntesis tampoco lo son y en consecuencia pueden encontrarse oligosustancias que no están presentes en las naturales y éstas SI pueden ser a veces nocivas para nuestra salud Todos sabemos que muchas medicinas son perfectamente toleradas por ciertas personas y por otras no, y si esto lo podemos extrapolar a las diferencias entre compuestos presentes en alimentos naturales y a los que se incorporan a los elaborados por la industria alimenticia, para potenciar sabores, aromas, inducir a su adiccion etc, es por eso por lo que siempre es bueno saber lo que comemos o nos inducen a comer., especialmente los aditivos alimentarios.

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