Queridos pantalones vaqueros,

Os estaba esperando desde que hace meses oí hablar de vosotros por primera vez. Fue este verano en Berlín con motivo de la XXI International Conference on Bioencapsulation cuando alguien me contó que estabais a punto de convertiros en el producto estrella del 2014 dentro del mundo de la moda y la belleza. Bueno, en realidad vosotros no, sino un spray que una empresa estaba diseñando y que, añadido al tejido de cualquier prenda textil, podría combatir la celulitis gracias a un proceso de microencapsulación y liberación controlada de compuestos bioactivos. Para decir adiós a la odiada piel de naranja producida por la celulitis solo haría falta, una vez adicionado el spray sobre vosotros, ponerse a andar. La repera.

La espera ha sido larga, pero ha merecido la pena. Hace unos días, cuando empezaba a dudar sobre vuestra existencia, paseando por el centro de mi ciudad, os encontré en un cartel publicitario junto al spray maravilloso… y la emoción me desbordó. Ahí estabais, radiantes, anunciando que gracias a este nuevo spray diseñado por la marca Singuladerm los tradicionales masajes manuales para reducir la celulitis tienen los días contados por la acción de activos microencapsulados de efecto lipolítico.

Sin embargo, queridos vaqueros, siento deciros que después de leer esta carta a lo mejor los que tenéis los días contados sois vosotros. Me habéis defraudado. Tras leer a fondo la composición y el mecanismo de actuación de este nuevo y futurista cosmético, de nombre comercial Xpert Svelt à-porter, creo que las esperanzas que tenia en vosotros eran infundadas. Desde mi punto de vista vosotros no servís para lo que decís… y el mezclar mi línea de investigación en la universidad (la encapsulación molecular) con el marketing pseudocientífico que tanto gusta en Casa Scientia, no ha sido buena idea. Os habéis hecho el harakiri… y aquí va mi respuesta.

Estimados pantalones, para saber si la aplicación del spray sobre vuestra perfecto tejido puede tener algún efecto debo antes explicaros en qué consiste el fenómeno de la encapsulación. Dicha metodología constituye un medio de protección, separación y almacenamiento de los materiales bioactivos, para su posterior liberación bajo condiciones controladas. Habitualmente el material encapsulado es conocido como sustancia huésped y a aquel que lo recubre o protege se le denomina agente encapsulante.

A pesar de que la encapsulación es cada vez más utilizada en diferentes campos como la alimentación, la farmacología, la medicina o el medio ambiente, su uso en el campo de los productos de belleza es más restringido. De hecho solamente algunos perfumes incluyen en su composición sustancias aromáticas que, al ser encapsuladas y posteriormente liberadas, logran que la intensidad aromática persista durante más tiempo.

Sin embargo, Singuladerm dice haber encontrado una nueva aplicación de la encapsulación en los productos de belleza. Según se puede leer en la publicidad de este spray que, ojito, se vende solamente en farmacias, Xpert Svelt à-porter posee una serie de ingredientes activos encapsulados que al adicionarlos sobre los vaqueros se adhieren a las fibras textiles mediante anclaje electroestático.

Posteriormente, y como he comentado anteriormente, cuando la persona quiere reducir su celulitis lo único que debe hacer es…andar. En ese momento las microcápsulas se activan por la fricción entre la prenda y la piel y los compuestos bioactivos anticelulíticos se liberan de forma constante y gradual sobre la zona del cuerpo en la que queremos que ejerzan su función liporreductora. Eso sí, si se lava o plancha la ropa las microcápsulas se romperán por lo que hay que volver a adicionar el spray. Así de fácil… y de cómodo.

¿Y según Singuladerm qué se consigue con ello? Pues, ni más ni menos, favorecer la combustión de las grasas disminuyendo su acumulación en el tejido; facilitar el drenaje de líquidos y contribuir a la eliminación de edemas lo que se acaba traduciendo en una mejora en la microcirculación sanguínea. Todo ello, según el producto que se ha convertido en la estrella de las principales revistas y webs del sector de la moda, ayuda a reducir el contorno corporal hasta un 4,2% en 30 días, mejorar la apariencia y rugosidad de la piel de naranja hasta un 7% en 30 días, aumentar la microcirculación, facilitar el antienvejecimiento cutáneo gracias a su acción antirradicalaria y mejorar la hidratación y la elasticidad de la piel… y todo ello solamente andando con los vaqueros puestos. Que le den por saco al ejercicio físico y la buena alimentación.

En el siguiente video se puede observar el fundamento de todo lo descrito.

Estimados pantalones, es posible que en estos momentos los lectores de Scientia piensen que todo esto es ridículo… pero no lo es. La estrategia de Singuladerm de encapsular compuestos bioactivos para liberarlos en determinadas partes del organismo está muy bien pensada y el proceso tecnológico por el cual la combinación del spray y los vaqueros promete reducir la celulitis tiene una sólida base científica bien argumentada. El fenómeno descrito anteriormente es exactamente el mismo que se emplea en farmacología para que un principio activo aumente su eficacia en el tejido diana donde debe actuar…Sin embargo, queridos vaqueros, vuestro spray falla en lo más importante. Veamos.

Una vez visto que el fundamento y el proceso tecnológico es correcto, la posible efectividad del spray Xpert Svelt à-porte se debe basar en la composición y funcionalidad de las dichosas microcápsulas de activos anticelulíticos… y ahí reside la clave de este producto al que ya se le ha encuadrado dentro del grupo de los “cosméticos inteligentes”.

Microcápsula liberando ingredientes bioactivos

Si las microcápsulas son efectivas contra la celulitis, habrá que quitarse el sombrero ante el famoso spray… que, por cierto, se vende a la nada desdeñable cantidad de 34.50 euros los 100 ml. Sin embargo, si las microcápsulas no hacen nada frente a la piel de naranja, mejor ahorrarse ese dinerillo. Pues bien, analicemos la composición y efectividad de las microcápsulas que Singuladerm recomienda adicionar sobre vosotros.

Debo reconoceros que no ha sido nada fácil encontrar los ingredientes exactos que forman parte del spray mágico. En casi todas las fuentes consultadas se refieren a las microcápsulas anticelulíticas con el nombre de Liporeductyl CT… pero nadie cita sus verdaderos componentes. Sin embargo, al final pude hacerme con una unidad de Xpert Svelt à-porte y comprobé los ingredientes de los que estaba formado.

¿Y cuáles de ellos forman parte de las microcápsulas? Analicemos cuál es el material encapsulante y cuáles los compuestos bioactivos.

El material encapsulante es la maltodextrina, un polisacárido con un peso molecular promedio de 1800 g/mol obtenido por la hidrólisis parcial, ácida y/o enzimática del almidón de arroz, maíz o papa. Desde el punto de vista químico una maltodextrina está formada por unidades de D-glucosa unidas con enlaces alfa (1-4) y con un bajo numero de enlaces alfa (1-6) en posición aleatoria. Se caracteriza por tener entre 2 y 20 equivalentes de dextrosa. Se ha determinado que para la microencapsulación son las efectivas las maltodextrinas con 10 equivalentes de dextrosa.

Maltodextrina

A pesar de que en este blog he hablado muchas veces del uso de ciclodextrinas como el material encapsulante de mayor eficacia, es cierto que la encapsulación vía maltodextrinas es muy utilizada ya que presentan gran solubilidad, tienen una alta capacidad para unirse a moléculas huésped y, sobre todo, tienen un bajo costo comparadas con las ciclodextrinas. Queridos pantalones, las maltodextrinas funcionan.

¿Estoy diciendo que tanto el proceso tecnológico como el material encapsulante es correcto? Sí. ¿Entonces qué falla en el spray? Lo más importante: la efectividad del material encapsulado para combatir la celulitis.

Tras pasar más de una semana leyendo toda la información existente sobre el nuevo “cosmético inteligente” algo me olía mal. En ningún sitio dejaban claro cuáles son exactamente los famosos compuestos bioactivos encapsulados responsables del efecto anticelulitis. Sin embargo, fijándome bien en la ficha técnica de este producto, y recordando las palabras de mi contacto en Berlín, pude dar con ellas. Allí estaban, camuflados, sin hacer ruido, intentando pasar desapercibidos, dos compuestos que tradicionalmente se han considerado “quemagrasas”: la carnitina y la cafeína.

Vista microscópica de maltodextrinas encapsulando moléculas huésped

¿Dichos compuestos pueden ser encapsulados? Sí. En la literatura científica podemos encontrar varios trabajos que así lo demuestran. Incluso aquí pueden leer casos en los que la cafeína ha sido sometida a microencapsulación molecular empleando maltodextrinas como agente encapsulante.

Pero ahora viene la pregunta del millón…. ¿se ha demostrado científicamente en estudios serios avalados por organismos oficiales que la carnitina o la cafeína, encapsuladas o no, tengan efecto anticelulítico si se añaden a la piel? Hasta el momento, no. Lo siento vaqueros. En esta vida nada es lo que parece.

Ya, ya lo sé queridos pantalones, en estos momentos os estaréis haciendo la misma pregunta que los lectores de este blog. Si no hay evidencias científicas… ¿por qué el spray mágico puede prometer los mil y un efectos que anteriormente os he descrito? Porque el sector de los productos cosméticos es un cachondeo.

Tal y como escribí aquí, antes del mes de julio de 2013 la publicidad de los productos cosméticos no se regía por ningún reglamento serio…. y al no existir una ley que pusiera un poco de orden podíamos encontrarnos cualquier disparate. Sin embargo, hace ahora nueve meses la UE aprobó el Reglamento (UE) 655/2013 por el que se establecen los criterios comunes a los que deben responder las reivindicaciones relativas a los productos cosméticos y cuyo texto íntegro pueden leer en este enlace. La intención era buena. Se suponía que dicho reglamento pondría punto final al cachondeo existente en la publicidad del sector de la cosmética… pero en el post “La cara y la cruz del nuevo reglamento de productos cosméticos” les anuncié que dicho reglamento tenía algunas lagunas de las que los cosméticos podrían aprovecharse…. y el spray anticelulítico lo ha hecho.

Según se puede leer en la nueva legislación de cosméticos “las reivindicaciones de productos cosméticos, explícitas o implícitas, tienen que sustentarse con elementos de prueba apropiados y verificables, cualquiera que sea su tipo, incluidas, en su caso, evaluaciones de expertos. La evaluación de la aceptabilidad de una reivindicación debe basarse en la ponderación de las pruebas aportadas en el conjunto de estudios, datos e informaciones disponibles, según la naturaleza de la reivindicación y los conocimientos generales de los usuarios finales”.

Según este punto Singuladerm, para poder publicitar cualquier propiedad, debería aportar evidencias científicas más allá de las palabras “tests in vivo” que se pueden ver en su página web. Sin embargo, queridos vaqueros, en el dicho post anuncié que la gran laguna del nuevo reglamento de la cosmética es que no se ha creado ningún organismo de control que se encargue de que las empresas de cosméticos cumplan la nueva normativa.

¿A quién deben rendirle cuentas las empresas si no cumplen lo establecido? A nadie. ¿Quién vela por el rigor científico de las propiedades anunciadas en un cosmético? Nadie. Pues que siga el cachondeo.

Pero, como decía Superratón, no se vayan todavía que aun falta lo mejor. Es de sobra conocido que no es lo mismo aplicar cafeína o carnitina sobre la epidermis que ingerirlas de forma oral… pero también es cierto que, si el consumo vía alimentos o suplementos de estos dos compuestos no produce ningún efecto de los publicitados por el spray, la cosa huele mal. Pues bien, ¿ha informado positivamente la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) sobre el poder anticelulítico de la carnitina y la cafeína? No… para nada.

En el caso de la carnitina la EFSA no solo no ha informado positivamente acerca del papel de la carnitina sobre ninguna de las proclamas del spray anticelulítico, sino que ha destrozado este compuesto con un informe demoledor que ustedes pueden leer aquí y en el que se afirma que tampoco ayuda a una recuperación más rápida de la fatiga muscular después del ejercicio, ni a reparar el tejido muscular esquelético, ni aumenta la capacidad de resistencia, ni mantiene normal la concentración de colesterol LDL en la sangre, ni contribuye a la espermatogénesis normal, ni ayuda durante el embarazo… telita con la carnitina.

¿Y que ocurre en el caso de la cafeína? Tampoco hay informe positivo sobre algún aspecto que tenga que ver con lo proclamado en el spray. No hay evidencias científicas que puedan relacionar a esta molécula ni con el drenaje, ni con la eliminación de edemas, ni con la circulación sanguínea, ni con la rugosidad corporal, ni con el antienvejecimiento cutáneo, ni con los radicales libres, ni con la elasticidad de la piel. Pero voy más allá. En este enlace se puede leer un informe negativo de la EFSA sobre las supuestas propiedades de la cafeína para reducir el peso o facilitar la oxidación de las grasas… precisamente una de las alegaciones del famoso spray anticelulítico. Un desastre.

Concluyo… o casi. Estimados pantalones, os han tomado el pelo. Hay quien ha querido usaros para vender sprays que combaten la celulitis sin ningún rigor científico… pero eso no es lo peor. Mientras que las autoridades europeas no se pongan serias y articulen una serie de medidas para que se cumpla a rajatabla el reglamento vigente sobre la publicidad de los productos cosméticos, la nueva reglamentación será un brindis al sol… y el consumidor seguirá siendo engañado.

Fuente: Singuladerm.com

Sin embargo, queridos vaqueros, no quiero que os enfadéis conmigo. Vosotros no tenéis la culpa de que haya gente que abuse del marketing pseudocientífico para vendernos el oro y el moro con un spray… así que he pensado daros una idea para que se la trasladéis al departamento de I+D+i de Singuladerm.

Ya que se ha empleado cafeína en la elaboración de las famosas microcápsulas y existe un informe positivo de la EFSA sobre el efecto de la misma sobre diversos procesos cognitivos relacionados con un aumento de la atención, memoria o aprendizaje…. ¿por qué no le proponéis a la empresa que elabore un sombrero que vaya liberando cafeína sobre la cabeza y mejore los procesos cognitivos del consumidor?

Eso sí que sería un «cosmético inteligente»… ¿no os parece?

Jose

* Puedes ayudarme a difundir este artículo en MENÉAME pinchando en este enlace. GRACIAS.

Nota: Quiero agradecer a Pablo Iturrate (@pabloim) la colaboración en este post.